¿Se han preguntado si puede existir un equipo verdaderamente global? Sabemos que clubes como Real Madrid y Barcelona pueden ser considerados bajo esta categoría porque cuentan con aficionados, escuelas de futbol y relaciones económicas y culturales con diversos países. ¿Esto en realidad es una entidad global? Quizá necesitamos ver a City Football Group para darnos cuenta que una empresa en real expansión depende de muchos factores que cuestionan la nueva ética del deporte.
Globalizar, unificar y homologar el juego: un sueño capitalizable
Si nos tomamos cinco minutos para entrar al sitio de City Football Group, de inmediato nos percataremos de su meta como empresa/entidad deportiva. Esta se define en la siguiente frase: “Creando comunidades de futbol conectadas globalmente”.
Dicho de otra manera, la ambición del consorcio deportivo –que en realidad pertenece a Abu Dhabi United Group y a China Media Capital—, fue desarrollado por Mansour bin Zayed Al Nahyan, quien 2008 se hiciera dueño de Manchester City.
A partir de ese momento, el club creció económicamente y el grupo inversionista evaluó la eventual expansión. Misma que comenzó con New York City FC en 2013, cuando la MLS –liga que entiende muy bien el asunto de la globalización—, anunció el nacimiento de una nueva franquicia. Después vino Melbourne City FC en 2014. En el mismo año City Football Group se convirtió en el socio mayoritario de Yokohama F. Marinos.
En 2017, City Football Group continuó ampliando su familia al adquirir en abril a Club Atlético Torque. En su portal presume haber contribuido a que ascendiera por primera vez al máximo circuito del futbol uruguayo. A inicios de 2020 el equipo mostró su nueva imagen, más acorde a los colores y estilo de sus clubes hermano. Además de estrenó nuevo nombre: Montevideo City Torque.
Para agosto de aquel 2017 también se unió a las filas del consorcio el club catalán Girona FC. Luego en China adquirieron el Sichuan Jiuniu FC, que actualmente juega en la segunda división de aquel país.
A finales del 2019 se hizo público que el Mumbai City de la Super Liga de India pasó a ser el octavo club bajo el mando de esta empresa. En 2020 adquirieron al Lommel SK de la Jupiler Pro League. Y fue precisamente en este 2021 que recién se convirtieron en nuevo socio de Bolívar de La Paz y llevará a cabo una inversión de más de 30 millones de dólares. Con esto, se encuentran cerca de alcanzar la decena de clubes alrededor del mundo.
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En líneas generales, en 12 años City Football Group ha adquirido a 11 equipos en cuatro continentes. Hablamos de: Inglaterra, Estados Unidos, Australia, España, Uruguay, China, India y Bolivia. Por otro lado, el valor total de las plantillas de estos clubes asciende a más de 121 millones de euros de acuerdo con el portal Transfermarkt, siendo Manchester City y Girona Fc los de mayor valor en el mercado internacional.
¿En qué se basa City Football Group para adquirir a estos equipos? En una entrevista a AS, Ferrán Soriano, CEO del City Football Group, responde de la siguiente manera:
«nuestras decisiones se basan en los siguientes factores. Que sean países con potencial de crecimiento como Australia o Estados Unidos. Allí el fútbol no es el deporte número uno, pero sí el que más crece. También debe ser una liga estable. El último criterio es futbolístico. Se invierte donde hay talento”.
El modelo propuesto por City Football Group se sustenta en el desarrollo comercial y deportivo, basándose en la identidad brindada por la matriz, es decir, por la filosofía de Manchester City. De esta forma “les ofrecemos a los aficionados de allí un equipo global, entre los mejores del mundo y uno local al que ir a ver cada fin de semana. Es original.”
En pocas palabras, la intención es homologar o empaquetar a distintos clubes dentro de una idea global, que deja dividendos económicos a los miembros de City Football Group.
Abandonar la identidad
Esto lejos de ser tomado como un ataque a la identidad de club es tomado por los miembros de City Football Group como una unificación de filosofías de juego y principios económicos. Soriano afirma en una entrevista a La Nación que: el rendimiento y la racionalidad económica no están separados de la pasión ni del respeto a la historia de los clubes.
A lo que él mismo agrega el concepto de custodier, empleado en la Premier League y con el que se refieren a los dueños de los clubes. Este concepto se basa en reconocer que el club tiene más historia y más vida que yo. Ahora estoy aquí custodiando estos valores y luego vendrá otro a reemplazarme.
Sin embargo, el multicitado CEO también señala que para City Football Group es fundamental “vender” la idea un aficionado global. Es decir, no importa si le vas a Manchester City o Sichuan Jiuniu FC, tú estas apoyando a City Football Group. Otro factor con el que la empresa pretende homologar a sus equipos como marca, es el parado táctico.
En este aspecto, Ferrán Soriano es enfático pues los equipos del City Football tienen principios básicos como la posesión de balón, la línea defensiva alta y la táctica 4-3-3 con ofensiva abierta. Primero deben jugar bien y luego ganar.
El aficionado global
Por lo tanto, al pertenecer a City Football Group los clubes obtienen sustento económico y un plan de desarrollo deportivo. A cambio, estos equipos seden la custodia de su filosofía de juego e identidad a una empresa que se encuentra a kilómetros de distancia.
Posiblemente los aficionados de estos ocho equipos agradezcan la inversión, que el club ascienda o se mantenga en primera división, pero a la larga verán mermada la identidad de su equipo, pues de poco a poco se integrará la filosofía global de City Football Group.
En síntesis, esta empresa construye lo que parecería irrisorio: un equipo completamente global con distintos jugadores y compitiendo a kilómetros de distancia, pero manejados por una misma persona. ¿Acaso el concepto de colonización y monopolio están por convertirse en uno mismo?
Por: José Macuil García / @J_Macuil
