El oftalmólogo polaco, Ludwik Zamenhof (1859 – 1917), fue el creador del idioma esperanto en 1887. Con él pretendía unificar a los pueblos del antiguo imperio Ruso. Su trabajo se reflejó en un folleto firmado como Doktoro Esperanto, y fue hasta 1905 cuando se establecieron la bases del idioma universal. Éste se desarrollaría en diversas regiones como forma alterna al idioma practicado por los habitantes.
Por otro lado, en 1908 el movimiento generado por el Esperanto se vio en una crisis originada por reformas que se pretendían a la lengua. Se estima que un 60% de quienes formaban el grupo creado por el Esperanto, rechazaron las reformas. Sin embargo, la lengua sobrevivió y se mantuvo vigente a lo largo del siglo XX.
Utilizado principalmente por el sector obrero, inclusive nombrado como el latín de los obreros, el Esperanto se difundió en Europa, esto produjo que la afluencia a los congresos creciera considerablemente. En 1922 la Liga de Naciones reconoció al Esperanto como «lengua viva de fácil aprendizaje».
A pesar de que el Esperanto no tiene el reconocimiento como lengua oficial en ningún país, continua desarrollándose en diversas regiones bajo la tutela de la Academia del Esperanto. Es practicado por Reinhard Selten, premio nobel, y el jugador de ajedrez Zsuzsa Polgár.
Esperanto y el futbol
Ahora bien, bajo la motivación original de Zamenhof, en 2014, tres jóvenes argentinos; Juan, Jorge y Francisco formaron una selección internacional, donde el esperanto era el hilo conductor del proyecto deportivo. En el mismo año jugaron su primer partido, y lograron reunir a jugadores de más de 30 países bajo la bandera del esperanto. Lo que sigue para la selección es participar en torneos internacionales.
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Por: Redacción