Apenas tiene 26 años y ya consiguió lo que muchos buscan toda la vida. Ada Hegerberg nos ha enseñado más de una vez que para el éxito no hay edad. Su historia comienza en la ciudad de Molde, al este de Noruega, en julio de 1995. Un año que, por cierto, fue importantísimo para el futbol femenil de su país, ya que la selección nacional se coronó campeona del mundo después de derrotar a Alemania en la final.
¿Cómo se forja una leyenda? Los inicios de Ada Hegerberg
Desde muy niña comenzó a practicar futbol acompañada siempre de Adrine, su hermana mayor. En 2010 llegó al Kolbotn, un equipo del mismo nombre que la ciudad. Un año después ya era titular indiscutible. El 6 de agosto, durante el encuentro frente al Røa, logró hacer una hazaña que se volvería común en ella: un hat-trick. En esa ocasión lo hizo apenas siete minutos después de que el árbitro había pitado el inicio del partido.
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Después de su paso por el Kolbotn, vistió el uniforme del Stabæk FK, y en 2013 el 1.FFC Turbine Potsdam de Alemania se hizo de sus servicios. Al parecer, el estar dentro de una liga más competitiva le sentó bien y tan solo un año después ya se encontraba jugando para el Olympique de Lyon.
En este equipo se desarrolla actualmente y ha ganado cuatro Champions League, además de nueve campeonatos nacionales. Cabe resaltar que todo este éxito de la escuadra francesa no podría entenderse sin el talento y dedicación de la delantera noruega.
Todos estos reconocimientos en colectivo se unen a su gran olfato para el gol y excelente sentido de ubicación para conectar con pelotas importantes. En lo individual, Ada Hegerberg ha ganado distintos premios como los siguientes. En su primera temporada con el Lyon en 2014 se hizo acreedora al título de máxima anotadora de la liga. Otro de ellos ocurrió en 2016, cuando anotó más goles que nadie en competiciones de la UEFA, pasándole encima incluso a Cristiano Ronaldo.
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Sin embargo, el reconocimiento más importante que ha ganado lo consiguió en el 2018. El balón de oro, ese galardón que premia a lo mejor del futbol, por fin abrió su categoría femenil y Ada Hegerberg se convirtió en la primera mujer en la historia en obtenerlo.
Con una sonrisa amplia, cabello hasta los hombros, un vestido dorado y poco menos de 300 goles en toda su carrera, la joven delantera recibió su reconocimiento. Durante su discurso le agradeció a sus compañeras de equipo, calificó este suceso como un gran paso para el futbol femenil e hizo un llamado a todas las jóvenes del mundo a creer en ellas mismas.
Convicciones primero que dinero, premios y fama: un ejemplo de ética deportiva
Pareciera ilógico que después de este reconocimiento y vivir un excelente momento en su carrera futbolística, Ada Hegerberg renunciara a participar en el Mundial de Francia 2019. ¿El motivo? Considera que todavía no hay igualdad de condiciones entre hombres y mujeres.
Algunos pensaron que esta situación se revertiría, ya que, después de que Ada diera a conocer su postura, la Federación Noruega de Fútbol y el sindicato de futbolistas firmaron un acuerdo para la igualdad de salarios entre jugadores y jugadoras. Hegerberg afirmó días después que no todo se trata de dinero.
«Sé lo que quiero y conozco mis valores, por lo tanto es fácil tomar decisiones difíciles cuando tú sabes cuáles son las ambiciones y cuáles son los valores que defiendes. (…) Se trata de ser sincera contigo, ser tú misma”.
Éstas palabras demuestran que para la delantera noruega las convicciones van primero que la máxima justa del futbol y todos los beneficios que pudo haberle traído.
Por: Alejandra Sánchez / @_aredop