El imaginario colectivo que respalda la historia del futbol guarda dos tipos de jugadores: los que trascienden dentro de la cancha y los que lo hacen fuera de ella. Los primeros son aquellos que realizan jugadas inimaginables y que transforman una fecha común y corriente en un momento inmortal.
El otro tipo de jugador que se recuerda siempre, es aquel que realiza cosas distintas fuera de la cancha, su actitud se queda para siempre en la memoria del hincha. Carlos Caszely pertenece a una especie en peligro de extinción. Jugador diferente dentro y fuera del campo, recordado por su instinto de gol y por esa jugada clave -fuera del césped- en la que se opuso al régimen de Augusto Pinochet (1974-1990).
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¿Quién es Carlos Caszely?
Carlos Caszely era un joven lleno de talento que debutó en el balompié chileno en 1967 con el Colo-Colo. Sus habilidades le valieron el apodo del Rey del metro cuadrado, debido a la destreza con que sorteaba rivales en espacios pequeños.
Caszely fue congruente desde el principio. Dentro y fuera del campo era él mismo; apoyó el gobierno de Allende y la candidatura de Gladys Marín. Se negó a jugar esa burlesca clasificatoria frente al fantasma de la URSS en el Estadio Nacional donde días antes la dictadura torturó a Víctor Jara y a cientos más.
Uno de los momentos más duros en su carrera fue el secuestro de su madre. Aunque no se reveló información, distintas voces atribuían al golpe de estado esa sucia jugada, una falta cometida por la espalda.
La gambeta que enmudeció un estadio
Carlos Caszely se sobrepuso y no se inclinó ante nadie. En una jugada poco creíble para cualquier espectador, el Chino hizo lo que un genio suele hacer si frotas la lámpara: encaró al rival, escondió sus nervios y desapareció el miedo de su mirada. Con una habilidad increíble en el mano a mano frente a Pinochet, dejó que pasara de largo sin estrechar su mano.
Todos guardaron silencio. De aquel insulto, de aquel regate, nadie habló. Carlos Caszely demostró de nuevo la congruencia y la fiereza de un delantero bárbaro.
Luego vino la eliminación del Mundial de 1974 y el veto de la Selección (1975-1979) cuando ya militaba en el balompié español. Su rendimiento seguía siendo increíble. Distintos analistas dicen que Chile hubiera estado en la Copa del Mundo de Argentina en 1978 de la mano de Caszely, sin embargo, su antipatía por las dictaduras pondría en duda su participación. Años después se miró la cara de nuevo con Augusto y la conversación fue tétrica pero breve.
De su carrera futbolística podríamos remarcar la etapa en la que fue el máximo artillero de la Selección chilena, aún cuando fue vetado de nuevo en 1983. También debemos mencionar su retorno a Colo-Colo, pues les brindó goles, campeonatos y alegrías.
Tras su retiro, Caszely no se rindió, siguió dando el ejemplo. Se licenció en educación física mientras estuvo en Chile, y cuando emigró a España se graduó en administración de Empresas. No contento con ello, al regresar a su país natal a los 45 años, finalizó sus estudios en periodismo. Continuó nutriendo su conocimiento y cuando llegó el momento dijo NO a Pinochet y obtuvo la más grande victoria del pueblo chileno, terminó la dictadura.
Por Jorge Emilio Mendoza Piña @georgehatetweet