¿Jugar en Europa sigue siendo la mejor opción para elevar el nivel del futbol mexicano? El siguiente texto es una pequeña reflexión sobre lo que discutimos en nuestro primer ‘Zona Mixta’ del año; conducido por la experimentada periodista Beatriz Pereyra, de la mano de dos invitados especialistas en datos y en marketing del futbol: Éric Salinas y Víctor Alvarado.

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Jugar en Europa: ¿la mejor apuesta para el futbol mexicano?

Podemos decir que, desde los años 90, la afición mexicana busca ideas para que el rendimiento de la selección nacional –y de la Liga Mx en general–, mejore. Desde ese momento, una de las premisas fundamentales (también encomiada por medios de comunicación y ex futbolistas) para elevar el nivel del tricolor y del futbol mexicano, es que el combinado nacional cuente con una base sólida de los llamados ‘jugadores europeos’, es decir, mexicanos que disputen minutos en el futbol del viejo continente. Actualmente, ¿es necesario que esto ocurra para que el combinado nacional tenga mejores resultados? Vamos por partes.

Bueno, la idea original era: “si el jugador mexicano se va a Europa, va a prepararse, a competir, a ganar mejor”. ¿Cuánto de esto es cierto? Antes, jugar en Europa no significaba tener un gran sueldo. Actualmente, existen muchos clubes mexicanos que pagan igual o mejor que sus similares europeos. 

Otro problema es el nivel de juego. Cuando en México el jugador era titular indiscutible, en su nuevo club tenía que ganar una posición en el 11. Ahora peleaba contra otros más experimentados que no estaban dispuestos a soltar su lugar. Si le iba bien, poco a poco sus apariciones se hacían cada vez más constantes y podía adueñarse de la titularidad. Pero si no, a ‘comer banca‘ y tratar de aprovechar las oportunidades que se le fueran dando.

La Liga Mx no es una liga per se exportadora; esto no es el futbol argentino. Los mexicanos fueron marchándose cada vez más al viejo continente, y las jóvenes promesas, como Diego Lainez o José Juan Macías brillaron en la banca, mientras otros más prefirieron ligas como la MLS.

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Aquí es donde nace la cuestión central que vale la pena replantear: ¿es mejor que un jugador vaya a Europa o se quede en el país? Los medios de comunicación están en un claro bando: la idea de Europa es igual a éxito, está prácticamente tatuada. 

Cada vez que un joven mexicano comienza a desbordar, a sobresalir, a marcar diferencia, se gana el apodo de el “Messi mexicano”. ¿Qué le pasó al último “Messi mexicano”? Ahora está en la MLS con el San José Earthquakes, saliendo por la puerta de atrás de uno de los grandes del país, como lo es Chivas. 

Cabe aclarar, sí hay jugadores que se fueron y marcaron una diferencia, dígase Raúl Jiménez, Javier Hernández, Rafael Márquez, Hugo Sánchez, etc. Pero también hay varios que salieron y terminaron regresando sin pena ni gloria. Lamentablemente, esto último es la tendencia.

Si el futbolista no tiene minutos, el valor agregado que implica estar en el viejo continente simplemente no se ve reflejado en la selección nacional. Ahora, no se trata de ser proteccionistas y que nadie más salga; se busca dejar en claro que irse no es un negocio seguro. Se trata de a dónde te vas y en qué momento de tu carrera te vas. No es ir a cualquier equipo donde las posibilidades de jugar son mínimas, si no ir a un equipo en el que realmente se pueda competir y generar un progreso.

Es momento de hablar de nuevas ideas, de nuevos métodos, de unos horizontes que beneficies tanto a los clubes como a los futbolistas. 

Por: Redacción