El alcohol ha sido parte de la estirpe humana desde los albores de la historia. Ha estado unido a todos los ramos posibles de la actividad humana, y el deporte no ha sido la excepción. El futbol tiene en su historial una cantidad enorme de anécdotas que se encuentran vinculadas al alcohol, y grandes próceres del balompié se han decantado por la bebida al momento de elegir entre un trago y el balón.
George Best, el «Quinto Beatle»
Quizá uno de los casos más icónicos en la historia del futbol sea el de George Best. El jugador norirlandés es considerado uno de los mejores jugadores que ha dado el juego. Mítico en el Manchester United, logró ganar muchos trofeos entre los que destacan la Copa de Europa, la Football League First Division y el Balón de Oro (a los 19 años), entro otros muchos. Su fama fue tal que se le considera el primer “rockstar del futbol”, siendo apodado “El quinto Beatle” por esta razón (junto a su melena).
La botella en el centro
Pero esta grandeza no vino sola: al mismo tiempo que ingresaba en el Olimpo del futbol, se fue hundiendo en el abuso del alcohol, como él mismo llegó a declarar en varias ocasiones. Su acelerado ingreso al estrellato vino de la mano de fiestas que cada día se tornaban más salvajes. Testimonio de esto son la gran cantidad de frases que se guardan de él, en las que las bebidas embriagantes ocupan un lugar protagónico: “Tenía una casa en la costa, pero para llegar a ella había que pasar por un bar. Nunca llegué a ver el mar”, “En 1969 dejé las mujeres y el alcohol. Fueron los peores veinte minutos de mi vida” y “Cada vez que entro en un sitio, hay 70 personas que quieren invitarme a beber, y yo no sé decir que no”.
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Cada una de las frases célebres de este ídolo del futbol nos permiten dar cuenta de que para él, el mundo se traducía desde una botella. Era bebedor profesional, que encontró en el balompié el pasatiempo perfecto.
El caso de Best es uno de los menos tristes, por lo menos dentro de su carrera, ya que si bien llegó a afectarlo al final de su carrera (y de forma desastrosa al final de su vida), no sesgó su estatus de ídolo. Fue un crack a pesar de su alcoholismo. Sin embargo, han habido otros jugadores que no han corrido con la misma suerte.
Garrincha: Alcoholismo y futbol
Garrincha es otro caso que combinó el alcohol con las canchas. Mítico por sus gambetas, el brasileño deslumbró a todo el mundo por su enorme talento que se combinaba con una serie de condiciones físicas que habían hecho pensar a todas las personas a su alrededor que no tendría capacidad alguna para el deporte: había padecido de poliomelitis, y tenía una pierna centímetros más grande que la otra. Aún así debutó con un gol en el Botafogo (club con el que pasó casi quince años de su carrera).
No tardó en seducir a los seleccionadores. Fue una parte fundamental de ese Brasil que levantó su primera Copa del Mundo en Suecia 58. Aunque en un principio no estaba planeado que acudiera a la justa debido a los bajos niveles que había demostrado en pruebas psicofísicas que se les realizaron a los jugadores: se necesitaba un mínimo de 128 y Garrincha obtuvo un 38. Sin embargo sus compañeros intercedieron por él y terminó por asistir.
Su juego siguió deslumbrando a la gente en Brasil, donde comenzaron a llamarle “la alegría del Pueblo”. Para el siguiente mundial tomó el papel protagónico con la Selección Brasileña, debido a que O Rey se encontraba lesionado. Fue este su mejor momento: el fue, en gran parte, el mayor artífice del segundo campeonato de la verdeamarela. Chile 62 fue esa cumbre que necesariamente significa, también, una debacle.
Las rodillas de Aquiles
Para el 64 ya era famosa la vocación irrevocable del brasileño por el alcohol, pero en aquel año comenzó a sentir una serie de dolores en las rodillas que comenzaron a agravarse con el tiempo a grado tal que terminó por acudir al quirófano. No volvería a ser el mismo… futbolísticamente hablando, porque fue a celebrar a un bar, luego de veinte días de convalecencia. En 1971 abandonó las canchas para centrarse en los bares, que terminaron por hundirlo. Fallecería el 20 de enero de 1983, anclado en la miseria, debido a su alcoholismo crónico.
Quizá el caso más reciente y sonado en México sea el de Carlos Peña, quien pasó de ser una joven promesa, a difuminarse lentamente en el alcohol. Pero la realidad es que en el mundo del futbol ha habido demasiados casos en los que una carrera brillante se a desperdigado entre botellas, y los casos más lamentables, vidas enteras.
Por: Alberto Roman / @AlbertoRomanGarcia