Abdel Baset Al Sarut nació en Siria en 1992. En ese momento nadie lo sabía, pero el chico tendría talento y determinación. Esto parece ir más allá de una disciplina específica. El primer plano en el que destacó fue en el futbol. Eligió la portería, esa zona de inmensa soledad y enorme carga. Sin embargo, no sólo consiguió afianzarse en la posición, además comenzó a vivir un ascenso de popularidad.
En su país, dedicarse al balompié no es garantía de éxito económico, pero sí es sinónimo de fama. Abdel Baset jugaba en el Al Karamah de Homs, ciudad en la que se convirtió en héroe de múltiples maneras. Además de defender la portería en su localidad, comenzó a tomar tal protagonismo, que representó a su país. Primero en los escaños inferiores, como las Sub 17 o Sub 20. Sus actuaciones esbozaron un prometedor futuro: se le consideró una de las grandes promesas bajo los tres palos, no sólo en su país, sino en toda Asia. Parecía ser sólo el principio de un vertiginoso ascenso, hasta que las cosas comenzaron a complicarse.
Abdel Baset se aleja del arco
En 2011, Siria comenzó a vivir una situación social convulsa: una gran cantidad de protestas antigubernamentales devinieron en conflictos armados entre la oposición y las fuerzas del estado presidido por Bashar al-Ásad. En un inicio, Abdel Baset fue parte de las protestas pacíficas que azotaron al país de Medio Oriente. Sin embargo, conforme el tiempo pasó, su posición comenzó a radicalizarse. Esto se vio potenciado gracias a que su fama aumentó de manera importante debido al papel que tomaba en las protestas, donde apareció como un líder carismático que ya desde antes contaba con cierta popularidad previa, debido a su papel como portero.
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Todo esto ocasionó que fuese detenido por el gobierno de Siria. Esta situación, sumada a la destrucción de la casa de familiares, terminaron por llevar al ex arquero a tomar las armas, como muchos de sus compatriotas. Gracias a que contaba con gran fama entre la gente de Homs, pudo montar su propia milicia: La Brigada de los Mártires de Al Bayada.
El falso vínculo con ISIS
En algún momento, se llegó a vincular a Abdel Baset con el Estado Islámico (ISIS). Esta ala de los conflictos armados en Siria va mucho más allá del gobierno de Bashar al-Ásad y busca establecer un califato islámico en Medio Oriente. Organizaciones como la ONU o Human Right Watch declararon a esta organización como «grupo terrorista». Se caracterizan por ser fundamentalistas con un uso indiscriminado de la violencia que queda documentado en múltiples videos en los que asesinan personas y que son difundidos por ellos mismos. Sin embargo, él negó esto, aunque sí afirmó que llegó a considerarlo, debido a que parecía ser el único grupo capaz de hacer frente al estado sirio.
Luego de su paso a la milicia, sufrió múltiples intentos de asesinato, de los cuales logró salir con vida. En estos años la pelota comenzó a verse distante, para que se le viera más a menudo con armas en las manos. Durante algún tiempo, el documental “Return to Homs” mostraba las últimas noticias que se tuvieran de él.
Finalmente la vida del ex portero terminaría en el lugar donde terminó por convertirse en icono: Homs. A la edad de 27 años sufrió heridas graves en un enfrentamiento en contra de las fuerzas del gobierno sirio. El 8 de junio de 2019 fue herido de muerte en enfrentamientos con el gobierno del aún presidente, Bashar al-Ásad.
A su funeral acudieron miles de personas que lo despidieron como la figura admirada que fue en vida, ya fuera protegiendo a los suyos bajo los tres palos, o con un arma en manos. Con tan sólo 27 años, Abdel Baset fe despedido como un héroe.
Por: Alberto Roman / @AlbertoRomanGar