Se terminó el Clausura 2014 y, en ese momento, el León repitió una hazaña que solo pudo ser cumplida por los Pumas de Hugo Sánchez: ganar el bicampeonato. Con poco más de un año en Primera división, el equipo del bajío se plantó con fuerza en la Liga Mx con jugadores como Luis Montes, Rafael Márquez, José Juan Vázquez, Mauro Boselli y su goleador del torneo: Carlos el Gullit Peña. Hoy poco queda de ese icónico jugador el cual, lamentablemente, se unió a la lista de los que pudieron ser grandes y se quedaron en la medianía.
Carlos el Gullit Peña, una extraña metamorfosis
Oriundo de Ciudad Victoria, Tamaulipas, Peña es el menor de cinco hermanos. De acuerdo con sus padres, desde pequeño demostró talento para el balompié. Destacó en las ligas locales de Tamaulipas y con ello logró atraer la mirada de Ángel González, visor a quien se le adjudica el descubrimiento de Cuauhtémoc Blanco. En pocas palabras, la carrera de Peña solo podía ir hacia arriba.
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La siguiente parada fue Pachuca. En la bella airosa fue donde comenzó a dar chispazos de talento. Zancada larga, movilidad, buen trato del balón y llegada al área fueron algunas cualidades que lo caracterizaron. Con los Tuzos se mantuvo solamente un año, pues se fue a préstamo al Club León.
En Guanajuato pudimos ver al máximo su talento. 164 partidos, 42 goles y 10 asistencias marcaron su estadía entre 2011 a 2015. Durante este lapso, Gullit hizo dupla con uno de los finalistas del Clausura 2019 y todo un estandarte esmeralda: Luis Montes. La dupla Montes-Peña en el mediocampo fue fundamental para que el León lograra el bicampeonato entre 2013 y 2014 (recordemos que en México hay torneos cortos).
El equipo de Matosas desempeñaba un juego dinámico y ofensivamente atractivo. Para que este sistema se pudiera llevar a cabo fue necesario el talento de Peña y compañía. Sin duda esa temporada de ensueño catapultó al Gullit al estrellato. Además lo puso en el radar de la Selección mexicana.
De hecho se esperaba que la dupla Montes-Peña jugara en Brasil 2014. Lamentablemente, Montes sufrió una lesión y Gullit tuvo que viajar solo al Mundial. Aunado a esto, en el entorno de Peña se comenzaba a hablar de una baja de juego y de problemas extra cancha. En pocas palabras, la metamorfosis del mexicano había comenzado.
La realidad de Carlos el Gullit Peña: alcoholismo, irregularidad y declive
Para 2016, Peña llegó a Chivas. La cantidad que el rebaño pagó por el mediocampista mexicano superó los 7 millones de euros. Desgraciadamente para Chivas, la inversión no se vio reflejada en el campo. Tan solo 37 partidos y actitudes poco profesionales como llegar con aliento alcohólico al entrenamiento, propiciaron su separación del club en el Apertura 2016.
Fue cedido a León. Con los esmeraldas tuvo minutos pero estaba lejos de recuperar el nivel mostrado en su primera etapa. De hecho, los problemas extra cancha siguieron. El más sonado fue en enero de 2017, cuando lo detuvieron policías del estado de Guanajuato tras intentar huir después de chocar su automóvil, un Mini Cooper negro. Los agentes lograron retenerlo y notaron un aliento alcohólico, eso lo llevó a pasar una mala noche en un centro policíaco.
En 2017, los medios deportivos se encontraban con que Carlos el Gullit Peña, a pesar de sus problemas extra cancha, ficharía por el Rangers de Escocia. 3 millones de euros le bastaron a Chivas para deshacerse del jugador. Apenas jugó 14 partidos y anotó 5 goles. Peña fue considerado como el segundo peor fichaje en la historia del club escocés.
Peregrinaje rumbo a casa
En el mismo 2018 y ya con Pedro Caixinha en el banquillo de Cruz Azul, la Máquina repatrió a Peña (en calidad de préstamo). Solo disputó 10 partidos y el problema de alcoholismo se acrecentó. Eso fue lo único que dejó el mediocampista con Cruz Azul. La última parada de Peña en México antes de su exilio a Polonia fue Necaxa.
Nuevamente el problema con el alcohol fue el condicionante. En Aguascalientes lo relegaron a la banca y tocó fondo. Ahí decidió atender su adicción. Acudió a la clínica de otro célebre deportista cuyos vicios ensombrecieron su carrera: J.C. Chávez. Después de esto, Peña declaró para Marca:
“No me arrepiento de nada, todo lo que he hecho es porque yo he querido, nadie me obligó a hacer nada. Cuando quise jugar fútbol, fue por mí; cuando quise levantar una cerveza, fue por mí; cuando quise tener un hijo, fue igual (…) Estoy tranquilo, no me da pena ni miedo. Tuve un problema de alcoholismo y por eso me metí con (Julio César) Chávez. Tengo una rehabilitación, a veces tengo una persona a mi lado y así como me pasó a mí le puede pasar a cualquiera”.
Dicho esto, Carlos el Gullit Peña regresó a Europa. Después de terminar su relación laboral con Rangers, el mexicano fichó por GKS Tychy, equipo de la segunda división de Polonia, donde tampoco encontró regularidad.
Y sí, el Gullit no se mantuvo en Polonia. ¿Su destino? México. De hecho, el equipo que lo recibió fue el Correcaminos de la UAT, club de la Ciudad Victoria, Tamaulipas. El 22 de diciembre del 2019 se hizo oficial su contratación con una cláusula de indisciplina de por medio, con la intención de que el cuadro tamaulipeco pudiera prescindir de sus servicios en caso de una acción inapropiada por parte del futbolista.
Incertidumbre en el camino
El 13 de abril del 2020 se dio a conocer que los dueños de los clubes del Ascenso MX tuvieron una reunión de emergencia. Esta fue motivada por el factor económico que desestabilizó al futbol profesional debido al COVID-19.
Los dueños votaron (7-5) a favor de que desapareciera la liga de Ascenso MX, por lo que el torneo Clausura 2020 se canceló. En su lugar se instauró la Liga de Desarrollo. Esta nueva liga planteó servir como vivero o para foguear a futbolistas que no tienen cabida en el máximo circuito.
El proyecto incluyó eliminar el ascenso y descenso entre Primera División y el Ascenso MX por 5 años. A partir de ese momento, los planteles se conformaron por jugadores sub-23, con la posibilidad de registrar 3 extranjeros menores de 20 años. Por lo tanto, los clubes que comprendieron la liga de Ascenso debieron desprenderse de jugadores que no cumplían con la regla.
Carlos Peña fue precisamente uno de esos jugadores. Para ese momento contaba con 30 años de edad. Pero como declaró con Futbol Al Día, “Quiero seguir jugando futbol, quiero lo mejor para mí y para la gente que yo amo”.
Con ese estandarte continuó su camino en las canchas, de nuevo, fuera de México, sin embargo, Europa no abrió sus puertas, tampoco Asia o la Liga MLS; el club que decidió confiar en él fue el Deportivo FAS, de El Salvador.
La meta era alta, después de todo, el Deportivo FAS acarreaba una sequía de 10 años sin poder levantar la liga local. Era el momento ideal, ya estaba tocando fondo, había manchado su imagen como estrella del futbol mexicano, había tocado el punto más alto en León –mismo que le permitió llegar a la Copa Mundial de Brasil 2014–, y ahora llegaba a una liga considerada inferior a la mexicana.
Aquí repuntó. Carlos mostró un nivel regular, no como en León –años que fueron gloriosos para él–, pero sí lo suficiente como para lograr levantar el campeonato en El Salvador. La revancha estaba más que lograda, pero un campeonato no podía afirmar que el Gullit era un jugar en el que se podía confiar; tenía que ir por más.
Esto lo llevó a Guatemala, donde fichó con Antigua GFC. Aunque después de un nivel digno y constante, no logró pasar de las semifinales del torneo. Pero era lo de menos, ahora se veía a un jugador comprometido, con la mira fija en regresar a lo que una vez fue. Así comenzó el 2022, y cuando la gente quiso ver más de Carlos Peña… no apareció.
El mexicano brilló por su ausencia, no se presentó durante la pretemporada y, por ende, el Antigua lo separó del club. Rumores posteriores aparecieron; después de tres meses sin tocar un campo de futbol, se habló de una posibilidad con Monterey Bay, sin embargo, nunca se llegó a un acuerdo.
Lo peor aún estaba por venir. Carlos el Gullit Peña apareció, no por un posible regreso triunfal al futbol, si no por el mal que lo aquejaba por tantos años. Peña fue captado en video compartiendo una botella de alcohol con un aficionado; las cosas no terminaron ahí. El 18 de abril del 2022, Carlos regresó a redes en estado de ebriedad. Apenas pudiendo mandar un saludo, el futbolista habló frente a cámara para posteriormente besar a la mujer que le pidió un mensaje para su padre.
La historia de Carlos el Gullit Peña está llena de escándalos extra cancha y su adicción al alcohol. El talento que demostró sobre el césped se contrapone contra un presente desquebrajado. Tal vez nunca logre recuperar el nivel, o tal vez tome un segundo aire, todo depende de su estado físico, emocional y mental. Aunque ahora ni siquiera sabemos si podrá volver a jugar en Primera División, y más importante aún, si podrá recuperar el rumbo.
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Por: José Macuil García y Miguel Bustamante