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La personalidad es algo que me parece difícil de descifrar. Haciendo un intento por generalizarlo, creo que es la actitud que tomamos ante ciertas situaciones que nos pone la vida y cómo decidimos reaccionar ante ellas, de acuerdo al humor con el que nos hayamos levantado ese día. También tengo la impresión de que si nos volviéramos a encontrar ante la misma circunstancia, sabiendo o no cómo la hemos resuelto anteriormente, y a pesar de encontrarnos en el mismo contexto, la forma de enfrentarla no siempre será la misma.

En el caso particular del Piojo me parece que no es complicado interpretar su manera de ser debido a toda la exposición mediática que ha tenido desde que tomó las riendas del club América. Más allá de todo lo sucedido con él, desde su altercado con Martinoli, su riña con Cristante o su spots políticos, yo me quedo con el incidente ocurrido en León en 1994. Después de haber ganado el partido contra los esmeraldas, Miguel se encontraba dando una entrevista, un aficionado pasa detrás de él y se aprecia un pequeño empujoncito, Herrera pierde la cabeza en .01 segundos y se lanza a los golpes y a las patadas. De no intervenir sus compañeros, el exdirector técnico del Tri habría mandado al hospital a su contrincante, tranquilamente. Incluso se dice que en alguna ocasión, en esa misma ciudad, madreó a un taquero, el dueño de los ahora famosos tacos “El huero suaperro”.

He de confesar que he intentado leer tres libros de Bukowski y no he logrado terminar absolutamente ninguno. Y para ser capaz de entender a un escritor, hay que leerlo. Sin embargo, gracias al internet, uno puede encontrar innumerables entrevistas que me parecen más entretenidas que sus libros… cada quien. De Charles me quedó con su participación en un programa de televisión francés llamado Apostrophes. Asistió básicamente a escuchar a unos críticos franceses analizar su obra, bebió y fumó sin parar durante toda la transmisión, escuchando atentamente lo que se discernía sobre sus libros. Cerca del final, cuando faltaban 20 minutos para terminar, Bukowski se levanta con muchas dificultades. Debido a la borrachera intenta agredir a uno de los invitados pero su estado no se lo permite y gente del staff lo saca de cuadro. Al otro día no recordaba nada de lo que había hecho.

Ambos reaccionaron de la misma forma ante dos diferentes tipos de provocación, los dos han llamado la atención precisamente por ese tipo de actitudes. Sus personalidades, similares por e simple hecho de ser violentos, les trajeron distintas consecuencias a lo largo de su vida. Miguel Herrera perdió su credibilidad -si es que alguna vez la tuvo- y a tres cuartas partes del país le da repele, no obstante tiene el dinero para disfrutar la vida sin la necesidad de mover un dedo. Charles Bukowski no pudo gozar de los placeres que dan los billetes, pero hacia el final de su vida pudo probar las mieles del ser reconocido por lo que le gustaba hacer. Hoy es uno de los escritores contemporáneos más influyentes de la literatura. Uno es más simpático que el otro, quizás porque se la pasaba ebrio trescientos días al año, y no dando patadas a diestra y siniestra en la cancha. El otro es más famoso, quizás porque se dedicó al futbol y no a escribir.

Por: Eugenio Bustillos @eubustillos

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