El futbol es un juego relativamente nuevo, sin embargo, en su breve historia ha vivido gran cantidad de transformaciones que dan cuenta de la relevancia que tiene, al mismo tiempo que testimonian los cambios que nuestra sociedad tuvo a lo largo de este tiempo.
Lo que comenzó como un simple juego se fue convirtiendo, cada vez más, en un fenómeno cultural que hoy tiene dimensiones estratosféricas. Parte de esto se puede ver en el aumento de los sueldos de jugadores en los albores del siglo pasado: pasaron de ser poco más que un complemento a significar una ganancia superior al promedio de los trabajadores ingleses, quienes percibían una media de 2. 50-3.00 libras semanalmente (un futbolistas ganaba alrededor de 4 libras por semana).
Dentro de estas mutaciones que se traducían en términos económicos, también debemos contemplar el costo de los traspasos. En 1893, el récord se encontraba en las cien libras, y para 1904 ya estaba en las setecientas. En 1922, Syd Puddefoot abandonó el West Ham con rumbo al Sunderland gracias a una jugosa transacción de cinco mil libras.
El primer jugador en alcanzar una cifra de cinco dígitos fue David Bone Nightingale Jack, mejor conocido simplemente como David Jack, quien tuvo un costo de 10 890 libras. Pasó del Bolton al Arsenal. ¿Qué hizo que Jack alcanzara esa cifra? ¿Valió la pena? ¿Quién fue el primer jugador en alcanzar esos precios?
Los inicios de David Jack
Nacido el 3 de abril de 1899, David Jack fue hijo de otro jugador de futbol, Bob Jack. Esto hizo que el joven comenzara su carrera en el mismo club que su padre: el Plymouth Argyle. Ahí pronto sobresalió como un interior derecho letal, que no se destacaba por su velocidad, sino por una gran capacidad de análisis al interior del campo, así como una potencia sobresaliente al momento de golpear el esférico. Con 11 goles en 48 partidos, pronto migró al Bolton Wanderers, donde su carrera comenzó a ascender velozmente.
Debutó en 1921 con su nuevo club y pronto se convirtió en todo un referente de la escuadra blanca; junto a Joe Smith conformó una delantera letal que hizo época. Estuvo ocho temporadas con el Bolton, anotando un total de 144 goles que se reflejaron en un par de títulos de la FA Cup. El primero en 1923, quizá el más simbólico porque se llevó a cabo en el mítico estadio Wembley, solamente a unos días de que se terminara su construcción. En esta final, los Trotters se vieron las caras con el West Ham un 28 de abril. Las condiciones fueron sumamente distantes a lo que hoy son los partidos de futbol.
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El estadio se encontraba rebasado y se dice que un aproximado de 300 mil personas presenciaron el evento, cuando el inmueble tenía una capacidad de 125 mil asistentes. La gente invadió la cancha y fue necesario que la policía montada desalojara el campo para que se pudiera llevar a cabo el encuentro. Entre todos estos caballos había un caballo gris (que en la prensa impresa en blanco y negro, aparecía como blanco) que resaltó de entre todos los demás, lo que terminó por hacer que aquella final se le conociera como la White Horse Final.
El partido comenzó con 45 minutos de retraso debido a las dificultades técnicas que supuso la inmensa cantidad de aficionados. Fue justamente en medio de aquel caos que David Jack firmó una de las dos razones por las que muchas personas lo recuerdan hoy: anotó el primer gol en el estadio de Wembley. El partido terminó 2-0 a favor del Bolton Wanderers. Su segunda FA Cup la ganó en 1926, en contra del Manchester City. Solo hubo un gol en aquella final, y fue de la autoría suya.
La llegada al Arsenal
Las buenas actuaciones que ofrecía en el campo pronto lo convirtieron en un jugador codiciado por varios clubes ingleses. Fue el Arsenal de Herbert Chapman quien finalmente logró hacerse de sus servicios. Gran parte del pase se debió a una estrategia poco ortodoxa de negociación por parte del entonces entrenador de los Gunners. El trato se cerró en el bar de un hotel, donde Chapman se encontraba bebiendo gin tonic sin ginebra, mientras que sus pares del Bolton sí ingerían esta sustancia. De esa manera consiguió que David Jack llegara al Arsenal por la cantidad de £ 10.890, que si bien era un costo colosal para aquellos tiempos, probablemente era una ganga comparado con lo que podían llegar a conseguir por aquel extraordinario jugador.
Con el Arsenal sus números justificaron la abultada cantidad que pagaron por él. Logró un total de tres títulos de liga (dos de ellos consecutivos), además de otra FA Cup. Su misión fue la de reemplazar al capitán Charlie Bucan, labor que llevó a cabo con creces: disputó 208 partidos con los londinenses, en los que logró anotar 124 goles. Su tercer campeonato de liga lo consiguió en 1943, momento en el que, con 35 años, decidió dejar las canchas. Pero no sin antes dejar un par de récords tras de sí.
Por: Alberto Roman / @AlbertoRomanGar