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Bibiana Steinhaus

Bibiana Steinhaus es todavía una excepción. Es esa figura que se aleja de la curva de Gauss, sólo que en este caso no representa un problema, sino una alegre desviación. La árbitra alemana es reconocida a lo largo del globo no solamente por su excelente trabajo dentro del mundo del arbitraje (esa sección del futbol de por sí ya vilipendiada), sino que a esto debe sumarse el hecho de que se convirtió en la primera mujer en dirigir dentro de la primera división alemana masculina.

Aunque su primer empleo es el de policía, desde el 99 ha participado con regularidad en los partidos de la Bundesliga femenil, donde ha destacado por su gran personalidad al momento de saltar al campo de juego. En el 2001 comenzó a pitar en partidos masculinos de la tercera división, la Regionalliga. Antes de que ella fuese la máxima autoridad dentro del campo de juego ya había antecedentes de estas posibilidades. Como mejor ejemplo el desempeño de Gertrude Regus, quien hizo varias apariciones como juez de línea en el el máximo circuito teutón a mediados de los noventa, o Nicole Petignat, que fue la primera mujer en dirigir un partido varonil organizado por la UEFA, además de ser una árbitra regular dentro de la Primera División de Suiza.

Su gran salto a la Bundesliga masculina se dio hace relativamente poco tiempo: El 10 de septiembre del 2017 Bibiana Steinhaus saltó al campo de juego como la árbitra central del encuentro entre el Hertha Berlín y Weder Bremen. El encuentro terminó en un empate a unos, donde Steinhaus pasó completamente desapercibida, situación que en otros muchos rubros del balompié sería un saldo negativo, pero en el caso del arbitraje suele ser considerado como algo positivo.

Censura en Irán

Su buen debut en el máximo circuito masculino la hizo una habitual. Todo parecía indicar que su carrera como jueza dentro de la cancha no atravesaría más dificultades que las usuales, sin embargo este fin de semana su nombre comenzó a verse de nuevo en los portales de noticias deportivas, y desgraciadamente no tuvo nada que ver con su desempeño. La televisión iraní decidió cancelar la transmisión de de un partido de la Bundesliga porque el arbitraje corrió a cargo de una mujer. El encuentro entre el Augsburg y el Bayern Munich  terminó con un marcador de 2-3 a favor de los bávaros, pero en realidad el protagonista en esta ocasión no fue el balón.

Las políticas de Irán ha sido señaladas en múltiples ocasiones por su corte profundamente conservador, cuyas raíces se encuentran en el sometimiento del poder político a las jerarquías religiosas que comandan aquel país. Uno de los sectores que más padecen en este sentido son las mujeres, que se ven sometidas a un profundo machismo que se encuentra respaldado por las leyes.

Checa otro caso similar de machismo y misoginia, esta vez en Afganistán.

Son justamente estas leyes las que imposibilitaron que el partido de la Bundesliga varonil fuese televisado, debido a las normas de vestimenta que se suelen aplicar a las mujeres. Estas exigen que la mujer se vista de forma tal que solamente pueda contemplarse su rostro, debido a que se suele considerar que enseñar parte del cuerpo como el cuello, el cabello o los tobillos pueden invitar a la juventud a la promiscuidad.

Bibiana Steinhaus apareció en el encuentro del fin de semana pasado con la vestimenta habitual del arbitraje: playera negra de manga larga, short deportivo negro y medias del mismo color. Lo único que se alcanzaba a divisar del cuerpo de la teutona era del cuello para arriba y sus rodillas. El absurdo se explica solo.

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Pensar las consecuencias

Vale la pena preguntarse si es posible que este tipo de suceso pueda tener alguna consecuencia sobre las posibilidades de las mujeres en el arbitraje (y el futbol en general) no solamente en Irán, sino también en en Alemania o el resto del mundo, ya que esto sienta en precedente de un producto (el partido como tal) que es rechazado por machismo (la aparición de una mujer como árbitra). Lo que podría a llegar a generar que quienes controlan este tipo de situaciones excluyan a las mujeres de determinados eventos con la intención de que las ventas no sufran contratiempos.

Por: Alberto Roman / @AlbertoRomanGar

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