Atalanta: el efecto de Gian Piero Gasperini

Por rabona Historia Texto 16 marzo, 2021

14 de junio de 2016, sin duda, una de las fechas más importantes en la historia del Atalanta. Aquel día el club de Bérgamo hizo oficial la contratación de Gian Piero Gasperini, estratega italiano quien ha dejado un efecto particular para consolidarse como uno de los mejores directores técnicos del futbol italiano en la actualidad.

¿Quién es Gasperini?

Previo a su arribo a Bérgamo en la temporada 2016/2017, Gasperini fue un nómada tanto como jugador como entrenador. Con el balón en sus pies, surgió de la cantera de Juventus escalando en todas las categorías inferiores sin poder debutar con el equipo mayor.

Al no poder consolidarse con los de Turín, jugó en varios equipos italianos, teniendo sus pasos más concretos en Palermo y Pescara. No obstante, al momento de colgar los botines y convertirse en estratega regresó a las inferiores de la Vecchia Signora.

Decidió probar nuevos aires y logró ascender al Crotone de la Serie C a la Serie B (2003/2004). Más tarde arribó al Genoa, equipo al cual ascendió de la Serie B a la Serie A (2006/2007) y mantuvo un paso notable terminando en el quinto peldaño, mejor posición del equipo en 19 años (2009/2010) y accediendo a la Europa League.

Tras su éxito en Genoa, fue contratado en la temporada 2011/2012 para dirigir al Inter, sin embargo, su suerte no fue la misma y fue despedido luego de cinco partidos (perdiendo cuatro y empatando uno). Tuvo un paso discreto en Palermo y un eficaz regreso a Genoa, antes de, finalmente, arribar en Bérgamo.

**Una Dea (diosa) histórica**

Con la llegada de Gian Piero Gasperini al Atalanta en la temporada 2016/2017, de igual manera, aterrizaron los éxitos en territorio lombardo. Esto gracias a una sensacional sinergia entre la directiva, dirección deportiva, Gasperini y sus dirigidos.

A pesar de que el DT tuvo un comienzo complicado, perdiendo cuatro de sus primeros cinco partidos, el equipo confió en él y lo respaldó (contrario al Inter). Dicho respaldo rindió frutos, pues tan solo en su primera temporada el equipo terminó en la cuarta posición de la Serie A, accediendo a Europa League.

El cuarto lugar le valió a Gasperini regresar al Atalanta a competencias europeas por primera vez en 28 años. Desde entonces el equipo ha ido en ascenso (a excepción del séptimo lugar en la 2017/2018), terminando las temporadas 2018/2019 y 2019/2020 en tercera posición.

Alcanzaron un subcampeonato de la Copa de Italia y participaron en la primera edición de UEFA Champions League en su historia. Durante el campeonato europeo lograron sorprender al mundo, accediendo a octavos de final después de haber perdido los primeros tres encuentros del torneo. Incluso lograron dominar al Valencia y estuvieron a solo unos instantes de eliminar al PSG y acceder a semifinales en su primera temporada del máximo circuito europeo.

Claves del éxito nerazzurri

Los recientes logros del Atalanta son resultado de una combinación de factores entre los que destaca el ímpetu del presidente, Antonio Percassi, por impulsar al club a alcanzar su máximo potencial mediante un eficiente manejo de finanzas.

Sumado a esto, una dirección deportiva eficaz, siendo famosa incluso por sus inteligentes fichajes, monitoreando mercados no tan explotados o conocidos y obteniendo diamantes en bruto de la talla de: Alejando “Papu” Gomez, Duvan Zapata, Luis Muriel, Marten de Roon, solo por mencionar algunos.

Además, la misma dirección deportiva ha sido la encargada de vender jugadores a un precio mucho mayor al precio de adquisición que ellos financiaron. Finalmente, la apuesta por el desarrollo de jugadores jóvenes ha logrado que se consoliden como una de las mejores canteras de Italia. De dónde han salido nombres como Franck Kessie, Giacomo Bonaventura, Simone Zaza, Mattia Caldara, etc.

De esta manera, el Atalanta se posiciona como uno de los equipos más competitivos del Calcio en los últimos años. Cubriendo de manera admirable la mayoría de los frentes que lo conforman y, por supuesto, teniendo el futbol ofensivo de Gian Piero Gasperini como la joya de la corona.