Deshilando los uniformes del futbol femenil

Por rabona Entrevista Especiales Opinión Sin categoría Texto 17 septiembre, 2021

Parte de la popularidad del futbol se encuentra en que es un deporte “barato”, en comparación a otro deportes solo se necesita ganas y un balón. El fútbol va más allá de estratos sociales, y ayuda a aquellos que necesitan una motivación y algo en que creer.

A través de los años se ha intentado que el futbol sea un deporte inclusivo y que gente de todos los entornos tenga la oportunidad de acercarse a diversas experiencias a partir del balón. La primera vez que se integró a la mujer en este deporte fue en el año 1894 con la creación del club deportivo British Ladies Football Club en el Reino Unido.

Sin embargo, los equipos femeniles a lo largo de los años no han recibido la misma atención que los equipos masculinos. La falta de atención a estos equipos ha causado un descuido en sus necesidades. En consecuencia, se están viendo afectadas las jugadoras con la producción de los uniformes. Esta falta de atención al uniforme femenino puede verse afectada por un desconocimiento general acerca del tema.

Los uniformes

Tuvimos la oportunidad de hablar con Carlos Marcos, Zablah, entrenador de equipo femenil de Borregos del Tecnológico de Monterrey y esto fue lo que comentó respecto a la importancia de los uniformes:

«Son un elemento importante dentro del equipo, ya que representa la imagen del equipo y de la institución a la que pertenecen cuando están entrenando, de igual manera cuando van a jugar un partido dentro y fuera del estadio.

“Mis jugadoras, ellas ven un uniforme nuevo, un uniforme que les gusta… las motiva a desempeñarse mejor”. (Carlos Marcos Zablah).

Además, son de suma importancia en la parte psicológica, pues eso termina por influir en el desempeño del equipo, motiva a las jugadoras a entrenar y dar todo su esfuerzo en los partidos. Es importante que el diseño del uniforme sea uno que le guste a las futbolistas y las haga sentir orgullosas de portarlo. Pero no solo eso importa, sino también el que se sientan cómodas al portarlo».

Sin embargo, lamentablemente los proveedores que han llegado a proporcionarles uniformes al equipo representativo han quedado mal con lo prometido, ya que estos les brindan uniformes con las tallas incorrectas. Las futbolistas han llegado a expresar su descontento. A pesar de ello, no tuvieron otra opción y tuvieron que conformarse con los uniformes que les han llegado a proporcionar.

Actualmente, las marcas deportivas fabrican uniformes unitallas, sin embargo estos no han llegado a satisfacer completamente a los atletas porque hay una gran diferencia entre las tallas de hombres y mujeres.

Género

La cuestión del género va directamente vinculada con el tema de los uniformes, debido al manejo que se le ha dado desde sus inicios. En la industria futbolística no se pensó como un deporte para mujeres y hombres por igual, de hecho fue prohibido para las mujeres durante años en algunos países. Es un deporte que representa la masculinidad, además de que surgieron deportes “femeninos”, como la gimnasia, natación, etc.

“El deporte siempre ha sido una institución generalmente masculina, y el futbol es un símbolo de masculinidad hegemónica”, comentó Mariana Gabarot, profesora del Tecnológico de Monterrey.

La brecha de género es más que evidente a su vez por temas como el salario. La periodista Andrea Ortega menciona que: “Aunque la industria futbolística genera más de 500.000 millones de dólares cada año, un 49% de las jugadoras de futbol profesional no reciben un salario y un 87% finalizará su carrera deportiva antes de los 25 años, por la baja o nula remuneración, según datos publicados por FIFPro en 2018″.

Se llega a notar una distinción patriarcal entre el deporte femenil y varonil que no debería existir. En la entrega del Balón de Oro en 2018, se le pidió a la mejor jugadora del futbol en el mundo que sí podía hacer twerk. Comentarios como estos que demuestran que aunque en muchas áreas se está mejorando, en realidad la mujer aún se ve discriminada y sexualizada en el futbol.

En cuanto a la lucha feminista, la profesora del Tecnológico de Monterrey, Paulina Millán, menciona lo siguiente: “La relación entre el uniforme y la lucha feminista es muy cercana porque trata de terminar con la subordinación histórica de las mujeres en TODOS los ámbitos. De ahí, que el feminismo se opone, en el caso del deporte, a que los uniformes estén en función de la sexualización, cosificación y no en función de la practicidad y utilidad” . Tristemente, aunque los uniformes sean holgados, no importa lo que use una mujer, se verá sexualizada.

La directora de la carrera de Mercadotecnia del Tecnológico de Monterrey, Mta. Beatriz González, nos explicó cómo funciona la venta de jerseys, y tener un punto de vista profesional para responder la pregunta de: ¿qué es lo que realmente motiva a una persona a comprar una camiseta de un equipo de futbol?

“El mercado se siente parte de. Es sentir que perteneces a alguien, el demostrar tu orgullo por un equipo”, comentó la directora. Lo que motiva al mercado meta a consumir estas camisetas, más allá de si les gusta el diseño o no, es el sentido de pertenencia, el status de comprar una camiseta original y el estar a la moda.

También explicó que, aunque el público sí es en su mayoría masculino, se da mucho que las mujeres se vean involucradas en la compra, por ejemplo: en Monterrey, es muy común que un novio le dé de regalo una camiseta de Rayados o Tigres a su novia, y al revés.

La camiseta cumple muchos propósitos para un equipo, además de ser un uniforme y emblema de orgullo. Trae remuneración económica, sirve como publicidad gracias a las personas que la usan, y también como un lugar para poner a los patrocinadores que apoyan al equipo. Todo esto catapulta el conocimiento de la marca. Beatriz explica que este es un problema de mercadotecnia, y que con una buena estrategia puede explotarse muy fácilmente.

Además de estas entrevistas, se realizaron encuestas respecto a la compra de playeras de equipos de la Liga MX Femenil. El sondeo contempla a 55 personas; 37 mujeres y 18 hombres.

La mayoría de los encuestados para el sondeo, fueron las mujeres (67.3%). 37 mujeres, 18 hombres.
La mayoría se encontraba entre menos de 15 hasta los 20 años (58.2% – 32 personas), seguido por los de 21 a 35 años (38.2% = 21 personas) y por último, de 26 a 45 años (3.6% = 2 personas).

El 60% de los encuestados tiene o conoce de alguien que tiene alguna playera de algún equipo femenil.
Al 61.8% de los encuestados sí les interesaría comprar alguna playera perteneciente a los equipos de futbol femenil.
De los 55 encuestados, 34 personas (61.8%) respondieron que sí les gustaría comprar alguna playera. Por lo tanto de este 61.8%, 52.9% dijo que le interesaría comprarla debido al sentido de pertenencia (fanatismo/afición), 41.2% por su diseño y 3.6% por su popularidad.
De los 55 encuestados, 21 personas (38.2%) respondieron que no les gustaría comprar alguna playera, que es una minoría. De ese 38.2%, 81% dijo que no porque principalmente es algo que no les interesa, 14.3% porque desconocen a los equipos y 4.8% por el precio.
Regresando al total de 55 participantes, el 52.7% sí conoce los precios de estas playeras y el 47.3% no, sin embargo ambas respuestas están casi por igual.
Si todos los participantes decidieran comprar alguna playera, sería principalmente entre 700-1000 pesos (36.4%), seguido de 500-700 pesos (34.5%), después por 1000-1500 pesos (25.5%). Por último, sólo el 3.6% estaría dispuesto a pagar más de 1500 pesos. Esto muestra que sí hay gente que las compraría, debido a que en esos precios rondas las camisetas, sólo se necesita que se dé a conocer mejor a los equipos.