Scroll Top
Rivaldo

La historia del F.C. Barcelona es difícil de contarse sin la presencia de astros brasileños que llegaron para conquistar grandes glorias con la camiseta blaugrana. Desde Evaristo de Macedo, pasando por Ronaldinho, hasta llegar a Neymar que confirmó el jogo bonito en su paso por la ciudad condal. Los sudamericanos han dejado un legado importante y aunque en ocasiones parece un paso fugaz, la leyenda de Rivaldo merece contarse.

Vítor Borba Ferreira Gomes, Rivaldo, era un jovencito cuando por primera vez fichó con el Santa Cruz Futebol Clube en 1991. Nació el 19 de abril de 1972 y tenía destellos de crack. Sin embargo, su peso no era el ideal, una vida de lucha en las favelas lo perseguía y dejaba rastros en su aspecto físico, aunque nunca se rindió. Cuando se puso la camiseta del Palmeiras ya se notaba la percha. Estaba destinado a seguir el sueño europeo.

¿Rivaldo estaría en el once ideal histórico de Brasil? Te dejamos el nuestro. 

El primer interesado fue un equipo gallego, El Deportivo La Coruña. En 1996 llegó por primera vez a la liga española Rivaldo, quien se ganó, con el paso del tiempo, a la noble afición herculina. Había llegado para suplir la ausencia de un tal Bebeto, estandarte de la época dorada en la vida del Superdepor. Pero su destino no eran los Caminos de Santiago, sino la capital de Cataluña. La temporada 1997-98 tomaba, de último minuto, el tren que lo transportaría hasta Barcelona.

Grandes jugadores habían vestido la casaca culé. Romario y Ronaldo eran los últimos fichajes que enamoraron a los seguidores catalanes y la llegada de Rivaldo no fue la excepción. Parecía que en su contrato figuraba la cláusula de dar el último pase a gol en cada partido y si no anotaban sus compañeros, él tenía la encomienda de realizar dichas hazañas. En su primera temporada consiguió la Liga y la Copa del Rey, además de sorprender con anotaciones de clase y elegancia.

Lee más: Mário Filho, el creador del futbol brasileño

Pocos jugadores habían mirado cobrar un tiro libre de rabona o levantar un balón de la nada y rematar de chilena. Rivaldo era un experto para los trucos bajo la manga. Consiguió otra Liga con el Barça y además se le reconoció como el mejor jugador del orbe- Pero como decía Amado Nervo en Gratia Plena, ¡flores tan bellas nunca pueden durar! Su relación con Van Gaal no era la mejor, y la comodidad del astro brasileño se veía amenazada. Pronto el número 11 tendría que emigrar del Camp Nou.

Su vida deportiva cayó en la incertidumbre después de la Copa del Mundo de 2002 que coronó a Brasil como pentacampeón. En el Milán no tuvo los reflectores deseados. Aunque consiguió una Champions League, la atención se iba con su compatriota Kaká. Es cierto que triunfó en Grecia, pero el nivel ya no era el mismo.

Volvió a su natal Brasil y paulatinamente fue desprendiéndose del balompié. Tuvo un aventurado destino en Uzbekistán y en Angola, pero el equipo con el que se formó lo repatrió: el Mogi Mirim Esporte Clube. Permaneció unos años como jugador y presidente, hasta que en el año 2014, cumplió un sueño, pisar el mismo terreno de juego que su hijo Rivaldinho.

Checa los goles de Rivaldo con el Barcelona. ¿Cuál es tu favorito?

El momento de dejar el futbol (en definitiva) le llegó en 2015. Aunque sin duda nunca olvidaremos sus goles de tiro libre, esa tercia ofensiva impresionante en 2002 con Dinho y R9, además de un scratch du oro implacable. Tiempo después llegaría otro carioca a Barcelona… un tal Ronaldinho. El resto es historia.

Por Jorge Emilio Mendoza Piña @georgehatetweet

Entradas relacionadas