Toluca, la cervecería Modelo y la capital del Estado de México no serían lo mismo sin un hombre: Don Nemesio Diez Riega. Toluca llegó a cien años y en parte se los debe a este hombre que tenía algo de Rey Midas. Nemesio Diez Riega nació el 19 de diciembre de 1909 en Portilla de la Reyna, Provincia de León, España. Sus padres querían que Nemesio fuera sacerdote, pero fracasaron en su intento de que se quedara en un seminario. Entonces, apareció Eusebio Antón Compadre, un amigo y vecino de la familia Diez Riega, quien se ofreció a llevarlo a América. De esta manera, Nemesio llegó a San Miguel Allende, Guanajuato, el 28 de agosto de 1923, a la edad de 13 años. Ahí sobrevivió a la Guerra Cristera, pues fue secuestrado y amenazado por los propios cristeros. Cuatro años después arribó al Distrito Federal y se dedicó a la venta de semillas, hasta que inició su propia empresa de comercio de granos y productos de curtiduría, llamada Casa Diez, S.A., en 1937.
En 1945, Pablo Diez Fernández, fundador del Grupo Modelo y leonés como el ya llamado Don Nemesio, le invitó a ser su socio para distribuir cerveza en Toluca. Nemesio Diez aceptó y desde ese momento se dedicó a consolidar el poder del Grupo Modelo mediante ideas visionarias.
Los colaboradores no son solamente empleados eficientes, son nuestros socios con un grado de lealtad que constituye un ejemplo para todos los negocios establecidos en cada región
Esto expresaba la manera en la que Don Nemesio se manejaba en los negocios. Además, su estrategia de marketing llamada la Caravana Corona lo ayudó en su propósito. Ésta consistía en promocionar la cerveza y al Grupo Modelo en todo el país a través de actividades culturales gratuitas con artistas de la talla de Pedro Infante y Lola Beltrán. Junto con su hijo, convirtieron a las cervezas de ese Grupo -principalmente la Corona- de las cervezas mexicanas más vendidas y reconocidas a nivel mundial. El progreso y la inversión de la industria cervecera fue vital para el desarrollo de Toluca, ciudad a la que el empresario le agarró mucho cariño y la consideraba su segundo hogar -Don Nemesio se nacionalizó mexicano en 1942-.
Pero además de sus habilidades como hombre de negocios y empresario, Don Nemesio también era un gran aficionado al futbol. En un principio, apoyaba al Club España, pero en 1959, el presidente Adolfo López Mateos «sugirió» que Don Nemesio se hiciera cargo del equipo de la ciudad con estas palabras: Los hombres de conocimiento y posibilidades económicas que somos aficionados al deporte, tenemos la obligación moral de hacer algo por la juventud para alejarla del vicio. Como si se tratara de una empresa más, Don Nemesio desarrolló el futbol de los Diablos Rojos y bajó su dirección, lograron seis títulos de liga. El apoyo de Don Nemesio también fue fundamental para que México organizara las Copas Mundiales de Futbol en 1970 y 1986.
Su filosofía de trabajo y compromiso marcaban cada una de las acciones que emprendía. Fue merecedor de premios y reconocimientos como Orden de Isabel la Católica, concedida por el Rey Juan Carlos I de España, el de Ciudadano Distinguido de Toluca, medallas de honor de la Cámara Nacional de Comercio, un museo en su ciudad natal y otros tantos. Pero el incansable Don Nemesio se fue en el año 2000, tres días después de que los Diablos del Toluca ganaron su sexto título contra Santos Laguna. El estadio y la calle con su nombre, y la pequeña estatua suya que se encuentra en la Plaza España en Toluca son apenas homenajes a un hombre que no solamente revolucionó el futbol y la industria mexiquense, sino también la de todo México.
Por: Bernardo OV /@bernaov
