Todo comenzó el 19 de junio del 2014. Hasta ese momento, gritar al momento de que el portero rival despejara el balón era algo ‘normal’. Hasta cierto punto era una costumbre, una cosa común en cada partido de futbol. No importaba si jugaba la Selección Mexicana o un club de la Liga Mx. Simplemente se hacía y punto. Pero las cosas cambiaron ese 19 de junio. Ese día se dió a conocer que la FIFA abrió una carpeta de investigación en contra de esa costumbre.
¿Cómo surgió el grito de «eh puto»? ¿Cuál es su significado? ¿Es posible erradicarlo? Checa nuestra investigación especial al respecto:
Un año después la primera sanción llegó. Fueron 395 mil pesos los que FIFA pidió como medida preventiva, una que no sirvió en lo absoluto. Para el 12 de julio del 2021, la Federación Mexicana de Futbol acumuló nueve millones de pesos por las sanciones que la FIFA le impuso a la selección debido al grito homofóbico.
Un mes después, la máxima institución de futbol decidió reducir un castigo de dos partidos a uno solo debido a los esfuerzos de la Federación Mexicana por erradicar el grito. Para noviembre del 2021, de nuevo se anunció el pago obligatorio de $109,768.70 dólares y, de nuevo, partidos a puerta cerrada.
La cuestión fue y sigue siendo: ¿cómo poder evitar que esto continúe? Bueno, el 26 de mayo del 2021 apareció la primera propuesta. Tres pasos. Cuando ocurra el primer grito de la tribuna, el sonido local tendría que advertir al público y se pararía el partido. Al segundo, los jugadores se irían al vestuario. Al tercero, el partido se terminaría.
¿Una buena estrategia? En ocasiones, los aficionados no entendieron y, al ver que el arbitraje detenía el partido, volvían a gritar. ¿Era por una costumbre? No, para esos momentos tenía que ver con el rendimiento del equipo y cómo la afición influía en los tiempos del partido, como en el caso del Cruz Azul vs Monterrey.
La propuesta para el 2022: identificar a las personas con apoyo de la tecnología
Pero con la caída de más sanciones se tenía que llegar a una decisión clave. Cambiar el nombre de la liga no fue suficiente; se tenía que encontrar una manera de identificar a las personas que causaran este grito y sancionarlas. El 20 de enero del 2022 llegó la respuesta.
“La Federación Mexicana de Fútbol reitera su postura de cero tolerancia a cualquier manifestación ofensiva o discriminatoria en los estadios” fue el inicio del comunicado. En conferencia de prensa, Yon de Luisa, presidente de la FMF, anunció cuatro puntos clave: Control de acceso, experiencia positiva, seguridad y consecuencias.
Para el control de acceso se implementará el registro de los boletos en una página web que dará un código QR, es decir, una combinación de barras y números que poseen información que se puede leer digitalmente. Junto con el boleto se llenará un registro con los datos de la persona, o tutor en caso de un menor de edad. Al correo proporcionado se le hará llegar un código QR. Este mismo deberá de presentarse en las puertas del estadio.
Dentro del recinto se alentarán medidas para una convivencia buena y dinámica; esa es la llamada ‘experiencia positiva’. La seguridad estará capacitada para identificar y acompañar a la salida a las personas que se localicen alentando el grito. Mismas personas no podrían volver a los estadios hasta por cinco años.
Código QR contra el grito: el 30 de enero la primera prueba
El código QR no es nada nuevo en el balompié. La interacción del mismo es algo frecuente cuando los aficionados compran en línea y van a los estadios. Esta implementación parece novedosa, sin embargo, aún hay que probar si funciona. Para el partido frente a la Selección de Costa Rica, el próximo domingo 30 de enero en el Estadio Azteca, se llevará a cabo un protocolo con dos mil personas, miembros de la FMF y patrocinadores. Si funciona, oficialmente tendremos una manera diferente de vivir los partidos en México.
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Por: Miguel Bustamante / @Miguel_B07