El siguiente tema futbolístico-político dice mucho más de nuestra época que lo que a primera vista pareciera exponer. Un pequeñito club ubicado en el duodécimo nivel del futbol inglés, el United London F.C., tiene una idea realmente particular: ser el primer club en la historia del futbol en no tener entrenador. Al parecer, el club se encuentra en estos momentos inactivo.
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El equipo y las decisiones que lo configuran están en manos de los aficionados, mismos que, mediante una encuesta en línea, deciden la alineación de la semana. El club tiene una simple función: darles una nueva oportunidad a jugadores que fueron rechazados por las fuerzas básicas de clubes más grandes. No hay paga, es voluntario.
Las votaciones se realizan de la siguiente manera. Los aficionados contestan una encuesta en línea para cada posición y de ahí se obtiene el once ideal. El club ofrece semanalmente las estadísticas de cada jugador para darle información a los fans. Se documentan los entrenamientos con mapas de calor y se realizan informes sobre cada jugador en los partidos, esto para que la decisión no se tome a la ligera. Incluso puedes descargar su app para enterarte de todos los detalles.
Actualmente, el club tiene unos mil aficionados con derecho a voto. Democracia directa como proyecto en el futbol. El presidente tiene, supuestamente, el mismo poder que cualquier aficionado. El United London F.C. busca fortalecer el vínculo entre afición y deportistas; darle voz a la comunidad y construir decisiones horizontales. Es decir, democratizar el balompié.
¿Cómo funciona el United London? Checa el siguiente video.
Hagamos un pequeño ejercicio para pensar la propuesta del equipo londinense, intentando aclarar el concepto de democracia directa. La democracia directa se entiende, esencialmente, como democracia pura mediante la cual el poder es ejercido directamente por el pueblo. Algunos ejemplos de actos políticos de democracia directa en sociedades contemporáneas son: la iniciativa popular, el referéndum y la revocatoria. La mayoría de estos actos tienen cabida dentro de una democracia representativa. Ésta se ejerce mediante representantes populares elegidos previamente (supuestamente) por el mismo pueblo, dedicados completamente a ejercer dichas funciones.
¿Por qué la democracia directa es vista como una gran alternativa? Porque el poder regresa, de cierta manera, al ciudadano (aficionado) que en la política contemporánea (futbol moderno) ha sido institucionalmente relegado en y para la toma de decisiones y es visto como un simple espectador. A éste último se le ha arrebatado la voz y se le han impuesto decisiones -muchas veces perjudiciales-.
La política contemporánea (futbol moderno) es un teatro donde el rumbo ya está marcado y poco podemos hacer los que vivimos desde la exterioridad. La única opción parece ser el mirar cada uno por su cuenta, olvidando la esencia de la política: el construir mundos en común, el asociarse en torno al bien colectivo.
El otro polo. ¿Por qué la democracia directa es vista como un gran peligro? El United London F.C. podría empezar bien su torneo, tal vez ganando y con un buen ambiente en el vestidor. Sin embargo, las cosas se complicarían irremediablemente pues, seamos sinceros y lo diré con una frase popular: cuando una decisión es de todos, entonces no es de nadie.
¿Quién será el responsable cuando este barco no funcione? Porque por algo es contratado un entrenador y un equipo alrededor de él: ellos son (técnicamente) los que saben ejercer esa función, los que están preparados y saben por dónde llevar al club.
Las estadísticas, los entrenamientos y los mapas de calor no tienen nada que ver con un equipo de trabajo que convive con los jugadores a diario y sabe lo que acontece en su vida. Para poder entrenar a un equipo, uno debe conocerlo a la perfección. Ser un obsesivo de los detalles, no un entrenador de sillón que piensa que el medio izquierdo no está funcionando y debe cambiarlo porque sí. Detrás del televisor hay un mundo de táctica y estrategia que, como la política, tiene la función de llevar a una determinada sociedad (equipo) por el mejor camino posible según la razón, no según la voluntad colectiva.
Lo diré con más fuerza: la democracia no es y nunca ha sido lo que la mayoría quiera. De lo contrario el fascismo o el nacionalsocialismo serían absolutamente democráticos y eso es evidentemente falso. El republicanismo mostró que la democracia es la conquista de la voluntad general materializada como ley; la razón tiene como hijo al derecho, no a la arbitrariedad popular.
Como ven, el problema detrás de la propuesta del United London es mucho más complejo que lo que parece a primera vista. Enternece ver a un club que busca salidas al futbol moderno. Ésta configuración actual del juego es una estrategia de consumo que olvida la función esencial de cualquier buen equipo (democracia): la participación. Quizá la propuesta del club pueda impulsar nuevas formas de entender y ejercer el poder, para el futbol y para la sociedad en general.
Por: Diego Andrade/@diego_a72