Scroll Top
20181116171556

El viernes el Tri femenil sub 17 derrotó a Brasil por la mínima, y se colocó como segundo lugar de grupo con cuatro puntos, detrás de Japón. Las niponas empataron a cero con Brasil, pero barrieron a Sudáfrica 6-0 en su segunda jornada. Lo que deja tanto a Brasil como a Sudáfrica en el fondo del grupo con un sólo punto. No obstante, dado que Sudáfrica recibió seis pirulos, y luce como el equipo más débil del grupo, Brasil aún cuenta con posibilidades de calificar en la última jornada. Si las brasileñas derrotan a Sudáfrica y tienen una mejor diferencia de goles que el equipo perdedor del duelo Japón-México, se cuelan, dejando en el camino a dicho perdedor. Como Japón goleó a Sudáfrica, aunque pierda, cuenta con un buen colchón de goles para calificar. México no. Por lo que su último encuentro es decisivo. No pueden perder. Sólo el empate o la victoria les garantiza cuartos de final independientemente de que haga Brasil.

A diferencia de la varonil, Japón femenil a nivel sub 17 es una potencia: llevan tres finales, y un campeonato mundial. Además, la única vez que el Tri femenil sub 17 se ha enfrentado a Japón, fue en Azerbaiyán 2012. Las niponas pasaron por encima de las mexicanas 9-0. Sin embargo, en la jornada 1 de este mundial, Brasil le sacó el empate a Japón, y el Tri fue muy superior a la Verde-amarela el pasado viernes.

En este duelo, el 11 inicial de Vergara fue prácticamente el mismo, pues sólo hubo una modificación. Repitieron: Jaidy Gutierrez (América) como arquera, Ximena Ríos (América) y Reyna Reyes (FC Dallas) como laterales por izquierda y por derecha respectivamente, Nicole Soto (SoCal Blues) y Tanna Sánchez Carreto (ITESM Puebla) como centrales, Silvanna Flores (Arsenal FC, Inglaterra) y Nicole Pérez (Chivas) como centrocampistas, Anette Vázquez (Chivas) y Natalia Mauleón (Toluca) como extremos por izquierda y por derecha respectivamente, y Allison González (Tigres) como centro delantera. La única modificación fue Vanessa Buso (FC Legends), en vez de Nayeli Díaz (Arsenal FC, EEUA) como segunda delantera. Si bien es cierto que Díaz tuvo un buen partido contra Sudáfrica, tampoco fue tan peligrosa, y salió con amarilla. Supongo que Vergara no quiso que acumulara tarjetas, y además, tenía buenas opciones de ataque en el banquillo para reemplazar a Díaz. De hecho, su modificación redituó: Buso metió el único gol del partido.

Como es costumbre, el Tri se plantó 4-4-2, mientras que Brasil se paró en un 4-3-3. Técnicamente un 4-3-3 supera a un 4-4-2 en medio campo, porque la primera formación cuenta con superioridad numérica en el centro (tres  contra dos). Sin embargo, las dos volantes mexicanas, tanto Vázquez como Mauleón, entendieron muy bien que cuando el balón está del otro lado, hay que cerrar. Lo que le permitió a las dos contenciones, Pérez y Flores no tener un recorrido tan largo así como tener un bloque de recuperación sólido en el centro. Además cuando México tenía la salida, Buso se colocaba entre las contenciones y Allison González (punta), en una especie de 4-4-1, que en el tránsito y flujo de la jugada puede acabar como un 4-2-3-1, haciendo que el Tri cayera muy pocas veces en inferioridad numérica en el centro.

Personalmente, siempre me ha gustado más una formación 4-3-3 porque con lxs jugadorx adecuadxs, es mucho más ofensiva y vertical. Sin embargo, creo que el 4-4-2 de Vergara es lo que mejor provecho le saca a las jugadoras que tiene. Ni Vázquez ni Mauleón son extremos increíblemente veloces, que tiendan a jugar al espacio o a ganar las espaldas de sus laterales. Anette Vázquez centra bien, pero no gana línea de fondo, y tiene más cualidades defensivas que ofensivas. Mientras que Mauleón es mucho más peligrosa cuando dribla y se asocia por el centro que ganando el 1 a 1 en la banda.

Entonces, un 4-4-2 que priorice ataques mediante posesiones largas o más cancinas por encima de latigazos verticales de pocos toques es efectivamente, más cómodo para estas dos extremos, quienes de hecho, juegan incluso muchos minutos a perfil cambiado, con el fin de ir hacia el centro y asociarse antes que buscar ganar los duelos individuales por la banda. Además, este parado logró su cometido: México tuvo más el balón que Brasil de principio a fin. Es más, Brasil tuvo su primera salida limpia hasta el minuto 8, y sólo tuvo una jugada de peligro en el primer tiempo, al 35. México jugó la mayoría del primer tiempo en cancha rival, y Brasil difícilmente salía con balón controlado. Ahora, esto no quiere decir que México haya generado muchísimas oportunidades de gol, pero generó mucho más que Brasil a través del tránsito, y se pudo haber ido al menos 2-0 el primer tiempo.

El gol es un acierto del parado 4-4-2 porque si bien esta formación “tarda” en atacar, porque no es tan vertical, da tiempo para que muchas jugadoras lleguen a pisar el área rival, convirtiendo el 4-4-2 en un 4-2-4, en el que si al menos una contención llega a pisar el área, se puede contar con hasta 4 personas en posiciones de remate. Volanteando, Mauleón recupera el balón en el centro, y le pica el balón a Allison González, que ayudó en labores defensivas, pasa Reyna Reyes, lateral que no se vuelve loca y espera a que Mauleón se rehaga por derecha y la pase, para devolvérsela. Mauleón, con lo hábil que es arrastrando el balón, avanza y jala a tres brasileñas. Se da cuenta que no puede contra las tres, e inteligentemente cede para atrás el balón a Reyes, que estaba sola, y centró. Las tres ofensivas que entraron al centro (González, Buso, Vázquez) temporizaron bien, porque todas llegaron picando de atrás para adelante. González, que iba a primer palo, hace todo por llegar al balón y no lo logra, pero su movimiento mosquea a la portera y la obliga a salir, el balón bota, pasa a ambas, y Buso que venía atrás cierra la pinza. Todavía, si Buso no llegaba, Vázquez cerraba. El gol aparte, llegó en un gran momento, al 42. Por lo que acabó el primer tiempo, y México cerró anímicamente mejor que Brasil.

El segundo tiempo estuvo un poco más partido porque Brasil, obligada a anotar, intentó salir a buscar el partido. Sin embargo, México no se lo permitió. Incluso, México estuvo más cerca del gol que Brasil. En ningún momento se vio el Tri asediado, y mantuvo el control de la posesión los últimos 45 minutos.

Reitero, esta selección es la primera que veo construir desde abajo, y se le debe en gran parte a sus centrales. Aparte de que sus recorridos y coberturas son buenas, tanto Soto como Carreto –habrá luego que preguntarle a Tanna porque trae en su playera el segundo apellido, Carreto, y no el primero, Sánchez— buscan salir jugando antes que reventar. Además, las dos contenciones mexicanas, juegan bien. Nicole Pérez por un lado, es la más artesanal en la construcción del juego, y cuenta con un cambio de juego privilegiado. Mientras que Silvana Flores siendo la mejor recuperadora de balón de las 11, también cumple pasando y yendo al frente. Reyes, si bien fue la que dio el centro de gol, no va tanto al frente como Ríos, pero ambas son muy ordenadas en sus coberturas, lo que le permitió a sus centrales salir cuando las delanteras brasileñas se botaban y no dejar huecos para que les filtraran el balón.

Arriba, Buso le hizo mucho bien al Tri pues retuvo muy bien el balón cuando las centrales decidieron ir largo, fue capaz de jugar de cara con sus contenciones para que ya después ellas orquestaran el ataque, y fue la delantera que se sacrificó más defensivamente. De ahí que se acalambrara en el segundo tiempo y saliera de cambio por Nayeli Díaz. Mauleón, ya lo he dicho, es la mejor ofensiva con la que cuenta Vergara. Vázquez, sin duda mejoró del primer partido a este. Físicamente es de las más completas, y se le agradece su labor y recorridos defensivos, aunque podría ser más lúcida yendo al frente y generar más.

En este partido tuvo un desgaste físico importante,  pero no fue muy peligrosa, razones por las que creo fue sustituida por Noemí Granados (Veracruz) casi al final del encuentro. Por último, Allison González es de esas jugadoras enormes, pero que quizá aún no despierta. Vergara lo sabe, por eso la cambió por Ailyn Avilez justo después de fallar un mano a mano al 68. Ahora, su talento es innegable, y se mueve muy bien. En el primer gol, aunque no la toca, su movimiento es el que saca a la portera y le abre el marco a Buso, pero no ha estado fina. En este encuentro tuvo dos claras, una en el primer tiempo y el ya mencionado mano a mano al 68. No obstante, creo firmemente en que tiene la capacidad para llevar al Tri a otro nivel, y confío en que lo hará contra Japón.

Realmente, este Tri juega bien, sólo le ha faltado la cereza del pastel, sí,  gol. Ciertamente, con un empate a cero contra Japón, México está del otro lado. Sin embargo, por lo visto ante Sudáfrica, las niponas son contundentes y capaces de aprovechar errores en la zaga defensiva. Por ello, será fundamental que México encuentre el gol hoy en su tercera jornada. Me preocuparía si el Tri no generara y no tuviera gente capaz. Afortunadamente, ese no es el caso: sólo falta meterla, y hay gente talentosa para hacerlo. Entonces, vamos por los cuartos, estoy segura.

Por: Alejandra Salazar

Entradas relacionadas