La ciudad británica de Liverpool no solo nos ha regalado a una de las grandes agrupaciones musicales de todos los tiempos, sino que además la urbe ha sido hogar de dos de los grandes equipos del norte de Inglaterra, el Everton y el Liverpool, quienes disputan el Derbi de Merseyside, uno de los más antiguos y pasionales de la isla. Para entender porqué ha sido catalogado de esta manera es necesario remontarnos a los orígenes de este partido.

Origen

Todo comenzó con la fundación del Everton en 1878, en aquellos años los estadios no cumplian con un aforo demasiado grande para los aficionados, por lo que el presidente del club en ese entonces, John Houlding, adquirió unos terrenos en el barrio de Anfield para que la escuadra pudiera disputar sus encuentros.

Sin embargo, Houlding comenzó a cobrar renta a los demás dueños de los Blues, pues decía que dichas tierras las había comprado para él y no para cederlas al equipo.

En un principio los demás directivos del Everton no aceptaron tal decisión, pero al final cedieron pues a medida que se realizaban los torneos, la afición respondía de manera favorable.

Con el aumento de ingresos al campo la ambición de Houlding creció y comenzó a subir el alquiler del campo, algo que enfureció a los demás socios del club que terminaron por abandonar el campo de Anfield y lo trasladaron muy cerca del lugar, en Goodison Park.     

Ante tal hecho, con un estadio vacío y sin utilizar, Holding decidió crear su propio equipo en 1892, el Liverpool Football Club. La nueva escuadra de la ciudad fue registrada en la segunda división del balompié británico, y a un ritmo veloz comenzó a ganarse buena parte de la afición de la ciudad.

El primer choque entre ambas escuadras fue el 13 de octubre de 1894, partido donde la ciudad comenzaría a estar dividida en dos tras la victoria del Everton 3-0 ante los Reds, generando así una rivalidad histórica y que ha perdurado al paso del tiempo.

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Por: Manuel Vázquez Laguna / @HayManolo