Sir Alex Ferguson es uno de los entrenadores más laureados en el Manchester United. Desde que arribó al banquillo y tras su retiro como director técnico, cosechó 38 títulos en 26 años al mando. El escocés no solo ayudó a ganar más de la mitad de los campeonatos de los ‘Red Devils’ en su historia, sino que también otorgó identidad y estabilidad a la institución por casi tres décadas.
Siempre hay un antes y un después en las épocas más gloriosas de los equipos de futbol, midiéndose en títulos y trofeos. Si hay alguien que materializó toda una escuela en el balompié, con uno de los planteles más competitivos del mundo y un estilo de juego inteligente, es Alex Ferguson al frente del Manchester United. Consolidó desde la banca uno de los proyectos más exitosos del deporte entre las últimas décadas del siglo pasado y las primeras del XXI.
Sir Alex Ferguson: la infancia escocesa y los años como futbolista
Ferguson nació un 31 de diciembre de 1941 en Glasgow, Escocia. Fue el hijo mayor del matrimonio entre Alexander y Elizabeth Ferguson. Creció en el distrito de Govan, al lado del río Cycle. Fue criado en una familia de la clase trabajadora y amante del futbol por su cultura escocesa y por tener a unos kilómetros al Ibrox Stadium, casa de los Rangers y el equipo con el que creció de joven. Desde pequeño se decantó por el deporte y no por la escuela.
Su familia era obrera y su padre se dedicó a la industria naval en el sector de construcción. Además, era jugador amateur pero, con dos hijos, el balompié no fue suficiente para mantenerlos. Alex Ferguson, por su parte, desde la primaria empezó a mostrar interés en la pelota. Jugaba con su hermano Martin y conforme creció, lo tomó como un estilo de vida. Por eso a los 16 años debutó en el Queen’s Park, de la liga no profesional y pronto mezcló esto con ser líder sindical de obreros con los astilleros del río Cycle, donde trabajaba.
Fue un goleador tanto con el Queen’s Park como con el St. Johnstone y el salto al deporte profesional sucedió hasta 1964 con el Dunfermline. Un año más tarde se consolidó como el máximo goleador de la temporada en la Scottish Premiership con 45 dianas, lo que le valió para ser fichado por los Rangers, aunque no duró mucho tiempo con ellos y llegó al Falkirk después. Finalizó su carrera a los 32 años con el Ayr United. En su faceta como jugador, levantó dos ligas de la segunda división (St. Johnston 1962-63 y Falkirk 1969-70).
Debut como director técnico: de la quinta división escocesa a dirigir a los ‘Red Devils’
En tanto dejó las canchas como futbolista, arribó al banquillo como entrenador. Su primer club fue el East Stirlingshire de la quinta división, donde llegó en el 74, mismo año en que cerró su faceta como goleador. Cobraba 40 libras a la semana y le bastó un año para llegar al Saint Mirren de la segunda tras lo mostrado en su primer conjunto. Después de cuatro temporadas, el equipo decidió despedir a Ferguson debido a que negoció antes su fichaje al Aberdeen antes de avisarle a su actual club, lo que terminó en una pelea legal.
Su primer título cayó con el St. Mirren en la temporada 1976-77 en la segunda división de Escocia. Tras su paso por este club, llegó al Aberdeen y fue el segundo equipo con el que tuvo mayor porcentaje de efectividad con un 66%. Arribó a este en el 78 y por ocho años ganó tres ligas de Escocia, cuatro copas, una Drybrough Cup y una Copa de la Liga de Escocia.
En noviembre de 1986 llegó al Manchester United para hacer historia. Desde el primer día impuso orden a los ‘Red Devils’, pues la disciplina fue uno de sus más característicos rasgos, al grado de que en sus anteriores clubes fue apodado ‘Furious Fergie’ por su tenacidad como entrenador. Parte de esta cualidad se reflejó en que buscaba lo mejor para cada uno de sus jugadores, exigiendo el máximo y siendo respetado por sus pupilos.
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En sus primeras cuatro temporadas fue criticado porque al parecer no estaba rindiendo en su papel como estratega en uno de los clubes más importantes de Inglaterra. Sin embargo, se supo que también atravesaba un momento difícil en su vida personal, luego de que su madre Elizabeth Ferguson muriera tres semanas después de que arribara a Manchester. Falleció por padecer cáncer de pulmón, la misma aflicción que su padre, quien también murió de esto al ser fumadores.
Tras la pérdida de su madre, Ferguson fue de las caras de una campaña del gobierno para prevenir y detectar a tiempo este tipo de cáncer, provocado por el tabaco. El entrenador recuerda que acudió al médico y este le dijo que la enfermedad de su madre ya era muy grave, por lo que le quedaban cuatro días de vida y así fue, al cuarto falleció en noviembre del 86. Por eso destinó el programa “Tiempos extras” para que dicha aflicción no sentenciara a muerte a los pacientes.
Su primer título con el United fue en la temporada 1989-90 al ganar la FA Cup, seguida de una Charity Shield y una Copa de la Liga de Inglaterra. En la 90-91 vencieron al Barcelona en la Recopa de Europa y comentó que finalmente el Manchester estaba listo para ganar la liga y así fue, pues un año más tarde conquistaron la Premier en la edición del 92-93. Con una ventaja de diez puntos sobre el segundo lugar (Aston Villa con 74), Ferguson dirigió al plantel a ser campeón del país, nombrándolo como el entrenador del año por este campeonato.
El vuelo sin freno al frente del Manchester United
Desde entonces emprendió una carrera con muchos méritos, al grado de que casi duplicó los títulos que tenía el Manchester United en toda su historia a lo que él hizo en 26 años. Cuando arribó a la plantilla en 1986, los ‘Red Devils’ habían ganado 24 trofeos y cuando Ferguson se retiró como entrenador, en el 2013, ganó 39 luego de dos Champions League, trece Premier, diez Community Shield, cinco FA Cup, cuatro copas de la liga, una Copa Intercontinental y un Mundial de clubes. Casi un 60% del palmarés de los ingleses es gracias a Ferguson.
Durante los últimos años del siglo pasado y la primera década del XXI, Alex Ferguson se dedicó a tener a una de las plantillas más codiciadas del mundo. Su estilo de juego le daba prioridad a los grandes futbolistas (Paul Scholes, Ryan Giggs, Ole Gunnar Solskjaer, David Beckham…) pero con la confianza plena de sumar al ataque a los más jóvenes como Cristiano Ronaldo. A pesar de que tuvo incidentes por la indisciplina de algunos como Beckham, se sabía que el escocés solo buscaba lo mejor para sus allegados y se desentendió de aquellos que no lo comprendieron.
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El instinto paternalista de Sir Alex Ferguson, quien recibió la Orden del Imperio Británico de la Reina Isabel en 1999, también fue clave para inspirar a sus futbolistas. El entrenador se encargó de estar por 26 años y medio en el United, siendo un técnico de pocos clubes y muchos campeonatos. Tras la filosofía del nacido en Glasgow, ahora el conjunto sufre una escasez de títulos ante su retiro, la era después del entrenador y denominada como la “Maldición de Ferguson” por los siete entrenadores que no han podido llevar al Manchester a lo más alto de Inglaterra por casi una década.
Por: Samantha González / @ssmanthaglez