Comparar el glamour del cine y el futbol nos puede divertir tanto cómo nos puede poner en conflicto con ustedes. Así que, yendo de súbito a la meca del cine y sus fantasías haremos nuestra ceremonia de entrega a lo mejor de los sueños hechos realidad y el único juez será la Academia para poner en terna u otorgar premios por categoría. ¿Quién será el gran ganador del Óscar?

Hemos visto balones viajar por trayectorias que solo se pueden atribuir a cables o magnetos guiando el camino hacia la red pero el único tiro libre que se recuerda y el ganador de éste Óscar por Mejores Efectos Especiales es el de Roberto Carlos.

Seguiría el de Mejor Maquillaje y Peluquería pero si de cortes, peinados y tintes queremos hablar en las canchas, la academia no se ha atrevido a decir que hay uno mejor o peor que otro. Así pasamos al Mejor Diseño de Vestuario y sin duda en la historia no ha habido suéter con más personalidad que la que le otorgó Jorge Campos a sus uniformes para pararse bajo el marco.

El Mejor Director (técnico) haría, sin duda el Mejor Montaje y nos pondría el dilema de decidir el mejor cuadro en la cancha; Zagallo con el Brasil del 70 o el Barça de Guardiola, ahora que si de Mejor Diseño de Producción quieren comentar, bueno, hay equipos compitiendo con las mejores campañas publicitarias vendiendo algodones en estadios relucientes con butacas climatizadas por un lado y por otro, están los que invierten en las barras y las usan cómo moneda de cambio en lo social, económico y político y en ambos casos las gradas vibran, ustedes inclinen la balanza por la mejor combinación.

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El momento más significativo hará la Mejor Fotografía y la Academia se debate entre la mano de D10s, el 2º gol del Maracanazo o la italianísima tristeza contrastada con la celebración brasileña en el 94.

Y no habrá Mejor Sonido, en el estadio o frente a la pantalla, que ver que tu equipo anota ese gol agónico del empate y luego, contra todo pronóstico, vuelve a marcar y a todos hace gritar ese ¡¡¡¡¡Gooooooooooooolll!!!!! Inolvidable del que todos hablarán.

Para la Mejor Banda Sonora o Mejor Canción Original dejaré de lado a los himnos de los países e iremos directo al más hermoso por lo representativo en lo social y humano, ese «You’ll never walk alone» del Liverpool que se usó desde la cancha para dar apoyo a unos oprimidos obreros desempleados en las gradas y que luego retumbaría para arengar al equipo pero con un origen de solidaridad con los que menos tenían que hoy no hay insensible que no vibre en los momentos de triunfo y derrota escuchando tal canto.

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Para Mejor película de Animación vamos a poner Metegol o Futbolín y daremos su mención de honor a Super Campeones con la que la Academia creció, durmió y soñó por lo menos 15 años. Y cómo en toda premiación debe haber una aplanadora les dejo, Victory.

Porque en Mejor Guion Adaptado, Mejor Película Internacional y Mejor Documental no se ha hecho algo parecido o cercano y ya se imaginarán las ternas a mejor actor, director o actor de reparto.

En este momento de la premiación un inocente leyó y le dio Mejor Guion Original a «Días de futbol» pero saltando desde la tribuna el académico Sánchez da a Rudo y Cursi el galardón pues sucedió un ac-ci-den-tal cambio de tarjetas en una momento que descuidamos al infante de la asociación.

Aquí el premio va para ese Mejor Actor de Reparto, ese que acompaña y pone el
balón para que el otro lo empuje a la red gritando -¡hazte famoso!- y les dejaré a este par de dúos Suárez-Messi y Benzema-Ronaldo para comentar y cerramos la terna con Garrincha-Pelé, sin duda la nostalgia y la calidad determinaran al ganador a pesar de los números ¿o no?

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Para hacer justicia en la categoría de Mejor actriz de reparto y Mejor actriz hoy reconocerá esta ficticia academia el futbol femenil que ha venido creciendo a pesar de un sistema machín que desde muchos frentes y niveles ha hecho todo para impedir su desarrollo.

Estas atletas cada día nos regalan más y mejores momentos futbolísticos en una cancha y habrá que ver lo que sucederá en 160 años de desarrollo cómo lo ha tenido el varonil que en sus inicios estuvo plagado de pifias y vergüenzas; ah, y de peli, bueno se la daría a ¡Quiero ser como Beckham! Pero no está tan buena.

Continúa la función…

Ya nos preparamos para el cierre de esta entrega y quedan los premios más significativos Mejor actor y Mejor película para la ficción cinematográfica pero el futbol es realidad y estos momentos han sido capturados en la historia.

La terna de protagonistas para el Mejor actor va con Pelé cargando a su selección y el sueño de una tercera copa en el 70, una épica descolgada de Diego que culmina en un gol que pone a su selección en la final del 86 y la chilena del mexicano que engendró el palíndroma señor gol al Logroñés y la academia grita -¡Hugol! ¡Hugol!¡Hugol!

Si de dramas en la cancha se trata, bueno, cada encuentro es uno, y creo que hay episodios que desde fuera de ella, la manchan y la deshonran, episodios que van más allá de de ver la pelota rodar.

Por eso al pensar que unos hombres en una cancha enfrentaron a soldados alemanes y a pesar de las amenazas y las consecuencias jugaron para ganar y dar esperanza a otros, el premio a Mejor película se lo lleva Victory, aplausos, estallidos, música, caen papeles brillantes al escenario mientras el director quiere agradecer hasta el último fanático que se quedó en la grada.

Cerramos está premiación anual con la advertencia de que el próximo año habrá una nueva entrega. Siguen cayendo papeles brillantes y la música sube mientras todos celebran el fin.

Por Abraham Alcalá.