El futbol mexicano está lleno de escándalos, buenos y malos manejos. Hoy repasamos el legado de uno de los personajes más importantes y señalados de la historia del balompié azteca: Jorge Vergara.
La historia de Jorge Vergara muestra un nivel de superación como pocas, y un soñador que compró al equipo más popular del país: las Chivas, con el objetivo de hacerlas el mejor club del mundo. Fue una gestión a sol y sombra, logró cosas increíbles, pero también tomó decisiones que perjudicaron al club.
La sombra
Podemos enlistar varios momentos grises del “Chivas de Vergara”, como: las disputas legales con los asociados del club, para hacer de la institución una empresa de sociedad anónima; las demandas con su exesposa Angélica Fuentes por el control de Grupo Omnilife. Sumado a proyectos deportivos mermados por crisis económicas y malos manejos, que resultaban en pobres resultados deportivos.
Sus inicios
Jorge nació en una familia de clase media en Guadalajara y desde muy pequeño supo que lo suyo no era estudiar, sino trabajar. Esto lo llevó a lo largo de su vida a no parar de “picar piedra” para lograr sus sueños. Durante su juventud, trabajó en varios lugares, ninguno parecido al anterior: vendió coches, fue mecánico y hasta como traductor de textos.
En 1978, con tan solo 23 años de edad, Vergara se convirtió en subdirector comercial de la empresa Casolar, que pertenecía a la firma Alfa. Al inicio de la década de los ochenta la empresa quebró, gracias a la crisis económica que vivía México. El exdueño del rebaño, se quedó sin empleo.
“Un gran amigo me dio un gran consejo: dedícate a tu hobby, eso va a ser un gran negocio, y mi hobby era cocinar, así que me puse a hacer carnitas de puerco” comentó en su conferencia para TED.
De taquero a magnate
Ante su gran mentalidad y compromiso por trascender abrió un puesto de tacos para poder subsistir. Tiempo después, decidió emigrar a los Estados Unidos, para trabajar en Herbalife (empresa de suplementos alimenticios). Inspirado por una vida sana y su talento para hacer negocios, decidió fundar su propia compañía: Grupo Omnilife, hoy en día está catalogada como una de las empresas más importantes del país.
Gracias a su gran éxito empresarial y su necesidad por crecer todo el tiempo, decidió adquirir el 87% de las acciones del Club Guadalajara. El 31 de octubre de 2002, el rebaño estrenó pastor: Jorge Vergara se convirtió en el socio mayoritario del equipo. Sin duda alguna, llegó para cambiar y hacer bien las cosas, con la ilusión intacta de hacer a Chivas el mejor equipo del mundo en un periodo de 10 años.
Un nuevo pastor para el rebaño
En cuanto llegó se puso a trabajar en la identidad del equipo y afición. Para lograrlo encabezó uno de los proyectos más ambicioso, no solo del futbol mexicano, si no de la infraestructura del país: la construcción del Estadio Chivas, hoy Estadio Akron. El recinto tuvo un costo de dos mil millones de pesos.
El inmueble fue abierto al público el 30 de julio de 2010, en un partido amistoso nada más y nada menos que contra el Manchester United; además de servir como despedida para un joven Javier Hernández, que hizo las maletas para recaer en el teatro de los sueños con los Red Devils.
Un nombre en América
Deportivamente el primer gran aviso de estas Chivas fue en la Libertadores de 2005; donde en los cuartos de final se enfrentaron contra Boca. La ida en el Estadio Jalisco resultó en una goleada de 4-0 de los rojiblancos sobre los argentinos. Para la vuelta, con una Bombonera a reventar, el resultado no se movió.
De la mano del Bofo, Chivas silenció dejó en silencio a los xeneizes. Para el recuerdo el escupitajo de Jorge Benítez (extécnico de Boca) sobre Adolfo Bautista. Posteriormente las Chivas fueron eliminadas en semifinales.
En 2006 llegó el primer título nacional de la administración Vergara, esto ante Toluca. Entre sus filas estaban nombres como: Oswaldo Sánchez, Maza Rodríguez, Ramoncito Morales, Gonzalo Pineda, Omar Bravo, el Bofo Bautista, Venado Medina y Paco Palencia.
Ese mismo año en Copa Libertadores, lograron una histórica victoria, venciendo al Sao Paulo, que contaba con un invicto de 19 años sin perder en casa, y llegando de nueva cuenta a una semifinal.
Para 2010, el rebaño se convirtió en el segundo equipo mexicano en representar a México en una final de América. El resultado fue desfavorable. El Inter de Porto Alegre se llevó el título en aquella edición.
“Constancia: es la clave para tener éxito”, Jorge Vergara
Quedaron a deber
El Guadalajara, siguió sumando títulos, pero para su popularidad no fueron suficientes. Levantaron dos Copas MX en 2015 y 2017; una Supercopa MX en 2016; una Concacaf Liga de Campeones en 2018; y como lo hicieron en el 2006, en 2017 el rebaño ganó su segundo título de liga en la era Vergara, de la mano del “pastor” Matías Almeyda.
Y si vamos a hablar de la gestión de Jorge en Verde Valle, tenemos que mencionar dos nombres propios: Matías Almeyda y Johan Cruyff.
Un holandes, perdido en Guadalajara
Empecemos por Cruyff, la gran visión a futuro de Vergara le impulsó a buscar el fichaje del genio europeo, para iniciar un proyecto deportivo que partiera desde la cantera hasta el primer equipo, quería replicar lo que hizo Marcelo Bielsa con el Atlas. En 2012, se anunció la llegada del ex Barcelona, un tipo que traía consigo una escuela futbolística muy importante y una menara muy diferente de jugar, sentir y ver al futbol.
Johan llegó como asesor deportivo, y trajo a John Van’t Schip como director técnico. Se modificó el modelo de trabajo y los métodos en el esquema táctico. Lamentablemente Jorge Vergara no supo leer las ideas “cruyffistas”, donde los resultados conllevan mucho tiempo y trabajo. Empezó una mala relación entre los dos, y diez meses después del arribo del holandés el acuerdo concluyó. “El Flaco” tuvo un paso sin pena ni gloria en México.
El último ídolo del rebaño
Por otro lado, Matías Almeida llegó a Chivas en 2015, se encontró con un club, tanto deportiva como económicamente en crisis. La primera gran acometida de Matías en Chivas fue solucionar los problemas de descenso y lo logró, pues “el pelado” trajo resultados inmediatos. Posteriormente, empezó a trabajar en la identidad del equipo, priorizando la presión en todos los sectores del campo, de nuevo lo consiguió.
Levantó 5 títulos en 3 años, como timonel del rebaño. Para 2018, los malos resultados y su pésima relación con José Luis Higuera, hicieron que Almeida dejara México; aunque públicamente ha expresado su deseo de volver a Chivas.
Creyó en el talento
Un gran punto a favor de Jorge, fue creer en el tanto mexicano, darle la oportunidad al jugador nacional, se convierte en un acto revolucionario. Preservó la tradición de jugar solamente con futbolistas aztecas e impulsó la cantera, por consecuencia surgieron varios buenos jugadores, como: el “Chicharito” Hernández, Carlos Vela, Salcido y Marco Fabian, aunque hay más nombres.
Antes que el magnate, el ser humano
Un tipo de mirada fría y carácter duro, pero a la vez muy sensible que se ocupaba por ver crecer a los suyos, y ayudar a los demás. Alguna vez Marcelo Michel Leaño lo definió como una persona muy sabia pero sobre todo, un ser muy aventurero.
Le gustaba pensar a largo plazo e ir un paso por delante de los demás. Se habla de él como un líder natural con una personalidad que imponía, gracias a su honestidad y sencillez.
Alguna vez el fundador de grupo Omnilife dijo: “Entre más ayuden a transformar la vida de una persona, más van a transformar la suya”.
Don Jorge Vergara, como todos, tuvo sus errores, pero creo que es una persona de la que vale la pena quedarse con lo bueno y poder aprender de él. Las personas mueren pero su legado y enseñanza prevalece en la cabeza de las personas. Jorge fue de esos tipos que cambian vidas, en Chivas marcó un antes y un después, pero sobre todo dejó huella en la vida de los demás.
¡Eres eterno, Jorge!
“El camino no está en las estrellas, el camino está en el corazón”, Jorge Vergara.
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Por: Diego Albarrán / @diego_cuba08