El 2 de diciembre de 2010 se dio una noticia sumamente criticada por el orbe futbolístico e incluso por latitudes ajenas al futbol: se anunció a Catar como país sede de la Copa del Mundo del 2022. Desde aquel momento la nación catarí puso en marcha la planeación necesaria para poder albergar la justa mundialista, y la cual ha incluido el crecimiento futbolístico de su selección nacional. Los cataríes buscan no solo ser sede, sino también competir.
El columpio del ranking FIFA
El 31 de diciembre de 1992 fue la primera ocasión en que la Fédération Internationale de Football Association (FIFA, por sus siglas en francés) publicó un ranking que contenía a sus 150 países miembro (hoy día son 210). La idea de esta lista es la de ordenar jerárquicamente a las selecciones, dependiendo de los resultados obtenidos a partir de una serie de partidos.
¿Cómo se determinan estos factores? Se toma en cuenta si la selección en cuestión ganó, empató o perdió; la importancia del partido (juego de torneo, amistoso, de eliminatoria mundialista); así como el ranking del equipo rival y la Confederación a la que pertenece. Aunque hay que dejar claro que este método no ha sido del todo aceptado, por lo que ha sido severamente criticado.
Este tema podría parecer menor, sin embargo esto termina teniendo un impacto, positivo y negativo, para el medio futbolístico. Por ejemplo, hasta el 15 de diciembre de 2010, Catar estaba ubicada en la posición 112 del ranking FIFA, y para el 27 de mayo de 2021, escaló escaños hasta situarse en el número 58. Es decir, esto termina por ser un reflejo del cómo el futbol catarí ha impulsado el que su selección busque más el balón de cara al Mundial en que serán sede.
Caminar y correr
La Asociación de Futbol de Catar (QFA, por sus siglas en inglés) fue fundada en 1960, pero fue hasta 1970 cuando se convirtió en país miembro de la FIFA. De hecho el 27 de marzo de 1970 cuando jugó su primer partido de manera oficial antes su similar de Baréin.
De 12 Mundiales a los que ha podido asistir, no logró clasificarse a ninguno, por lo que ésta será la primera ocasión en que pueda participar en un certamen mundialista. Aunque a nivel regional sí cuenta con palmarés: 3 Copa de Naciones del Golfo (1992, 2004, 2014) y 1 Copa Asiática (2019).
No se puede concebir la actualidad de la dirección que está tomando la selección nacional de Qatar sin hablar de la Academia Aspire, la cual precisamente es una academia de deportes con sede en Doha, Catar. Fue fundada en 2004 con el objetivo de desarrollar y formar atletas cataríes, así como fomentar un estilo de vida saludable y activo entre su población, todo esto mientras les proporcionan educación.
De entre los programas de la Academia, se encuentra el de Aspire Football Dreams, el cual busca a entrenar a jugadores con personal internacional con el objetivo de exponerlos y enfrentarlos a escuelas de los mejores clubes del mundo en el extranjero. La Academia cuenta con un enfoque a largo plazo, para que los futbolistas puedan abrirse camino en una carrera profesional y, sobre todo, representen a Catar a nivel internacional, así como a la selección nacional.
Incluso, en 2015 Aspire Football Dreams inició un programa especializado en arbitraje en el cual los estudiantes también pueden inscribirse. Esto con la intención de hacer crecer y mejorar el Comité de Árbitros de la QFA.
De “La Masía” a Catar
Dentro de toda la gestión y desarrollo del futbol en Qatar, hay una decisión que sin duda les ha permitido acelerar su crecimiento: la llegada del DT catalán, Félix Sánchez Bas. El español inició como timonel en 1996 en las juveniles del FC Barcelona, donde permaneció hasta el 2006. Sánchez incluso trabajó en las inferiores blaugranas con futbolistas como Sergi Roberto, Marc Muniesa, Gerard Deulofeu y Martín Montoya.
Sin embargo, Sánchez Bas terminó por desembarcar en Qatar en 2006, tras recibir una propuesta para unirse al Aspire Football Dreams. Ya en su nuevo hogar, el crecimiento profesional para el timonel catalán fue casi natural: inició su camino con la categoría sub-15, fue ascendiendo hasta llegar a la sub-19. Fue en 2013 cuando aquella categoría clasificó por primera vez en 10 años a la Copa Asia Juvenil. Y durante el 2014 la sub-19, bajo su mando, se consagró campeona de Asia.
Ya con el precedente de haber dirigido a la sub-20 y sub-23, en 2017 fue elegido para sustituir al uruguayo Jorge Fossati como DT de la selección mayor de Qatar. Dos años después de su designación, conquistó lo que hasta el momento es el mayor trofeo en la historia del futbol catarí: la Copa Asiática.
Prepararse para competir
Además de la llegada de Félix Sánchez Bas al banquillo de Catar, otro punto de inflexión para el crecimiento futbolístico es el haber sustituido partidos amistosos por juegos de competición en torneos de renombre. Por ejemplo, la UEFA le permitió competir en uno de los grupos de eliminación europea rumbo al Mundial (el A, junto a Portugal, Serbia, Irlanda, Azerbaiyán y Luxemburgo), aunque sus resultados no serán computarizados.
Por su parte, la Conmebol invitó a Catar a formar parte de la edición de 2019 de la Copa América. También las puertas estuvieron abiertas para la reciente Copa América en la que Argentina terminó siendo campeona, sin embargo, por problemas de calendario que se empalmaban con las fechas de las eliminatorias de la Copa de Asia 2023 y el Mundial 2022 no asistieron. La última competencia en la que se encuentran luchando es la Copa Oro. ¿A partir de esta preparación, Catar será capaz de ser algo más que el país sede?
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Por: Ricardo Olín García / @ricardo_olin