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Taconazo

Canal Nacional es un punto de encuentro y de división. Este cauce de agua fue creado de manera artificial desde antes de la llegada de los españoles y para mediados del siglo XIX fue bautizado con su nombre actual. En la actualidad no solo es un cauce, sino que representa una frontera natural entre Coyoacán e Iztapalapa, dos alcaldías de la Ciudad de México. Con cruzar el angosto río, se cambia de alcaldía. Y aunque esto no parezca mucho, tiene un profundo significado.

Y es que a nivel nacional, ambos nombres son reconocidos, por distintas circunstancias y razones. Coyoacán se ubica como uno de los centros culturales más importantes de la metrópoli, con una gran cantidad de espacio artísticos y educativos, entre los que destacan lugares como Ciudad Universitaria y el Centro Cultural Universitario, por ejemplo. 

Por su parte, Iztapalapa tiene una fama fundamentada en el polo opuesto. Durante muchos años se la ha visto como un espacio donde la inseguridad es algo constitutivo, siendo catalogada como una de las más inseguras de la capital mexicana. Y en medio, Canal Nacional.

A la altura de la estación del metro San Andrés Tomatlán, del lado de Coyoacán, se encuentra el Parque Deportivo Francisco J. Mújica anexo B. En este espacio se pueden encontrar canchas de frontón, futbol y basquetbol, además de un área para realizar skate urbano. El espacio es amplio y desde la mañana la gente comienza a aparecer para ocupar las canchas y los espacios. Pronto se puede notar que dos grupos componen una importante mayoría: las personas cercanas a la tercera edad y los jóvenes.

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Un grupo de chicos de no más de dieciocho años arriba a la cancha de Frontón. Son cerca de diez. Caminan con gesto serio y seguro, dejan sus mochilas desgastadas en los límites de la cancha y comienzan a golpear la pelota con el vigor que impregna la juventud. Por si el deporte en sí mismo no fuese suficiente muestra de esto, fuman durante el encuentro… “El de rojo le pega durísimo a la pelota”, asegura Carlos Roque, Coordinador del Instituto de Reinserción Social, mientras señala a quien parece ser el líder del grupo: un chico de baja estatura y cuerpo robusto de alrededor de diecisiete o dieciocho años.

El mismo Roque explica que la gran cantidad de jóvenes que aparecen en horario escolar en las canchas, se debe a un fenómeno académico. Cuando terminan la preparatoria los chicos y chicas intentan ingresar a la universidad de su preferencia, en un alto número de casos no lo logran, debido a los pocos espacios con que cuenta en las instituciones de educación superior

El Encuentro de los Ocho Barrios

Cuando esto sucede deciden esperar el siguiente ciclo escolar, mientras tanto consiguen trabajos informales en el mejor de los casos. Muchos de esos chicos terminan desempleados y para matar el tiempo van a jugar al Parque Deportivo Francisco J. Mújica. Este parque pertenece a Coyoacán, pero  también mantiene un flujo de jóvenes de Iztapalapa debido a que, según Roque, es un sitio relativamente seguro para practicar deportes, donde la presencia del narcotráfico todavía no es tan marcada. 

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Ahí es donde se lleva a cabo el “Encuentro de los Ocho Barrios”. El proyecto nació en junio de 2019, como una estrategia por parte del Instituto de Reinserción Social, para detectar factores de riesgo que influyeran en que los jóvenes llegaran a los Ministerios Públicos. A partir de recorridos en comunidad y de convivir con estos chicos, se dieron cuenta de que el deporte era una vía para lograr acercarse a ellos, para conocer sus historias.

Carlos Roque cuenta que se decidió llevar el proyecto ahí, debido a la cantidad de carpetas de investigación que hay en la zona: “Aunque la colonia de San Francisco Culhuacan no está en el top tres de las que más carpetas de investigación tienen, si se encuentra en el top cinco. Se caracterizan por vivir mucha violencia”. En la misma línea comenta que “el crimen organizado ha ocupado muchos deportivos de Iztapalapa. Los jóvenes de esos sitios viene al Deportivo Mujica”.

Ve nuestra cobertura completa del torneo Encuentro de los Ocho Barrios al final de este video:

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Gema llama la atención desde el minuto uno del partido, ya sea por su vínculo con la pelota, o por el hecho de ser la única en todo el campo en portar tenis marca Converse en vez del clásico calzado para practicar balompié. Desde las gradas sus compañeras la animan al tiempo que se quedan con el grito de gol ahogado en las gargantas. Su equipo, como todos los demás que participaron en el “Encuentro de los Ocho Barrios”, tuvieron, por lo menos, una mujer dentro de sus filas en el campo.

Los organizadores afirmaron que sólo un par de conjuntos llegaron sin una chica en sus filas, pero que finalmente lograron reforzarse e ingresaron al torneo. Otros conjuntos llegaron sólo con la cantidad requerida. En la mayoría el ejercicio de paridad fue mucho más notorio.

El futbol como puente

Gema Muñiz no sólo forma parte del ataque de su equipo. Es Etnóloga por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y forma parte del proyecto de prevención en el que se enmarca el torneo. En el trabajo de campo que realiza, ha encontrado dinámicas en las que chicos de entre catorce y quince años se ven inmersos en drogadicción, ambiente familiar problemático y muchos otros problemas: “estos chicos están muy vulnerables. Pero justamente estas actividades deportivas y artísticas nos han ayudado a no llegar de manera invasiva.”

Y es que ante este escenario de adversidad en el que el ambiente no es propicio para abrirse con extraños, en la pelota han encontrado una vía para que la comunidad los reciba y se abra a ellos. Esto posibilita que puedan ingresar a la comunidad, y dentro de ella, intentar sembrar la semilla de la prevención. Además de esto, hermana a dos zonas que generalmente son víctimas de los prejuicios

Hemos notado muchos un estereotipo de que justamente ‘los de Iztapalapa bajan a contaminar Coyoacán’”. Sin embargo, cuando el balón comienza a rodar, todo el ambiente de hostilidad se trastoca, por lo menos por un momento. El “Encuentro de los Ocho Barrios” no cambiará al mundo, pero por una tarde, puso pausa a esto. “A través del futbol ellos nos permitieron conocerlos, al convivir con ellos, ha sido la manera más sencilla” comenta Gema.

Por: Alberto Román / @AlbertoRomanGar

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