I never considered myself like a woman footballer.
I just considered myself as a footballer.
–ADA HEGERBERG, en la Oxford Union (1)
Vivimos una época en la que las protestas han denunciando e incluso corregido algunas de las desigualdades más escandalosas del futbol femenil mundial. Por poner algunos ejemplos, está el acoso laboral y hasta sexual que sufren las colombianas; los uniformes insuficientes de las irlandesas al grado de compartirlos para las fotos oficiales; la falta de contratos profesionales que consiguieron las jugadoras del San Lorenzo de Almagro, y la renuncia de la delantera noruega Ada Hegerberg—la mejor futbolista del mundo—a su selección y a la Copa del Mundo quizá sea el caso más discutido.
La renuncia fue una medida generalmente bien recibida por los seguidores del futbol femenil, percibida como un sacrificio heroico y necesario para llamar la atención a la enorme desigualdad de género en su propio país y el mundo. Sin embargo, ha sido rechazada por algunas de sus propias colegas y por otras jugadoras de convencimientos no menos feministas, que la perciben como confusa y contradictoria—incluso egoísta.
“¿Por qué, exactamente, Hegerberg no jugará [el mundial] con Noruega?”, preguntó la futbolista norteamericana, Heather O’Reilly, el 2 de mayo en Twitter. “Si Messi o Ronaldo optaran por no jugar una copa del mundo, el mundo sabría claramente por qué no.” (2) “A mí también me gustaría saberlo”, (3) respondió, un día después, la estrella norteamericana, Alex Morgan.
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Junto con su compañera de selección, Megan Rapinoe, y el resto de las 26 seleccionadas estadounidenses, Morgan está demandando a su propia federación por desigualdad salarial y discriminación de género. Por años, las jugadoras de la selección femenil de ese país, tricampeonas mundialistas y tetracampeonas olímpicas, han denunciado que reciben sólo una fracción del dinero que recibe la varonil, cuyo mayor éxito es la fase de octavos de final del mundial de 2002.
De hecho, entre 1991 y 2015, no hubo un mundial o unos Juegos Olímpicos en los que no se subieran al podio. Sólo en su partido inaugural en este mundial, en el que anotaron 13 goles, superaron las anotaciones de todas las participaciones mundialistas de su similar varonil, goliza que fue inmediatamente interpretada como un claro mensaje a su federación: páguenos lo que nos merecemos. El mundial es, después de todo, un foco mediático para exhibir agravios con efectividad y alcance—precisamente—mundial.
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Al no asistir, la ganadora del Balón de Oro está renunciando a esta atención mediática, que seguramente se reducirá si Noruega queda eliminada. “El problema es que […] Hegerberg usa universalidades oblicuas que solo aumentan la intriga”, escribió Oliver Brown en The Telegraph. “Podría explicar sus críticas en una sola declaración. En vez de eso, está transformando la confrontación [con su federación] en una adivinanza elaborada”. (4)
En un programa de televisión del 8 de junio, previo al juego inaugural de Noruega, la que sí expandió sus críticas de Twitter fue una frustrada Heather O’Reilly: “¿Es la mercadotecnia? ¿Es desigualdad salarial? ¿Son los esfuerzos básicos en Noruega? ¿Es el equipo de entrenadores con el que no se lleva bien? ¿Qué es precisamente? Creo que si fuera un poco más específica la respetaríamos mucho más”. (5)
Desde finales de 2017, el mismo año en el que Ada Hegerberg renunció a su selección, se firmó un acuerdo entre la Federación Noruega de Futbol y la asociación de jugadores: ahora los equipos ganan el mismo sueldo sin importar su género. Para la ocasión, los capitanes de ambas selecciones—Maren Mjelde de la femenil y Stefan Johansen de la varonil—vistieron camisetas con la leyenda equality (igualdad). Mjelde fue al mundial. No está claro si la falta de Ada Hegerberg influyó a la federación noruega a igualar salarios entre hombres y mujeres o si lo habían planeado desde antes. En cualquier caso, no convencieron a su estrella de regresar a la selección.
“No se trata de dinero,” dijo a la cadena televisiva France 24. “Nunca he pensado en el dinero al practicar este deporte. No hay dinero en el futbol femenil”. (6) De manera contradictoria, considera que su club, el Olympique Lyon, cumple con sus estándares personales de equidad, en parte por el sueldo que le paga a sus jugadoras, el cual les permite “vivir del futbol y competir al nivel más alto”. (7)
Además, sostiene que hay que vender el espectáculo del futbol femenil para atraer más dinero “en la forma de una inversión”; (8) hay que cambiar “la manera como vemos a las mujeres en el futbol. […] Debemos mostrar buen futbol para que la gente vaya a los juegos y […] vea el valor de invertir en nosotras”. De las gigantescas inversiones en la rama varonil podrían “invertir en el lado de las mujeres para darles las mismas oportunidades y ni siquiera lo notarían. Ese 2 por ciento o 1 ó 1.5 podría hacer toda la diferencia en nuestro deporte femenil”. (9)
Como el caso de las estadounidenses, el resto de las denuncias que han cimbrado el futbol femenil mundial suelen ser en conjunto. Mientras, la estrategia de Ada Hegerberg parece personalista. “Debes enfocarte en las jugadoras que quieren ser parte del equipo y Ada no quiere”, (10) acusó el director técnico noruego, Martin Sjorgen. Ella misma insiste en la importancia de apoyarse, de protestar en grupo—“todos tenemos una voz y con muchas voces podemos llegar a cambiar las cosas”, (11) pero sus razones para dejar a la selección, al menos al principio, fueron personales: tras la Eurocopa de 2017, en la que Noruega quedó eliminada en fase de grupos sin anotar un solo gol, su manera de jugar, dice, se vio afectada, y se sintió “mentalmente rota”.
Tampoco parece tener el apoyo de sus compañeras del equipo nacional, que han guardado un silencio sepulcral ante sus esfuerzos. Solo su compatriota y colega Martin Odegaard ha opinado que “[la selección femenil noruega] calificó en nombre de nuestro país, una de las cosas más importantes que un jugador de futbol puede vivir, y ya han recibido suficiente presión negativa. Este no es el momento. El equipo merece algo mejor”. (12)
“Cuando hablas con jugadoras del equipo de Noruega”, dijo la exfutbolista alemana Ariane Hingst, “están muy contentas de que finalmente alguien—y es alguien famoso en Noruega, Martin Odegaard—dijo algo. ‘Finalmente alguien nos apoya’”. “Si quieres pelear por algo hazlo en equipo. Es un deporte de equipo. No vas a cambiar nada siendo un individuo”. (13)
Todo el punto de una protesta o denuncia es generar atención; que las inconformidades se sepan, se estudien y se repitan en una cámara de eco hasta que se logre el cambio. En ocasiones, Ada Hegerberg ha tomado una dirección opuesta. Ha insistido en que sus exigencias deben ser privadas: “cuando los medios me preguntaron qué le dije a la federación, les dije ‘eso es entre yo y ellos’”. (14) “No veo una razón para compartirlo con nadie más”, (15) posición que frecuentemente ha contradicho al insistir que “nunca dejes de exigir igualdad y desarrollo. […] Toda jugadora debe usar su voz para hacer olas”. (16)
Incluso su reacción ante el penoso episodio de la premiación del Balón de Oro, en el que el DJ francés Martin Solveig le preguntó si sabía hacer twerking, y que muchos calificaron de machista, es de una tolerancia frustrante: “no lo tomé como sexista”. (17) “[Los fans] lo tomaron peor que yo.” (18)
Quizá lo más extraño de esta desorganización de opiniones y contradicciones es que quien la califica de egoísta, caprichosa, de estar llamando la atención, debe ignorar el hecho de que sí está poniendo su carrera en juego, que sí se está sacrificando. No hay una razón lógica por la que, una jugadora joven, en la cúspide de su carrera; la mayor anotadora de toda competencia europea del 2016 por encima de Ronaldo, Lewandowski, Griezmann y Messi; la única jugadora (hasta ahora) en ganar un Balón de Oro quisiera perderse el mundial femenil más mediático de la historia fuera de una preocupación y molestia genuinas por la desigualdad de género que percibe.
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En un artículo reciente cuyo título se traduce a “Ada Hegerberg no les debe una explicación”, en los primeros renglones, su autor, Charles Olney, se ve obligado a admitir que es “un poco difícil encontrar los puntos específicos de su posición, sobre todo en inglés”. (19)
Y es que no es necesario ser lingüista para fijarse que el inglés de Ada Hegerberg no es el mejor. Solemos esperar que lo domine a la perfección, como muchos otros nórdicos. Pero, al leer sus declaraciones y escucharla en entrevistas, para quien haya tenido que traducirlas, es obvio que muchas veces no es tan clara como ella quisiera.
Puede expresar cosas generales, responder preguntas sobre su manera de jugar, su papel dentro del equipo, de la cancha; pero cuando aborda temas más más complicados de argumentar, temas políticos, le cuesta. Frecuentemente debe detenerse y buscar mentalmente la palabra correcta sólo para decidirse por una que agilice la conversación.
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En ocasiones dice, por ejemplo, possibilities cuando quiere decir opportunities. Olney, en un esfuerzo por aclarar sus inconformidades, pasa por el traductor de Google sus entrevistas en noruego en vez de aquellas en la lingua franca. Es normal que alguien que habla tres idiomas (como mínimo) además de su lengua materna no los domine a la perfección.
Sin embargo, a pesar de los problemas de traducción, las inconsistencias y las contradicciones, sería inútil negar que su campaña—si es eso es lo que es—ha sido efectiva, en parte porque ya la rebasó. Ada Hegerberg se ha convertido en un símbolo de igualdad futbolística, que solo ha sido exacerbado—hasta ahora—por esta copa del mundo. Cada que Noruega pisa el campo, algún comentarista nos ofrece su interpretación de la posición de la noruega, misma que suele resumir en alguna versión de la máxima: los hombres y las mujeres deben tener los mismos derechos.
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Por: Patricio Bidault / @pbidault
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REFERENCIAS:
1) La Oxford Union. [OxfordUnion]. (2019, abril 20). Ada Hegerberg. Full Q&A at the Oxford Union. Recuperado el 3/6/2019 de http://www.youtube.com/watchv=PSfjou39hUM&t=2114s
2) O’Rilley, Heather. (2019, mayo 2). [Publicación en Twitter]. Recuperado el 31/5/2019.
3) Morgan, Alex. (2019, mayo 3). [Publicación en Twitter]. Recuperado el 31/5/2019.
4) Brown, Oliver. (2019, mayo 25). “Curious case of Ada Hegerberg’s World Cup absence does nothing for the women’s game”. The Telegraph. Recuperado el 31/5/2019 de: https://www.telegraph.co.uk/world- cup/2019/05/24/curious-case-ada-hegerbergs-world-cup-absence-does-nothing-womens/
5) Fox Soccer. [@FoxSoccer]. (2019, junio 8). [Publicación en Twitter]. Recuperado el 18/6/2019 de: https://twitter.com/FOXSoccer/status/1137433389294686208ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1137433389294686208&ref_url=https%3A%2F%2Ffootballnewspapers.com%2Fbest-player-ada-hegerberg-skips-biggest-soccer-event%2F
6) France 24 English. [France24English]. (2019, mayo 31). Women’s Football. Far From a Equal Playing Field. Recuperado el 31/5/2019.
7) Ford, Bonnie D.. (2019, junio 5). “Why You Won’t See Ada Hegerberg, the World’s Best Player, at the Women’s World Cup”. ESPN. Recuperado el 5/6/2019.
8) Lewis, Aimee & Klosok, Aleks. (2019, mayo 17). “Ada Hegerberg. Why ‘Shaking Things Up’ is More Important Than Playing at Women’s World Cup”. CNN. Recuperado el 3/6/2019 de: https://edition.cnn.com/2019/05/17/football/ada-hegerberg-norway-lyon-womens-world-cup-2019- spt-intl/index.html
9) La Oxford Union. [OxfordUnion]. (2019, abril 20). Ada Hegerberg. Full Q&A at the Oxford Union. Recuperado el 3/6/2019 de http://www.youtube.com/watchv=PSfjou39hUM&t=2114s
10) Telegraph Sport. (2019, mayo 2). “Ballon d’Or winner Ada Hegerberg rejects place in Norway’s Women’s World Cup squad”. The Telegraph. Recuperado el 31/5/2019.
11) La Oxford Union. [OxfordUnion]. (2019, abril 20). Ada Hegerberg. Full Q&A at the Oxford Union. Recuperado el 3/6/2019. http://www.youtube.com/watchv=PSfjou39hUM&t=2114s
12) Creek, Stephen. (2019, junio 9). “Norway deserves better». Odegaard Slams Hegerberg’s World Cup Absence”. Goal. Recuperado el 12/6/2019.
13) Fox Soccer. [@FoxSoccer]. (2019, junio 8). [Publicación en Twitter]. Recuperado de:
https://twitter.com/FOXSoccer/status/1137433389294686208ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1137433389294686208&ref_url=https%3A%2F%2Ffootballnewspapers.com%2Fbest-player-ada-hegerberg-skips-biggest-soccer-event%2F
14) Ford, Bonnie D.. (2019, junio 5). “Why You Won’t See Ada Hegerberg, the World’s Best Player, at the Women’s World Cup”. ESPN. Recuperado el 5/6/2019.
15) Lewis, Aimee & Klosok, Aleks. (2019, mayo 17). “Ada Hegerberg. Why ‘Shaking Things Up’ is More Important Than Playing at Women’s World Cup”. CNN. Recuperado el 3/6/2019.
16) Ídem.
17) Ford, Bonnie D.. (2019, junio 5). “Why You Won’t See Ada Hegerberg, the World’s Best Player, at the Women’s World Cup”. ESPN. Recuperado el 5/6/2019.
18) Keh, Andrew. (2018, diciembre 11). “Ada Hegerberg Would Prefer to Talk About Soccer”. New York Times. Recuperado el 6/6/2019.
19) Olney, Charles. (2019, junio 9). “Ada Hegerberg Doesn’t Owe You An Explanation”. SBNation. Recuperado el 18/6/2019.