Bien dicen, si quieres que algo salga bien, hazlo tú. Pues eso hizo Alcides Ghiggia al escribir con goles su nombre en la historia del futbol. El charrúa no solo le dio a Uruguay una copa del mundo, sino que fue capaz de silenciar a más de 200 mil personas que vieron caer a su selección en el Maracaná. A este suceso, el mismo Ghiggia agregaría lo siguiente: «Sólo tres personas en la historia han conseguido hacer callar el Maracaná con un solo gesto: el Papa, Frank Sinatra y yo».
Ghiggia: un héroe puede ser un humano más
Me recuerdan como héroe, me dicen ‘Maestro’. Yo les digo que no soy ningún maestro, soy una persona como todos ustedes. Tuve la suerte de jugar al fútbol, hacer un gol en la final de la Copa del Mundo y nada más. Son palabras que recurrentemente expresaba Alcides Ghiggia para afianzarse a la tierra, pues si algo caracterizó al charrúa, era su humildad.
Sin embargo, Alcides Ghiggia no puede negar su casta, efectivamente fue un héroe y esa idea nunca cambiará. Prueba de ello, fue su elección como el mejor jugador en la historia de los mundiales, el galardón formó parte de las ternas lanzadas por FIFA rumbo al mundial de Rusia 2018, y superó a Diego Armando Maradona en la votación final.
Un homenaje merecido a quien a lo largo de su carrera no hizo más que amar al futbol. Originario de Montevideo hizo su debut a los 18 años con Sud América, equipo fundado en 1914. A los 22 años, Alcides Ghiggia tuvo la oportunidad de jugar para uno de los clubes más grandes de Uruguay, hablamos de Peñarol. Con el carbonero ganó dos campeonatos uruguayos, el primero en 1949 y el segundo en 1951, para esta fecha Alcides Ghiggia ya era héroe nacional.
Después del Mundial de 1950, Ghiggia se mantuvo solo un año en su tierra natal, después se enfiló a Italia, para jugar con: Roma y AC Milán. En el país de la bota el uruguayo ganó una Serie B con la Loba y una Copa de Europa con Milán. De hecho, mientras se encontraba en Italia, Ghiggia se nacionalizó e incluso jugó para Italia la eliminatoria del mundial de 1958. Su carrera finalizó en Uruguay con Danubio y el club que lo vio nacer Sud América.
Una cita con la historia: el maracanazo de 1950
Después de afianzarse con Peñarol, la siguiente parada era la selección. De hecho este proceso fue meteórico, pues de su debut con selección a la consagración con la selección pasaron 72 días, de acuerdo con datos de Ricardo Hinojosa Lizárraga.
Debuté el 6 de mayo de 1950 en un partido jugado en Sao Paulo, en el que también les ganamos, recuerda Alcides Ghiggia en una entrevista para el portal Depor.com. Y con el poco recorrido que tenía con selección, se embarcó a la aventura llamada Brasil 1950. Cabe aclarar que aquella copa fue distinta a la que hoy conocemos, y no solo por la gesta uruguaya, sino por el sistema de competencia.
Pues los jugaron 16 selecciones distribuidas en 4 grupos, dos de 4, uno de tres y uno con dos selecciones (en este grupo se instaló Uruguay), solo los primeros lugares clasificarían a la siguiente ronda las cuatro selecciones jugarían entre sí para ver quien sumaba más puntos, por lo tanto no habría una final.
El último partido de este cuadrangular fue entre Uruguay y Brasil, a estos últimos les bastaba el empate para ser campeones de mundo matemáticamente. Por esa razón, el Maracaná estaba abarrotado, inclusive se dice que los organizadores tenían todo previsto para entregarle la copa a Brasil.
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Como ya sabemos, la selección uruguaya encabezada por Obdulio Varela y con Alcides Ghiggia hizo cara a la selección y se sobrepusieron al primer (y único) gol acertado por Brasil. Schiaffinno anotó el empate y nuestro héroe Alcides Ghiggia puso el 2-1 que condenó a Moacir Barbosa. Aquel partido con sabor a final, llevo a Ghiggia a la historia, y lo hizo tan solo 72 días después de su debut.
Por: José Macuil García