En la década de los setenta, Carlos Reinoso encantó a la afición del América por la solvencia y efectividad de su juego. El chileno permaneció con Las Águilas por nueve años, sumando más de 300 partidos y 95 anotaciones. Portando el 8 en el dorsal, el andino le dio también cinco títulos a la institución que le trajo a México. Todo buen aficionado azulcrema recuerda con nostalgia su despliegue en la cancha.
Hoy, sin embargo, su número ha sido utilizado por futbolistas con un nivel muy bajo.
En los últimos 10 años, siete futbolistas han empleado el 8 que Reinoso hiciera famoso con el América, pero contrario a que la cifra les motive, han quedado a deber, poniendo en tela de juicio su calidad con el balón en los pies. El caso más reciente fue el del colombiano Andrés Andrade, un futbolista que llegó a ser recurrente con Las Águilas, pero nunca indispensable. Vivió dos etapas con el cuadro de Coapa y finalmente salió del club por inconformidad en su sueldo.
Con Andrés Andrade, Carlos Reinoso tuvo un altercado dirigiendo al Veracruz y luego de enfrentar al América en el Azteca; aquel sábado, con la derrota en el bolsillo y la rabia contenida, el chileno no se tentó el corazón y arremetió: Te queda grande el 8.
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Antes, procedente del Toluca y sin mucho currículum, el 8 fue propiedad de Moisés Velasco. El volante tuvo una estadía breve en Coapa y aunque fue parte de los títulos de Liga del Apertura 2014 y la Concacaf en 2015, no jugaba con regularidad; previo a ello, de 2010 al 2012, se le recuerda a Vicente Sánchez, un uruguayo que también brilló con Toluca, intentando ganarse el cariño de la afición del América, sin éxito, debido a la baja de su nivel. Portaba el 8.
Antes del charrúa, quizás con más técnica, Federico Insúa lucía con el dorsal 8 a la espalda. El Pocho disputó 30 encuentros entre 2007 y 2009 y marcó ocho anotaciones, insuficientes para dejar huella en el América. Previo a la irrupción del argentino, un ecuatoriano de nombre Fernando Saritama apareció en la plantilla de Las Águilas, presumía de velocidad y desborde, pero con la rapidez que no se le vio en el campo y claro, con el 8 en la camiseta, abandonó Coapa sin pena ni gloria.
Hace poco más de 10 años, en el título del Clausura 2005, Rodrigo Valenzuela, un volante ofensivo oriundo de Chile, como Reinoso, prometía una entrega similar a la del apodado Maestro. Antes de cumplir doce meses en el equipo, ya había dejado las arcas del club, acusado de ser un futbolista con poco sacrificio defensivo y mucho qué desear en cuanto a lo que daba en ataque. Como muchos, traía el 8 en el jersey, pero como todos, muy lejos siquiera de mencionarse por su destacada labor. Este es un número que pesa y que sigue en detrimento dentro del América. Actualmente, el número 8 lo porta el colombiano Mateus Uribe… no parece haber un cambio sustancial.
Por: Rubén Guerrero/@RubenGuerreroA
