La historia del club Celaya está marcada por su deambular en las divisiones del futbol mexicano. Tuvo varios ascensos antes de su desaparición en 2002, cuando se vendió la franquicia para convertirse en Colibríes. Hasta hace poco, el club se encontraba jugando en las canchas del extinto Ascenso MX bajo el nombre de Celaya F.C.
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En la temporada de 1995-1996 el club vivió su época dorada, teniendo a Enrique Fernández Prado como dueño. Obteniendo su segundo ascenso, Celaya se sobrepuso a problemáticas como el armado del club y la infraestructura del mismo. La afición aportó dinero para la remodelación del estadio ante la negativa del gobierno —del entonces gobernador de Guanajuato Vicente Fox— para apoyar al club.
A pesar de ello, Celaya sorprendería a propios y extraños al inicio de la temporada de 1995. Anunciaron el fichaje del exjugador del Real Madrid, Emilio Butragueño, quien llegó a tierras mexicanas con 32 años. Líder de la famosa quinta del buitre, quien venía con cartel de figura. En su palmarés destacaban seis ligas y un bicampeonato de la UEFA.
El delantero español lideró al club a la final de esa temporada. En el camino dejaron a Monterrey en cuartos de final con un global de 2-2 —marcador que gracias al gol de visitante favoreció a Celaya. Durante aquel encuentro el Buitre marcó los dos goles. Ya en semifinales golearon a Veracruz. Los tantos corrieron por cuenta del Buitre y cuatro del ariete chileno Richard Zambrano, otra de las piezas clave del club del Bajío.
En la gran final ,los Toros de Celaya se enfrentaron a Necaxa, escuadra que también vivía su época dorada con jugadores como Aspe, Aguinaga y Ambriz. Después de empatar 1-1 en el partido de ida, todo se resolvería en el mítico Azteca. Repleto de capitalinos y, sorprendentemente, de una ola de aficionados que acompañaron a su equipo a la capital, todos esperaban una final emocionante. Lamentablemente, el cuadro blanco regresaría con las manos vacías ya que el marcador de 0-0 le daba el campeonato a los Rayos, recordando que el gol de visitante contaba también en la final.
Tras la derrota, Celaya replanteó el proyecto deportivo. Para el siguiente torneo buscó repetir la fórmula y contrató a Hugo Sánchez y Michel, ambas exestrellas de Real Madrid e integrantes de la quinta del Buitre. Con esto, el club esperaba reunir a los compañeros de su estrella. Butragueño, ayudaría al equipo, sin embargo, los goles de Michel no bastaron para que Celaya recuperara el nivel que los llevó a la final del torneo pasado.
Posiblemente la época dorada terminó con aquella final ante Necaxa, aunque para algunos seguramente fue en 1998 cuando el Buitre dijo adiós. El ibérico se retiraba del futbol en tierras aztecas. En Celaya lo recuerdan con agrado a pesar de no regalar un título. Butragueño y Celaya pasaron a la historia como aquel club que movilizó a toda una ciudad.
Por: José Macuil García