El término Crack se acuñó para englobar en una sola palabra a magos, habilidosos, goleadores y lideres. Sin embargo, nombrar a un futbolista como el mejor de la historia o el mejor de su época/posición, son palabras mayores. Pocos pueden entrar a ese grupo selecto. Por lo tanto, podemos pensar que nadie se negaría a entrar en esta categoría. Sorprendentemente existen casos como el de Carlos Vela y Mágico González, los futbolistas que no quisieron ser los mejores.
Mágico González: cuando el futbol era diferente
Es obvio que estos jugadores no comparten un espacio temporal. Ambos crecieron y se desarrollaron en dos momentos distintos dentro de la historia del futbol. Jorge Alberto González Barrillas, mejor conocido como Mágico González, es uno de los mejores deportistas que ha dado el Salvador al mundo. Su carrera inició en 1975 en Antel FC. También jugó para Independiente y Club Deportivo FAS, todos en Salvador.
Después llegó el momento donde el Mágico se dio a conocer. El Mundial de España 82 fue un parteaguas para quienes no conocían los alcances del salvadoreño, ya que durante las eliminatorias, más de un rival ya había experimentado los regates, pases y las pinceladas del artista de Centroamérica. Salvador clasificó al citado mundial. En cada jugada demostraba que tenía todo para ser el mejor del planeta.
Regate, pegada y una inteligencia que pocos lograron descifrar. Esas eran las cartas de presentación de quien llamó la atención de clubes españoles, latinoamericanos, y en específico del PSG, quien pujaba fuerte por el crack. Sin embargo, algo que conocían del mágico eran sus aspiraciones. Mágico nunca quiso ser el mejor; él simplemente quería jugar y para ello tenía que hacerlo donde se sintiera cómodo. Ese lugar fue Cádiz, España.
Ahí se dedicó a deleitar a propios y extraños. Incluso, hasta el día de hoy, los aficionados de Cádiz llegan a asegurar que González es el mejor de la historia, por encima de Pelé o Maradona. Este último declaró lo siguiente: el mejor jugador del mundo no soy yo, es un loco del salvador que juega en el Cádiz y le llaman el Mágico González. ¿En verdad habría que ser un loco para no querer ser el mejor del mundo? El Mágico respondería que sí, mientras regresaba a su natal Salvador a continuar con su vida.
Carlos Vela: el mago errante del futbol mexicano
Por su parte, la historia de Carlos Vela tiene algunas similitudes con la del Mágico. Los cazatalentos no esperaron su consolidación en primera para llevarlo a Europa. Vela no debutó en México, migró a Europa tras su actuación en la Copa del Mundo sub 17 de 2005.
Arsenal, equipo que tradicionalmente reúne talento joven, se lo llevó. Aunque no pudo jugar de inmediato en la Premier League por cuestiones de extracomunitarios, se marchó a España (país donde en un futuro no muy lejano se haría referente). Celta de Vigo, Salamanca y Osasuna, fueron las plazas que defendió y donde el bombardero mostró su talento. Existen algunas similitudes con el Mágico, pues el mexicano también cuenta con regate, aguda visión de campo y una zurda educada.
En 2008 llegaron noticias desde Inglaterra para Vela. Arsenal lo quería de regreso en el equipo. Su oportunidad en la Premier League había llegado. El mexicano se integró al equipo y marcó un hack-tirck en la pretemporada.
Desgraciadamente durante toda su estancia con los Gunners, disputó 29 partidos y solo marcó tres goles. Después de un paso efímero con West Bromwich Albion, los medios comenzaron a cuestionarse sobre su rendimiento. Sobre todo por indisciplinas, desplantes a la selección y en general un alejamiento de México.
Y cuando más preguntas rondaban por la cabeza de aficionados y medios, Carlos Vela fue contundente… Yo disfrutó jugando pero al momento que termina el partido, acabó el futbol y me puedes hablar de lo que sea menos de futbol porque no me siento cómodo y no estoy a gusto.
Era un hecho, uno de los futbolistas más liricos de México no amaba el deporte como lo amaban todos aquellos aficionados que portaban su camiseta. De hecho, no es un secreto que a Vela le gusta mucho más el básquetbol.
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A pesar de sus declaraciones y la relación amor-odio con la selección, todo indicaba que a Vela le quedaba una última oportunidad para brillar e ilusionar. Esa oportunidad llegó con la Real Sociedad. 250 partidos, 73 goles y 17,936 minutos en el campo bastaron para que la afición de la Real Sociedad lo adoptara como uno más, muy similar a lo que le pasó al Mágico en Cádiz.
Carlos V. se podía leer en el dorsal. En pocas palabras, Vela ya era de la realeza. Distintos medios especularon que se marcharía a otros clubes. Por ejemplo al Atlético de Madrid, donde se encontraba un viejo conocido, Antoine Griezmann, quien declaró alguna vez que Con Carlos Vela es cuando más disfruté el futbol.
Sin embargo, Vela sorprendió a propios y extraños al anunciar su partida a la MLS. Todos pensamos que Vela había encontrado su lugar ideal en San Sebastián. Lo cierto es que Carlos solo quería disfrutar de la vida en el momento que terminara su jornada laboral.
Y los Ángeles le ofrece eso. A cambio, Vela les ha entregado goles, asistencias, protagonismo y aquellas sonrisas que lo caracterizaron en sus mejores momentos. Incluso Vela ya escribió su nombre con letras de oro, pues se convirtió en el mexicano con más goles en la MLS.
El Mágico González y Carlos Vela, en palabras de sus compañeros y aficionados, pudieron ser los mejores. Sin embargo, a ellos les bastó con dejar huella y marcharse a la pasividad para simplemente, vivir tranquilos.
Por: José Macuil García