En la navidad de 1970, en un festival benéfico, las mujeres de la Selecció Ciutat de Barcelona tomaron la cancha del Camp Nou. Hicieron rodar el balón contra la Unió Esportiva Centelles y terminaron con un empate a ceros. Nadie se hizo daño. A pesar de que en una crónica se dijo que el público lo pasó en grande pero por los fallos exhibidos y por mostrar que el futbol no era, en definitiva, para su sexo, en el campo del club blaugrana se hizo historia. Albergó un juego que antecedió directamente a la creación de su equipo: el Barça Femení.

Jugar para Barcelona sin ser del Barcelona

Aquellas pioneras fueron dirigidas por el exportero culé Antoni Ramallets. Y aun con la creación del conjunto y del juego en el estadio principal del FCB, no podían vestir con los colores distintivos, ni con el nombre ni con el escudo del cuadro catalán en ese primer momento. Su participación no prosperó hasta un año después. Jugaron, en la edición 1971-72, en la Copa de Cataluña pero ahora con el nombre de Peña Femenina Barcelonista.

Durante ese torneo sí recibieron ayuda económica del Barça. Además, pudieron vestir con un combinado blaugrana, pero sin el escudo y no pertenecían como tal a la institución. Por otra parte, la profesionalización del equipo fue paulatina, como se dio en otros países, pues fue hasta los años 80 cuando la Federación Española de Futbol reconoció al balompié femenino. A mitad de esa década alzaron su primer título al ganar la Copa Generalitat. 

Equipo fundador

En 1988-89 se disputó la primera temporada de la Liga Nacional de Futbol Femenino, la cual correspondía a la primera división según su formato. Allí, el equipo blaugrana fue uno de los fundadores. Asimismo, la primera edición de la Copa de la Reina se disputó en 1983 y el Club Femenino Barcelona (su nuevo nombre) llegó a la final en 1991, pero fue hasta un años después cuando la ganó; esto ya bajo el escudo del FCB. 

Dos años después se cambió la estructura del circuito femenil y se instauró la División de Honor Femenina y la Primera Nacional. El Barça pasó a ser parte de la Nacional, que refería a la Segunda División, y fue hasta 2001 cuando la institución blaugrana acogió oficialmente a la escuadra femenina como parte de ella. Esto se dio en el mismo margen de la creación de la Superliga Femenina. No obstante, el equipo no calificó a ésta y continuó en la Liga de Ascenso (en la Nacional).

La época dorada

A diferencia de otros clubes que han llegado al máximo circuito femenino español a raíz de la compra de plazas, el equipo catalán estuvo en constante pelea para conseguir su promoción a la Superliga. En la edición de 2003-2004, el Barcelona Femenino llegó a la Primera División de la mano de la técnica Natalia Astrain. En las siguientes temporadas incluso ficharon a una referente mexicana: Marigol, quien estuvo un par de años en la plantilla y que ayudó, por un momento, a establecer al conjunto en el certamen.

No obstante, en la temporada del 2006-07, volvieron a descender pero no tardaron mucho en regresar a Primera. De hecho, después de esa caída, el Barça comenzó una nueva era tras la llegada de Xavi Llorens a la dirección técnica del cuadro; unos la llaman, incluso, la época dorada por ser una década llena de logros. En la edición 2010-11, conquistaron una Copa de la Reina, seguido de ganar una liga en el 11-12. En la temporada 12-13 incluso se llevaron el doblete tras conseguir ambas.

Posteriormente, las españolas ganaron dos ligas más (cuatro en total, de manera consecutiva) y una copa más. En el 2017 volvieron a alzar una copa y dos ligas, en la edición 2019-20 y 2020-21. Lo que las convirtió en el equipo más ganador de ligas en su país, con seis obtenidas, con más Copas de la Reina, con siete, y con más Copas de Cataluña, con diez. 

En el 2017, Llorens dejó de ser entrenador de las blaugranas y llegó Fran Sánchez, quien conquistó dos copas. No obstante, solo estuvo un par de años y su lugar lo tomó Lluís Cortés, quien llegó a la institución en enero del 2019 y a los pocos meses, junto a él, las jugadoras llegaron a la final de la Champions League Femenina. “El Barça tiene el objetivo a medio plazo de convertirse en un aspirante a ser campeón de Europa”, agrega el propio club en su página.

Trabajo, disciplina y confianza

El éxito del club catalán se debe a que desde el 2015 se ha preocupado por la profesionalización del equipo femenino. Al invertir desde el personal que las acompaña, los lugares en donde entrenan y hasta la selección de jugadoras que potencien al equipo. No obstante, además del talento nacional y extranjero que ha residido en sus filas, como las mexicanas Kenti Robles y Pamela Tajonar, han trabajado con sus fuerzas básicas a través de las categorías Alevín-Benjamín, Femenino B, Juvenil-Cadete e Infantil-Alevín.

Estos éxitos no han llegado solo del trabajo interno, sino también de la representación en espacios simbólicos. A 50 años de que las pioneras disputaron un juego en el Camp Nou, la escuadra actual jugó por primera vez, desde su profesionalización, en dicho estadio. Allí debutaron y golearon 5-0 al Espanyol en el derbi catalán, el pasado 6 de enero. 

Asimismo, el avance del Barça a través de su categoría femenil se refleja en la propia Selección Española. Pues en su última disputa internacional, en el Mundial de Francia 2019, fueron diez jugadoras del conjunto catalán. Entre ellas figuran Jenni Hermoso, Sandra Paños, Alexia Putellas, Mapi León, Patri Guijarro, Mariona Caldentey, entre otras. Por otro lado, en la última convocatoria de la Roja, en abril de este año, asistieron nueve futbolistas blaugranas, equivalente al 37,5% de la lista. 

Una conquista más

La proyección que ha tenido el equipo de Barcelona a nivel nacional y europeo lo convierten en uno de los más interesantes en la actualidad. Pues después de ganar la Liga Iberdrola el año pasado, aun con el parón del coronavirus, en esta temporada dejaron en claro que dominan esta competencia. El domingo pasado se convirtieron en las virtuales campeonas de la liga con 78 puntos, con tres partidos menos que los demás y cinco jornadas aún por disputar. Además de que anotaron 128 goles y solo recibieron cinco. 

La cereza del pastel de este proceso es que este domingo, 16 de mayo, las españolas se medirán ante el Chelsea para disputar la final de la Champions League Femenina. Esta será la segunda ocasión en que la disputan, pues en 2019 cayeron ante el Olympique de Lyon. El trabajo que hay detrás del cuadro, interior, individual y colectivo, se refleja en que hayan ganado su liga, vayan a disputar las semifinales de la Copa de la Reina, y estén a 90 minutos de ser campeonas de Europa. Esa es la magnitud del gigante catalán. 

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