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¿Todo es culpa del “falso” crecimiento de la Liga MX Femenil…? (Continuación). Un fulminante 2-0 ante Panamá destrozó el sueño futbolista del Tri Femenil, un sueño que gracias a la reciente Liga MX Femenil se deseaba con más ahínco que nunca. Es cierto que se venía de calificar a los dos mundiales pasados, por lo que no sólo se esperaba calificar a Francia 2019, sino que una eliminación del premundial en fase de grupos parecía impensable. Pero, ¿en realidad era impensable? Siguiendo a los medios deportivos tradicionales, sí. Nadie en ESPN, Fox, Televisa Deportes, TV Azteca Deportes, etc. advirtió que esto podía pasar, porque realmente no se han dado a la tarea de analizar a profundidad el futbol femenil en este país, salvo contadas excepciones, como Marion Reimers en Fox Sports y medios nuevos como Apuntes de Rabona. Pero dado el empuje de la Liga MX Femenil y la gran expectación que esta ha creado en torno al futbol femenil nacional, nadie en un espacio mediático de alto impacto o alcance se iba a sentir motivado como para expresar un pensamiento de duda o de posible fracaso. Entendible. Sin embargo, no dudar de la selección femenil y demandarles resultados como si se tratara de la selección varonil, es reflejo de un total desconocimiento de los obstáculos que han enfrentado las mujeres futbolistas en este país: falta de apoyo, inversión, e interés.

Si los medios deportivos estuvieran realmente interesados en el futbol femenil, se habría escuchado desde antes una crítica como la que ahorita está suscitando la pronta eliminación del Tri en el premundial en fase de grupos ante Panamá, un equipo chico incluso en CONCACAF. ¿Por qué? Porque en casi tres décadas, el desempeño del Tri Femenil ha sido pobre. Recapitulando y resumiendo el artículo anterior, el cual pueden ver aquí si así lo desean, antes de este fracaso, el Tri Femenil solamente había calificado a tres mundiales de siete posibles. De esas tres participaciones, en ninguna sola se pasó de grupo, por ende, la selección sólo ha jugado nueve partidos de mundial. De esos nueve partidos, no se ha ganado ni una sola vez, pues vamos tres empates y seis derrotas. Aparte, las derrotas han sido apabullantes –así como el ultimo 6-0 vs EEUA, —por ello la diferencia de goles en mundiales del Tri femenil es de -24. En nueve juegos sólo llevamos seis goles a favor, y 30 en contra.

Ahora, hablando de las tres veces que se ha calificado, en dos de ellas (1999 y 2015), un equipo grande de CONCACAF, EEUA en 1999 y Canadá en 2015, fue anfitrión y por lo tanto, no participó en el torneo clasificatorio, facilitando el paso del Tri Femenil. Aun así, al mundial pasado (Canadá 2015) se calificó apenas, en tiempos extras contra Trinidad y Tobago en el duelo por el tercer lugar, es decir, detrás de los finalistas del premundial que fueron EEUA (como era de esperarse), y Costa Rica (sorpresivo, pero derrotó al Tri Femenil en fase de grupos). Entonces para todxs aquellx que hoy se quejan y preguntan: ¿cómo es posible que Panamá nos eliminara? Pues bueno, la superación de la fase de grupos de Panamá si es histórica, pero los malos resultados del Tri Femenil, también. Entonces sí, no era sólo posible la eliminación, sino que de hecho, era más probable fracasar y no conseguir un boleto al mundial que calificar. Quizá era más probable perder el boleto más adelante, en repechaje, pero era muy probable, al menos desde el punto de vista histórico y estadístico, no pasar.

Ahora, juzgando por los números y por los partidos brindados por el Tri Femenil MX en este premundial, el juego del Tri Femenil es mediocre. ¿Por qué? De nuevo, no es ciencia nuclear, por la falta de apoyo, inversión, e interés en el futbol femenil en este país por parte de la FMF, medios, y círculos deportivos nacionales desde 1970.  Anécdotas bochornosas y vergüenzas que han tenido que pasar las jugadoras del Tri Femenil por desinterés de la FMF y falta de recursos, hay varias. En otro artículo se las contaré, pero más allá de ellas, la falta de apoyo, recursos e interés en la femenil tiene un efecto dominó que comienza con la nula preocupación en una formación real de jugadoras en suelo local. A falta de recursos y de jugadoras mexicanas competitivas, el manejo de selecciones femeniles es complicado y altamente deficiente, lo cual a su vez, se ve directamente reflejado en un juego mediocre de nuestras seleccionadas.

Hablo de una preocupación nula porque poco importó quedar subcampeonas de un mundial, o que los mundiales femeniles ya fueran organizados por la FIFA para crear una liga femenil profesional. 46, sí, 46 años tuvieron que pasar desde aquella plata en el Azteca para ver nacer a la Liga MX Femenil. La gran pregunta es: ¿qué se hizo a nivel selección en esos 46 años?

Un mejor artículo partiría desde antes, pero yo partiré desde 1998, año en el que Leonardo Cuellar entró como DT de todas las selecciones femeniles. Es increíble que a nadie le hiciera ruido eso: un mismo DT a cargo de todas las selecciones femeniles. ¿Cuándo se ha visto que el DT de la selección mayor varonil esté durante un juego en el banquillo a lado del DT de la selección sub 17? Nunca. Porque son cuerpos técnicos independientes. Chucho Ramírez y el Potro Gutiérrez ganaron sus mundiales sub 17, no Lavolpe, no el Chepo de la Torre. Claro, para eso, hay que invertir en todos los equipos. Pero como hablamos de la femenil, y en esa no se gasta, una sola persona puede, aunque ni siquiera tenga una liga competitiva para mínimo visorear. Por esta razón es que entiendo, aunque no aplaudo, la labor de Cuéllar. Sin recursos y sin liga, se vio forzado a priorizar lo fácil sobre lo bueno, y se tuvo que conformar con buscar hacer lo mejor posible bajo una ley del mínimo esfuerzo. Porque honestamente, el esfuerzo de la FMF con la femenil era, es y ha sido, incipiente. Al cabo que, es la femenil. Al parecer, no importaba, no importa, y no ha importado mucho.

Con esta lógica poquitera y sin un semillero local de jugadoras, consecuentemente sucede lo siguiente:

  1. hay que sacar jugadoras mexicanas de donde sea, y que más o menos jueguen constantemente, o hagan mínimo, deporte. Como no hay muchas en México, y en EEUA el futbol femenil es potencia y masivo, que las mexicanoamericanas que no logren ser seleccionadas allá, se vengan para acá. Como por reglas de FIFA es posible cambiar de selección en tanto que no juegues un partido oficial con la selección mayor, las mexicanoamericanas seleccionadas en las juveniles pero que no logren colarse a la mayor son materia prima. Ni hay que invertir en visorear, ya pasaron un filtro, una selección juvenil norteamericana. Caso de Teresa Noyola y Bianca Henninger, por mencionar algunos ejemplos. Como no hay liga nacional, lo más que se puede ver, es talento en las olimpiadas nacionales. De ahí se complementa lo que haga falta, pero quien sabe si esas jugadoras de la olimpiada entrenen diario, o no. En fin, sólo son complemento.
  2. Como la base titular son mexicanoamericanas, se prioriza lo físico sobre una noción técnica y táctica concienzuda. La mexicanoamericana es generalmente, alta y rápida. Si no lo es, dado que vive en un país con una cultura física de alto rendimiento, aunque no entienda mucho el juego, al menos corre y aguanta sin que tengamos que trabajarla tanto.
  3. Como se prioriza lo físico sobre una noción técnica y táctica concienzuda, parece haber una preferencia por las mexicanoamericanas que por las mexicanas nacidas en México. En esencia, es cuestionable preferir lo físico sobre lo técnico y táctico cuando se juega futbol. Con una lógica así, jugadores como Messi o Iniesta tendrían problemas para ser convocados con sus selecciones. Con una lógica así, se entiende que Johnson y no Ocampo entre de inicio. Es cierto que Ocampo usualmente va por la banda, pero dadas sus características técnicas, podría sin problema jugar como segunda delantera y ser mejor mancuerna para Charlyn Corral. Técnica y tácticamente, es mejor que Johnson, aunque no corra a su velocidad y no tenga su altura.
  4. Como es una selección de mexicanoamericanas (con una aparente preferencia) y mexicanas, se genera una sensación de malinchismo que no logra una verdadera cohesión grupal. El malinchismo es un rasgo, según varios autores como Octavio Paz, inherente y definitorio de la “mexicanidad”. No dudo que exista entre mexicanas al interior de la selección, ni entre mexicanas cortadas de selección por alguna mexicanoamericana un sentimiento de animadversión hacia la “gringa”. Rencillas personales merman el trabajo colectivo. Más, si se considera que hay mexicanoamericanas que hablan poco español o no se saben ni el himno de México cuando llegan a concentración. De igual forma, hablar poco español dificulta todo tipo de comunicación dentro y fuera de la cancha.       
  5. Como se prioriza lo físico sobre lo técnico-táctico concienzudo, y no se termina por tener un equipo completamente cohesionado, se juega “al balonazo” y hay pocas posesiones largas (de al menos más de 6 pases), y un nulo juego intencionalmente combinatorio. Vean un partido de cualquier selección femenil de la era Cuéllar. El 90% de los balones que tienen las centrales, van largo con las extremos, sin transitar en el centro.
  6. Como se juega “al balonazo”, sin posesiones largas, sin una intención combinatoria, y se prioriza lo físico sobre lo técnico-táctico, se ha utilizado el mismo parado, sin variantes, por ya 20 años. El Tri Femenil juega el 99.9% de las veces en un 4-4-2 con dos puntas planas, es decir, sin obligar a una de ellas a sacrificarse un poco más por el centro. Tácticamente, es lo más sencillo. Con un parado así usualmente tienen inferioridad numérica en el centro, por lo que las líneas de pase libres no son obvias, entonces, se prefiere ir largo, aunque nunca atraigan al rival. Jugando así, la zona del centro no es de creación, sino de recuperación de cualquier rebote. De ahí que se prefiera a medias altas y veloces como Nayelli Rangel y Nancy Antonio, sobre jugadoras no tan físicas pero un poco más artesanales como Karla Nieto o gente de la Liga MX como Dirce Delgado de Toluca. Y de ahí que Medina se muriera contra Panamá sin cambiar en lo más mínimo el parado.
  7. Como Leonardo Cuellar dirigió a todas las selecciones, y en la femenil no se invierte, el que fuera cesado no eliminó su escuela (puntos del 1 al 6). Roberto Medina entró en 2010 a selección nacional, pero no dirigió en solitario a la sub 20. Leonardo Cuellar siempre estuvo atrás, en el banquillo, como auxiliar. Y Roberto Medina era el auxiliar de Cuellar en la selección mayor. Por lo que la idea de ambos se puede decir que es una y la misma, y se mantuvo. Leonardo Cuellar fue cesado, sí. Pero su equipo se quedó en selección: subieron a Roberto Medina a la mayor, y dejaron a su hijo, Christopher Cuellar con la sub 20. Así como Cuellar desde el 98 hasta el 2015, cuando lo cesan por no pasar de grupos en el mundial de Canadá y no calificar a las Olimpiadas de Rio 2016, Roberto Medina y Christopher Cuellar fracasaron este año. El primero por no calificar al mundial, y el segundo por no superar fase de grupos, algo que la sub 20 ya había logrado, y despedirse de la justa mundialista con un escandaloso 6-1 ante Inglaterra.

En conclusión, a la FMF nunca le había interesado formar futbolistas mujeres ni invertir realmente en la selección femenil, lo que derivó en una escuela basada en priorizar lo fácil por lo bueno, que acabó por formar equipos deficientes y no competitivos que en un balance general, tienen muchos más fracasos que éxitos. Una escuela que Roberto Medina, hizo suya, la implementó, y sí, lo hizo fracasar de nuevo. ¿Engañados por un falso crecimiento de la Liga MX Femenil? No Medina, tú te engañaste con un falso buen desempeño por ganar centroamericanos, un torneo con equipos carentes y muy deficientes. Te engañaste con una lógica y estilo de juego tan primitivos, causas de múltiples fracasos a nivel selección en estos últimos 30 años, pero que pasaron desapercibidos, porque sí, era la femenil y no la varonil, y a nadie, en realidad, le importaba. Cuando hay desinterés, no hay rendición de cuentas. Por eso es que tanto tú como Cuellar duraron tanto tiempo, porque a nadie le importó analizar su trabajo. De hecho, gracias al verdadero crecimiento de la Liga MX Femenil es que ahora la gente volteó a ver el premundial con tanto interés, y que ahora la gente pone atención a las selecciones femeniles.

Te lo concedo, la Liga MX Femenil no es un semillero para la selección mayor. Pero no porque no haya talento, sino porque como es un proyecto “nuevo” y que hay que “ver que sea rentable”, -meros eufemismos que esconden el “no vamos a invertir mucho en la femenil de inicio” de los altos mandos de la FMF,— esta es una liga juvenil de salarios bajos. Te lo doy, por eso, no hay jugadoras de experiencia en la liga por la edad. Y las que hay, son gente que ya ha estado en procesos de selección anteriormente, es decir, gente con talento desde antes de la Liga, y no por la Liga. No obstante, la Liga MX Femenil es una competición que 1) mantiene a gente de talento de selección en un esquema de alto rendimiento, gente que ha estado y ha sido cortada de procesos de selección como Carolina Jaramillo (Tigres), Tania Morales (Chivas), Fabiola Ibarra (Atlas), por mencionar a algunas, así como gente que no ha estado pero que podrían hacerlo. 2) Muestra parados y funcionamientos tácticos interesantes (distintos al 4-4-2 tradicional), como el de Toluca, por ejemplo. 3) Facilita el visoreo porque agrupa al talento femenil mexicano. Y 4) y más importante,  forma jugadoras en suelo local, algo que la selección femenil nunca logró. En parte, por una total falta de autocrítica, y por no demandarle un poco más a la FMF desde sus puestos. Que quizá la formación la Liga MX Femenil redituará hasta después, sí. Que quizá jugadoras de la Liga MX Femenil se quedaban cortas para este premundial, si, quizá también.

Pero la realidad es que no quisiste ni voltear a ver, ni experimentar, ni ver si había talento en la Liga MX Femenil. Nunca hubo un partido que enfrentara a lo mejor de la liga con la selección que tenías. Engañado, casado con tu escuela, no echaste mano de ellas, porque no quisiste. ¿Querías una reflexión sobre la formación de jugadoras? Te regalo la mía, porque parece que tú mismo no te preocupaste por formar talento, y te fuiste por lo fácil. Reflexionando, y sin engañarse, habrías asumido la culpa en conferencia de prensa, habrías enunciado los problemas de la liga, y habrías dicho que el efecto de la misma se verá en unos años, no hoy. Todo eso es cierto, pero como tú te engañaste, y no te importó la Liga, quisiste quitarte algo de culpa por no verla y utilizarla. Pero, tu declaración fue todavía peor que tu dirección técnica en este premundial. Este fracaso no es falso, es real;  la culpa no es de la Liga MX Femenil, es culpa tuya Medina; y el crecimiento de la liga es real, mientras que el crecimiento de la selección femenil es falso. Muy en el fondo, lo sabes. Pero como te engañas, no te irás por tu propia cuenta, sino que esperarás a que los directivos decidan. Quizá a ellos los engañas, pero a mí y a varios, no: no deberías de continuar al frente del Tri Femenil. ¿Lo has reflexionado?

Por: Ana Salazar

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