El 17 de julio de 1994 se jugó la final del Mundial de Estados Unidos entre Brasil e Italia. Entre los once que vestían de amarillo, se encontraba José Roberto Gama de Oliveira, mejor conocido como Bebeto. Aquel día se consagró campeón del mundo. Cinco años después el brasileño jugaría en Nezahualcóyotl, en uno de los fracasos más grandes de su carrera… Y de Toros de Neza.
¿Dónde estaba Toros Neza?
El equipo del Estado de México tuvo un ascenso vertiginoso dentro del futbol mexicano. Le faltaron apenas unos años para poder asentarse en la primera división de nuestro país y poder ingresar a la liguilla, pero sobre todo, para ganarse el corazón de los aficionados. Se hicieron de un nombre dentro del campo, sobre todo por la garra y fuerza con la que jugaban.
Aunque tuvieron varios entrenadores, sin lugar a dudas fue Enrique Meza el más destacado, ya que logró llevar al equipo a su punto más álgido, cuando disputaron la final contra Chivas del Verano del 97. Además dentro del campo había jugadores a los que la afición cobijó y que todavía hoy son estandarte de la mejor época de Toros Neza: Miguel Herrera, Memo Vázquez, el Pony Ruiz o Pablo Larios.
Sin embargo, las cosas comenzaron a desdibujarse luego de aquella tarde de junio del 97. Quizá el marcador global (7-2 favor Guadalajara) era un presagio de lo que estaba por venir. Al poco tiempo Meza se fue del equipo y para el 98 uno de los máximos ídolos del club partía rumbo a Monterrey: Antonio Mohamed.
Bebeto y Toros Neza
El club no se quedó con los brazos cruzados y en 1999 se enunció un fichaje que parecía inverosímil para un conjunto que peleaba por no perder la categoría. Bebeto era una de las figuras de la Selección Brasileña y las expectativas eran gigantes. Por cuatro millones de dólares el delantero jugaría durante dos años con el club del Estado de México.
Lo que parecía un cuenta de hadas, pronto comenzó a desmoronarse. Para comenzar el astro brasileño llegó apenas tres días antes de que el torneo comenzara, por lo que se perdió el primer encuentro de la liga. A esto se sumó más adelante que, debido a la urgencia de sumar puntos para evitar el descenso, el club impuso medidas disciplinarias a los jugadores, debido a los malos resultados. Entre éstas se encontraban el recorte de sueldos.
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El ambiente al interior del vestidor no era de lo más amigable y por si fuera poco el brasileño sufrió de un asalto, por lo que la idea de abandonar el barco apareció pronto. Dentro de la cancha las cosas no iban mejor, con un equipo que no conseguía emular los éxitos conseguidos en el 97. La situación no dejaba de empeorar y a medio torneo Bebeto sufrió de una misteriosa lesión que agravó las tensiones al interno del club.
La relación con la directiva era un ir y venir debido a los adeudos que había con los jugadores. Bebeto solicitó apoyo de la FIFA y la Concacaf para que le pagaran. Finalmente le dieron al brasileño el sueldo de aquel año y no volvió a vestir el jersey de Toros Neza.
Aunque la llegada de Bebeto se perfilaba para ser una de las más grandes contrataciones del futbol mexicano, finalmente fue un desastre absoluto. El club terminó por descender al poco tiempo y terminó por desaparecer, mientras que la estrella brasileña siguió su camino por Japón, Brasil y Arabia Saudita.
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Por: Alberto Roman / @AlbertoRomanGar