¡Gol!—Dinenno, de penal. ¡Apenas es el cuarto minuto y Pumas ya va ganando! El empate de la semana pasada preocupó, pero la jornada 2 empieza bien.
El torneo pasado apenas y arañaron el pase a reclasificación en el lugar 11 y luego luego quedaron fuera ante Chivas. Ahora parece que están jugando mejor. El partido está a modo, sobre todo con las nuevas incorporaciones.
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“Querida familia universitaria, les informo que, muy a mi pesar, he decidido dejar la dirección técnica de Pumas […]”. Así, sin más, el Club Universidad Nacional se quedaba sin director técnico solo tres días antes de que empezara el torneo, el 26 de julio de 2020, contra Querétaro. “Seguro que, con este material humano—cerraba Míchel González su mensaje de despedida—Pumas va a conseguir lo que siempre ha ansiado: estar cerca de los puestos de liderazgo y volver a ser campeón”.
Míchel tenía boca de profeta. Cuatro meses después, Pumas saltaba al campo a disputar la final, su primera desde 2015, comandados por Andrés Lillini, DT de emergencia para cubrir el hueco que dejó Míchel; desconocido por todos, excepto por los Pumas más jóvenes.
Cantera: donde los futbolistas se forman
Cuando Rodrigo Ares de Parga tomó la presidencia del patronato del Club Universidad Nacional en 2016, expresó interés por recuperar lo que él llamó el «ADN Puma”: que el club formara jugadores en vez de comprarlos. Hacer de Cantera una escuela y el principal abastecedor de talento joven del futbol mexicano. Gerardo Torrado, Luis García Postigo y, por supuesto, Hugo Sánchez—todos considerados canteranos—tuvieron un importante impacto en España cuando la exportación de jugadores mexicanos era cosa rara. Un prestigio que había perdido.
Rafa Márquez, Andrés Guardado, Javier “Chicharito” Hernádez, Raúl Jiménez, Hirving Lozano… de los jugadores mexicanos en clubes europeos, ninguno era producto del semillero universitario. El último fue el central Héctor Moreno, que en 2007 llegó al AZ Alkmaar holandés y continuó su carrera en clubes como el Espanyol de Barcelona, el PSV Eindhoven, la Roma y la Real Sociedad, entre otros, antes de volver a México en 2021. Dos canteranos más, Efraín Juárez y Pablo Barrera, emigraron al Celtic escocés y al West Ham inglés, respectivamente, pero sin mucho éxito.
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¡Gol! Apenas es la segunda jornada y los refuerzos ya dieron resultado. Dos cero arriba con un cabezazo de Gustavo del Prete, de Estudiantes de La Plata. Ahí está el silbatazo del árbitro. Solo queda probar a nuevas incorporaciones y esperar que nadie se lesione en el segundo tiempo.
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Lillini, especialista en jóvenes
Pumas necesitaba un especialista. En 2017 presentó a Andrés Lillini como el nuevo director de fuerzas básicas. Entre tantas decisiones cuestionables que tomó la directiva de Ares de Parga, ésta parecía un acierto.
Andrés Luciano Lillini, nacido en 1974, en Santa Fé, Argentina, tenía experiencia en dos áreas importantes. Conocía al futbol mexicano. Tuvo un puesto similar en Monarcas Morelia, donde, en una visoría, notó el talento sobresaliente de un jugador bajito de 13 años. Aunque hizo todo por llevárselo, éste terminó fichando por Pachuca y, más adelante, emigró a León. Pero Lillini tenía razón, el joven llegó a portar la camiseta 10 y el brazalete de capitán de su equipo a pesar de que la carrilla por su estatura nunca lo abandonó—toda su carrera le dijeron “chapito”.
Pero Lillini también tenía experiencia en el extranjero. Estuvo a cargo de los equipos inferiores de Boca Juniors de 2007 a 2011, de donde surgieron futbolistas como Nico Gaitán, que emigraría al Benfica y al Atlético de Madrid, y Ever Banega, histórico del Valencia. De 2011 a 2014 trabajó en el CSKA de Moscú, donde descubrió a Aleksandr Serguéyevich Golovín, hoy mediocampista del AS Mónaco y seleccionado ruso.
Cuando Míchel renunció sin dar muchas explicaciones, Lillini fue candidato instantáneo para dirigir al primer equipo varonil como interino.
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¡Salvio! ¡Otro de los refuerzos! ¡3-0 ya! ¡Pumas se ve poderoso! ¡Llegamos a otra final, seguro! Momento, que ataca León…
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Las Remontadas
Esa primera temporada de ensueño sería la mejor de Lillini hasta ahora; pero el cariño de la afición por el argentino no disminuyó demasiado, gracias, más que nada, porque convirtió a Pumas en sinónimo de remontadas épicas.
Fue una goliza en el Azteca. Los cementeros habían logrado un 4-0 en el partido de ida y muchos veían al de vuelta como un mero trámite. A ver cuántos goles puede meter Pumas en el partido de vuelta antes de que se acabe el tiempo.
Pero ese 6 de diciembre de 2020, en el Estadio Olímpico Universitario, los auriazules lograron el milagro ante una afición fantasma por las restricciones de la covid-19, que aún estaban en pie. 4-0 a favor. Dejaban a los cementeros en el camino y accedían a la final. A solo unos cuantos meses de encargarse del primer equipo varonil, Lillini era, como mínimo, técnico subcampeón.
Casi un año después, el 7 de noviembre de 2021, habiendo logrado solo un puñado de victorias en el torneo regular, se jugaba el pase a liguilla. Cruz Azul volvía a ser el rival. Otras 4 anotaciones—y 3 en contra—amarraba el pase a la liguilla para Pumas y volvía a dejar a los cementeros a merced de las burlas.
Las remontadas no eran solo nacionales. Ya en 2022, en la Concachampions, Pumas remontó un 3-0 contra el New England Revolution y llevaba al partido a los penales, donde conseguiría la victoria; impulso que los llevó a hasta la final contra los Sounders de Seattle, la más reciente de Lillini, que perdió. El precio fue alto, los Sounders se convertían en el primer club norteamericano en ganar el torneo, y las críticas le llovieron.
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Bueno, León nos anotó solo un minuto después del gol de Salvio, pero ¿y qué? La ventaja todavía es de 2. Al rey de las remontadas no le remontan.
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Partidos contra su propia directiva
Quizá, otra parte del cariño que la afición Puma le tiene a Lillini sea porque siempre parece batallar contra su propia directiva. Cuando parece haber logrado un equipo sólido, competitivo y ganador, le venden jugadores clave.
Ha visto partir a elementos como Juan Pablo Vigón y Carlos González a Tigres, y a Eric Lira, que él mismo debutó, a Cruz Azul. A cambio, le han traído refuerzos muy cuestionables, algunos de los cuales militaban en la tercera división de Brasil, y otros de edad avanzada y cerca del retiro. Sin embargo, también recibió un refuerzo que nadie, ni el mismo Lillini, se imaginaba.
Después de un larguísimo proceso de fichaje, el brasileño Dani Alves dejó Barcelona para incorporarse a las filas auriazules y le inyectó una confianza tremenda al equipo. Confianza que se vendría abajo en un abrir y cerrar de ojos cuando visitaron el Camp Nou para disputar el trofeo Joan Gamper, el 7 de agosto, contra el Barcelona de Xavi.
Los blaugrana exhibieron la endeble defensa Puma. No solo fueron los 3 goles a los 10 minutos de juego, o los 4 al terminar el primer tiempo, sino que los hicieron parecer un equipo amateur. Antes de que acabara el partido, Pumas recibió 2 anotaciones más de un Barcelona que jugaba a medio gas. La imagen del club no mejoraría cuando salió a la luz un video de los jugadores universitarios haciendo fila para tomarse una foto con Xavi, como Mickey Mouse en Disneylandia.
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¡No puede ser! ¡3-3 después de ir 3-0 arriba! ¿Qué les pasó? Un Pumas el primer tiempo; otro totalmente distinto el segundo.
¡Defensa endeble! ¿Qué haces, Freire? ¡Otra cosa sería si el «Palermo” Ortiz no estuviera lesionado! ¿Qué nos espera en la temporada?
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El Apertura 2022 ha sido un torneo extraño para Lillini y sus Pumas—grandes promesas, pobres resultados. En la segunda jornada, parecía que el equipo volvía a la senda del triunfo; el famoso underdog: el rival a vencer a pesar de sus carencias y poco presupuesto, con rachas capaces de alzarlo hasta la cima. Todo se desmoronó en 25 minutos en otro Nou Camp.
Tras lograr una ventaja de 3-0, el León les empató en un partido que marcaría la pauta para el resto de la temporada—volverían a encontrar el triunfo diez jornadas después.
A pesar de los altibajos, Andrés Lillini ha mantenido la filosofía que lo trajo a Pumas: la escuela, el trabajo con los jóvenes. Ha debutado a no menos de 15 jugadores provenientes de cantera, aproximadamente 1 cada 5.28 partidos, según un cálculo del Diario AS, el Director Técnico que más lo hace. “Cuando alguien de fuerzas básicas debuta en el primer equipo […], la afición lo siente de otra manera”, dijo, cuando aún era Director de Fuerzas Básicas de Pumas.
Ahora, Pumas se juega—otra vez—el pase a liguilla gracias al repechaje del formato tan generoso de la Liga BBVA MX. Todavía falta para que el contrato de Lillini, que tiene un total de 32 partidos ganados, 32 perdidos y 35 empatados, se termine. Su amor por Pumas parece ser genuino. Si éste será recíproco hasta que llegue el día, el 31 de diciembre de 2023, está por verse.
Por Patricio Bidault / @pbidault