Nadie tiene dudas respecto al fenómeno que representa Disney como empresa. Pasó de hacer dibujos animados a tener bajo su manto un amplio espectro del universo del entretenimiento. Sólo basta con ver la disparidad de contenidos que comandan. Star Wars, Marvel y ESPN son sólo algunas empresas que han sido engullidas en la vorágine Disney. La empresa de Mickey es ya una de las más grandes a nivel mundial y no ha temido ampliar sus redes cada vez más, luego de la confirmación de que Disney compra Fox.
La compra de Fox
En 2017 nuevos acontecimientos dejaron ver que la historia iba a continuar por el mismo sendero. Disney anunció sus intenciones de adquirir 21st Century Fox. Esta última empresa es dueña de estudios de cine así como varios canales de televisión como National Geographic y Fox Sports. Aunque este evento podría parecer inofensivo, la realidad es que es un paso importante a nivel mundial y la compra despertó debates en todo el globo. Esto debido a que la empresa fundada por Walt Disney podría adquirir gran parte del espectro de entretenimiento a nivel global.
Ambas partes autorizaron la compra a mediados de 2018. Sin embargo, no es tan simple, ya que tienen que ser aprobados por distintos organismos reguladores de competencia a nivel mundial. Por ejemplo, en los Estados Unidos, la venta se aprobó siempre y cuando Fox venda varios de los canales deportivos en su propiedad. Sólo luego de que eso suceda se podrá concretar la compra por parte de la empresa de dibujos animados. La medida, por supuesto, no es gratuita.
Si se piensa en la cantidad de exclusividades con las que cuentan tanto ESPN como Fox, se podrá notar que no son pocas. De caer ambas dentro de una sola empresa, serían pocas las que quedarían fuera, creando un monstruo de magnitudes casi monopólicas.
Por su parte, la Unión Europea primó más la cultura por encima de los deportivo, obligando a Fox a vender sus canales con un corte más educativo, con programas sobre historia y cultura. El Conselho Administrativo de Defesa Econômica en Brasil también condicionó la compra: sólo podría llevarse a cabo luego de que Fox Sports fuese vendido.
Situación local
En México, la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) dio luz verde para que se concretara la transacción, aunque únicamente en rubros como la distribución de películas o juguetes de las franquicias bajo su cargo como Star Wars o Los Simpson.
Por su parte, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) se encargó de la parte más espinosa del asunto al aprobar la compra el 12 de marzo. Según datos del Heraldo de México, Disney habría tenido el poder del 31.3 % de las señales deportivas de este país. Por ejemplo, ESPN y Fox Sports son los encargados de transmitir los partidos de torneos como la Champions League y la Copa Libertadores, entre otros muchos y una fusión sin restricciones habría concentrado todo este mercado en una sola empresa.
La misión del IFT debe apunta a la defensa o creación de mayor pluralidad. Por esta razón limitó el poder de Mickey. Disney habría tenido bajo su capa una cantidad tal de contenidos que no habría canal local con la capacidad para competirle. Actualmente ESPN cuenta con seis canales exclusivamente de deportes, mientras que Fox tiene cuatro. Sin la intervención de la IFT, Disney cobijaría diez canales de deportes en donde, por ejemplo, se concentraría una parte sustancial del futbol transmitido en México.
El comprador que no llega
Curioso debe resultarnos que uno de los grandes monopolios de este país (y que durante muchos años concentró el futbol nacional), Televisa, fuese la primer compañía en saltar para combatir los deseos del buen Mickey por hacerse con Fox. Y es que se dio a conocer que tres filiales de la empresa de Azcárraga Jean realizaron demandas de amparo para impugnar la decisión de la COFECE para dar luz verde a la fusión en los rubros antes explicados. Esto sienta un antecedente de que el gigante televisivo podría intentar frenar a toda costa la fusión también en términos de comunicación. Parece ser que la que alguna vez fuera la empresa del Tigre, no gusta de tener la competencia de un ratón.
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El IFT dio luz verde para que Disney absorbiera a Fox en nuestro país. Sin embargo, se han impuesto algunas condiciones para evitar prácticas que puedan orientar el mercado nacional hacia los monopolios.
En la línea del deporte, la limitación establecida para que la compra se pueda llevar a cabo, es que debe realizarse antes un deslinde de todos los negocios que tengan algo que ver con proveer deportes. Esto debía hacerse a más tardar en seis meses. El 1 de noviembre es la fecha límite, aunque puede extenderse medio año más «solo por causas justificadas», aunque no se especificaron cuáles serían estas causas.
A un día de que el plazo establecido por el IFT se cumpla, se desconoce si existe algún comprador. Carlos Slim es de los pocos que se pronunció respecto a esta situación, asegurando que él no tenía interés alguno en hacerse de Fox Sports en México.
A comienzos de mayo de 2019, la compañía dueña de Mickey Mouse aseguró que tenía la intención de llevar todos sus contenidos deportivos a sistemas OTT (transmisión por internet) de manera exclusiva. Esto en concordancia con los movimientos que se están dando en este momento, en el que Netflix es el rival a vencer. Por lo menos en términos de entretenimiento audiovisual.
Por su parte los equipos que han negociado con Fox los derechos de transmisión de sus partidos, tendrán que comenzar a pensar en qué harán una vez que terminen contratos, y si las nuevas condiciones en las que se encuentre el canal serán afines a sus intereses. Seguro mucho de esto dependerá de quién sea el nuevo comprador de la cadena de deportes.
A inicios de diciembre del 2020, el IFT otorgó una nueva prórroga a Disney para vender Fox Sports México, la cual estaría venciendo en marzo del 2021, decisión que se tomó tras la petición de Disney ante los problemas para vender los canales de Fox Sport, por la pandemia de COVID-19. Esto es el cuarto aplazamiento que la empresa recibe para tal acción.
Por: Alberto Roman / @AlbertoRomanGar