El 3 de abril de 1905, Esteban Baglietto, Alfredo Scarpatti, Santiago Sana y los hermanos Teodoro y Juan Antonio Farenga se juntaron en el barrio de La Boca con la intención de formar su equipo de futbol, uno que representara mejor su carácter y mística. El deporte traído por los ingleses al puerto de Buenos Aires se convertía en una epidemia por todo el país del Río de la Plata.
Los jóvenes, como tantos otros habitantes de La Boca, eran hijos de inmigrantes italianos. Genoveses, para ser precisos. En los clubes de futbol, los argentinos encontraban maneras de identificarse y representar sus raíces y sus comunidades. Nuestros protagonistas se juntaron primero en la casa de Baglietto para terminar la discusión en la Plaza Solís.
Para dotar de identidad al nuevo equipo, barajaron varios nombres: Defensores de La Boca, Hijos de Italia, Estrellas Italianas… Al fin y al cabo, sus padres y la gran mayoría de las personas de su barrio eran italianos. Pero ellos ya no. Ellos eran argentinos, por lo que Italia quedó descartado del nombre. Boca era su hogar, un barrio bravo y de mala reputación, pero al que pertenecían con orgullo. Finalmente, el Juniors llegó como parte del legado inglés del juego, y también como una manera de aminorar el efecto que generaba la reputación del barrio de La Boca.
Con el nombre elegido, solamente faltaban los colores. Los primeros uniformes incluyeron una playera rosa, otra con tres rayas verticales y una última con una treintena de rayas celestes. Para el creciente número de la familia boquense, los colores no convencían.
Sin embargo, Juan Bricchetto, primer presidente de la institución y trabajador en los puertos dio con la solución. Adoptar definitivamente el azul y amarillo inspirado en los colores de la bandera de un barco sueco atracado en La Boca, por lo que desde entonces los xeneizes visten con esas tonalidades.
Lee más: Maradona despidiéndose en un Superclásico
Muchos clubes se fundaron en esa época, pero pocos como Boca Juniors se mantuvieron para convertirse en uno de los equipos más emblemáticos del futbol mundial: con 47 títulos nacionales y 18 internacionales, es el equipo más ganador del continente americano.
Por sus filas han pasado hombres que le han dado al futbol grandes momentos de gloria, como: Juan Román Riquelme, Diego Armando Maradona, Carlos Tévez, Martín Palermo, Antonio Rattín, Carlos Bianchi, Alfio Coco Basile, Carlos Bilardo, César Luis Menotti…
Su estadio, La Bombonera, único en su diseño gracias a un error de cálculo arquitectónico, es una catedral del futbol que muchos describen como el estadio más imponente al que se han tenido que enfrentar. Su barra de aficionados, La Doce, le da nombre a todo el concepto de lo que debe ser un hincha con su club.
Tratar de explicar la historia de Argentina o del futbol sin el aporte que ha hecho el Club Atlético Boca Juniors es imposible. Lo que empezó como un sueño o un ideal para los jovencitos fundadores se convirtió en una realidad que a muchos argentinos les da una identidad y una razón de vida. En el libro Boquita, Martín Caparrós cuenta la anécdota de un hombre que ya estaba harto de Buenos Aires: la falta de empleo, el tránsito, la contaminación. Que muchas veces se había querido ir e igual número de veces había desechado la idea, pero no se imaginaba faltando a La Bombonera. Eso es Boca Juniors.
Por Bernardo OV