En 1909 algunos diarios de la ciudad de Valencia confirmaron el surgimiento de la entidad deportiva vinculada al deporte, su nombre fue Levante -a la postre se llamó Levante UD- y José Bellester, fue su primer presidente. A la par del surgimiento de este club apareció el Gimnástico, bajo el auspicio del Patronato de la Juventud Obrera, aunque años después se separaría de ella. Ambos clubes jugaron en el Stadium o Vallejo, inaugurado en 1922, su casa.
Dos equipos, una ciudad
Por su parte, Levante logró cimentar una estructura estable, y muestra de ello fue la obtención de la Súper-regional, además eliminó al Barcelona y Valencia de la Copa España. Mientras tanto, el Gimnástico debatía sobre la profesionalización, pues una de las características del club era el espíritu amateur, lo que produjo un debate en el club. Años más tarde, en 1936 inició un periodo tenso no solo para el Levante sino para el país en general: la Guerra Civil española. Conflicto armado que terminó en 1939 con la instauración de la dictadura fascista de Francisco Franco.
En lo que refiere al futbol, la Guerra Civil detuvo la liga profesional española, a pesar de ello el deporte como práctica social y recreativa siguió su curso, un ejemplo de ello fue la Liga Mediterránea, formada por dos bandos, la Federación Catalana y la Federación Levantina, en la que destacan los nombres del Gimnástico FC y Levante FC. De hecho en el año 1937 el Levante ganó la Copa de la República frente al Valencia, todo esto mientras la guerra se llevaba a cabo.
Elegir un camino
El futbol se mantuvo vigente durante esta etapa de la historia española, sin embargo, ello no significó que la guerra o el franquismo cobrara vidas de personajes ligados al futbol. Los casos de Sunyol, presidente del Barcelona que fue fusilado, y Monchín Triana, ídolo del futbol español muerto en Parachuelos, son uno de los tantos ejemplos de esto.
Los destinos de ambos clubes Levante y Gimnástico terminaron por unirse, debido a la difícil situación económica y política después de la Guerra Civil española, creando la Unión Deportiva Levante Gimnástico (UDLG). Una vez finalizada la Guerra Civil la UDLG pasó a llamarse Levante UD, heredando del Gimnástico los colores azul grana que los caracteriza hoy en día; curiosamente los nuevos colores del Levante UD fueron utilizados por primera vez el 21 de septiembre contra el poderoso Real Madrid.
Ya en la década de los 40 y 50 el club granota se caracterizó por sus problemas económicos, a pesar de ello lograron mantenerse en la división de ascenso del futbol español.
Entre tropiezos
La temporada 1962-1963 fue histórica para el Levante UD, pues alcanzaron el tan añorado ascenso a primera división, y gracias a que la gestión económica del club mejoró, lograron mantenerse dos temporadas en el máximo circuito. Por desgracia los resultados no acompañaron al equipo y terminó jugando el partido de promoción —podemos denominarlo como el juego que define el descenso— contra Málaga que los relegó a la segunda división.
Su regresó a la categoría de plata trajo consigo fantasmas que aquejaban la historia del club granota. Poco sirvió el esfuerzo titánico que representó la contratación de Johan Cruyff para la temporada 81-82, la expectación que el jugador neerlandés llevó a Levante fue un aliciente para la afición, pero en realidad el modesto club de segunda división no estaba preparado económicamente para solventar la contratación de Cruyff.
Su estancia será recordada por los jugadores que tuvieron la oportunidad de compartir el campo con él, sin embargo, esto no ayudó a las aspiraciones de regresar a la máxima competición en España. A la postre, las finanzas del equipo y una mala planeación produjeron una debacle que los llevó hasta la Tercera División.
Seguir soñando
Fue hasta el periodo de 1990 a 1995 cuando se consumó el regreso a segunda, recuperando el nivel futbolístico y estableciendo una organización estable en todos los sentidos, el Levante UD gestó el retorno a Primera División, que se dio hasta 2003, dando inicio a la historia reciente del club, caracterizada por sus estancias cortas en primera división.
A pesar de ello, la temporada 2011-2013 se grabó en la historia del club, pues gracias al buen paso en La Liga, accedieron a competencias europeas y Levante UD jugaría la Europa League. En la fase de grupos terminaron segundos, ya en rondas de eliminación directa, dieron cuenta del club griego Olimpiakos, tristemente el sueño terminó en la siguiente fase en la que cayeron ante el Rubin Kazan, hecho que poco importó pues acceder a las competiciones europeas significaba que el Levante UD había logrado su mejor participación en el máximo circuito español.
Por José Macuil García