En la temporada 1969-70 los Leones conocieron uno de los pasajes más oscuros en toda su historia, al ser relegados a la tercera división. No sería hasta la 1974–75 que el club lograría retornar a la élite del futbol inglés. El conjunto de Birmingham llevaba cerca de 70 años sin hacerse con una liga; 1910 suponía la última gran gloria, así como el comienzo de una sequía cuyo fin no alcanzaba a vislumbrarse en el horizonte.
Ron Saunders y el Aston Villa
Este es el escenario de fondo para la temporada de 1980-1981. En aquella edición lograron hacerse de la liga, con una suma total de sesenta puntos, cuatro por encima de su competidor más cercano, el Ipswich Town. Gran parte de esta hazaña estuvo unida al trabajo de Ron Saunders, quien llegó al club ocho años atrás y fue parte fundamental del ascenso del club al máximo circuito. Además de esto logró darle al Aston Villa dos copas de la liga.
Uno de los grandes méritos de Saunders fue la capacidad de hacer que sus jugadores tuvieran un perfecto conocimiento de dónde estaban el resto de sus compañeros. El club campeón de aquella temporada fue construido cuidadosamente por el entrenador en poco menos de una década y en aquel torneo hizo uso de sólo catorce jugadores, de los cuáles siete (Des Bremner, Gordon Cowans, Ken McNaught, Dennis Mortimer, Tony Morley, Jimmy Rimmer y Kenny Swain) estuvieron presentes en todos los encuentros.
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Aunque en aquel momento la Copa de Europa solamente tenía un participante por país, en la edición 1981-1982 acudieron dos clubes ingleses: por un lado el Liverpool, defensor del título, y por el otro Aston Villa, como monarca de la primera división de Inglaterra en la temporada anterior. Los Villanos desempeñaron un papel extrarodinario en la máxima competición de Europa, en contra de todo pronóstico: en el camino dejaron al Valur de Islandia con un global de 7-0.
Los cambios
En octavos de final vivieron quizá el momento más complejo del torneo, al verse el rostro contra el Dinamo de Berlín, con quienes empataron a dos. Para suerte de los oriundos de Birmingham, el criterio de desempate fue el el gol de visitante, lo que les dio el pase a los cuartos de final, donde vencieron al Dinamo de Kiev con un marcador de 2 – 0.
Fue justamente en este punto, en el que las cosas comenzaron a complicarse para el Aston Villa. El desempeño del club en la liga local se desplomó y las consecuencias no tardaron en llegar.
Debido a esta situación el dueño del club en aquel momento, Ron Bendall, comenzó una renegociación de contrato con Ron Saunders que terminó con él despido de éste último. Tras casi una década al frente del club, el responsable de resucitar a los Villanos y darle a la afición una de sus grandes épocas, se iba por la puerta de atrás. “Pensé que pasaría el resto de mi carrera en Aston Villa” llegó a declarar el entrenador.
Nigel Spink
26 de mayo de 1982. El arquero Nigel Spink tiene sólo 24 años y su nombre es una metáfora del anonimato: lleva un lustro vistiendo el jersey del Aston Villa y sólo ha disputado un encuentro en todo este tiempo. Jimmy Rimmer es el titular indiscutible debajo de los tres palos y a Spink no le queda otro remedio más que esperar pacientemente su momento.
Su club nunca ha llegado a una final de la Copa de Europa. El Stadion Feyenoord, en Rotterdam, es el escenario en el que los Villanos van a debutar en éstas instancias. Al frente del club se encuentra Tony Barton, quien fuese auxiliar de Ron Saunders, que terminó por abandonar al conjunto de manera abrupta apenas unos meses atrás.
En la liga inglesa el club se encuentra en el ecuador de la tabla: es imposible que refrende su título. Por si todo lo anterior fuese poco, el rival a vencer es el Bayern Múnich, que cuenta entre sus filas con figuras como Rummenigge, Paul Breitner o Klaus Augenthaler. Claramente la Copa de Europa es todo lo que queda al conjunto en ese momento. El debut de Nigel Spink deberá esperar otro momento. Se sienta en la banca como lo ha hecho durante los últimos cinco años.
El minuto 9
La llegada del minuto nueve reconfigura todo. Jimmy Rimmer no puede continuar. El cancerbero indiscutible, el que sólo se ha perdido un juego en todo el tiempo que lleva en Villa Park, debe salir al inicio del que podría ser el encuentro más importante en la historia de su club. Nigel Spink, con sólo noventa minutos de juego en media década, resguardará la red del Aston Villa el resto del partido.
La memoria y las crónicas rescatarán para el futuro la actuación de Spink, que será definitivo y definitorio para la única Copa de Campeones de Europa del club. Aunque Peter Withe hará el único gol del encuentro, aquel que hará campeones a los Villanos, el arquero es recordado como uno de los grandes protagonistas de aquel encuentro. Incluso terminará por quedarse con la portería del Aston Villa.
Aquel día, sin saberlo, un arquero que no figuraba de ninguna forma en la historia de su club, pasó a ser protagonista del trofeo más importante, hasta el día de hoy, que el conjunto de Birmingham tiene en sus vitrinas.
Por: Alberto Román / @AlbertoRomanGar