El futbol puede tener un claro uso propagandístico y político por parte de los gobiernos de cualquier país. Italia 1934 es la muestra perfecta de que la pelota sí se mancha y puede estar al servicio de la gente en el poder. Esto también tiene su contraparte, en la que el balompié aparece como un intersticio que permite que las tensiones se hagan a un lado, por lo menos un momento. Ahí donde las armas y el mundo de la política (que no es sinónimo de lo político), las guerras y el poder quieren acaparar todo, el campo de juego puede enviar un mensaje a los campos de batallas. El encuentro de Estados Unidos vs Irán en Francia 98 es un ejemplo de esto.
Los antecedentes del Estados Unidos vs Irán
Las tensiones entre ambos países comenzaron con la llamada “Revolución Islámica”. Luego de protestas y huelgas en todo el país, el sah (monarca iraní) Mohammad Reza Pahleví abandonó el país a principios de 1979. Reza Pahleví contaba con el respaldo de los Estados Unidos, por lo que la llegada del ayatolá Jomeini (quien lideró el movimiento que derrocó al sah) complicó las relaciones con Irán.
Sin embargo el conflicto vivió su punto más álgido a finales de aquel año: un grupo de estudiantes iraníes tomaron rehenes a los miembros de la embajada de Estados Unidos, ubicada en Teherán. Durante 444 días retuvieron en contra de su voluntad a 52 ciudadanos estadounidenses. Esto terminó por romper las relaciones entre ambos países. Por si todo lo anterior fuese poco, el país de las barras y las estrellas apoyó a Irak cuando se declararon en guerra con Irán a inicios de los ochentas.
Los designios del azar: el sorteo de Francia 98
Con todos estos antecedentes, queda claro porqué cuando en el sorteo de Francia 98 (llevado a cabo el 4 de diciembre del 97) el Grupo F se llevó todas las miradas: Irán vs Estados Unidos parecía el encuentro de mayor tensión, ya que había mucho más en juego que tres puntos. O por lo menos eso se comenzó a manejar a distintos niveles.
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No pasó mucho tiempo antes de que la situación se hiciera presente más allá del mundo del futbol. El partido comenzaba a mostrar hostilidades desde antes de que los once saltaran a la cancha: sin que el torneo mismo diera inicio, el delantero iraní Khodadad Azizi se sumó a esa atmósfera que no dejaba de señalar que el encuentro era más que futbol, declarando que “EEUU nos impuso una guerra de ocho años con Irak (1980-88) que costó la vida de medio millón de iraníes. Hay muchas familias de mártires deseando que ganemos. Tenemos esa obligación, es el partido de nuestras vidas”.
El ascenso de la tensión
Como era de esperarse, no fue el único. El Estados Unidos vs Irán ya estaba marcado y las expectativas de que todo iba a salirse de control no dejaban de ascender. Múltiples grupos opositores al régimen islámico amenazaron con saltar a la cancha e interrumpir el partido de futbol, mientras que los jugadores norteamericanos y sus familias tuvieron vigilancia personal incluso antes de llegar al torneo. Ya instalados en Francia, hubo policías vestidos de civiles en sus entrenamientos y hoteles.
Cada centímetro del campo de juego estaba politizado y el menor de los gestos era motivo de debate. Basta recordar que el equipo norteamericano jugaba de local, mientras que los rivales eran visita. Así, primero se formaban en línea los estadounidenses y luego saldrían los iraníes a darles la mano. Fue entonces cuando el máximo líder de Irán en aquel momento, Ali Khamenei, dio la orden expresa de que sus connacionales no salieran como segundo, detrás de sus rivales.
Fue necesario que Mehrdad Masoudi, que en aquel momento fungía como mediador de la FIFA para aquel encuentro, negociara con la Selección de las barras y las estrellas, para que los iraníes terminaran por salir primero.
El salto a la cancha
Por si todo lo anterior fuese poco, ambos combinados dependían de aquel encuentro para continuar con vida dentro del Mundial. Los Príncipes de Persia cayeron 1-0 frente a Yugoslavia 1-0, mientras que los Yankees sufrieron la derrota ante Alemania 2-0. Ese segundo encuentro en la fase de grupos apareció como un momento decisivo, ya que podía significar la permanencia o el adiós a la Copa del Mundo. Todo estaba servido, la atmósfera no podía estar más cargada.
Y entonces las flores resquebrajaron la tensión. El 21 de junio, en el Stade Gerland, ubicado en Lyon, sucedió lo que nadie esperaba para el Irán vs Estados Unidos: los jugadores iraníes salieron al campo con ramos de flores en las manos y se los dieron a sus rivales. Una simple imagen enterró de un manotazo todo lo que se esperaba de aquel encuentro. Por si lo anterior fuese poco, los futbolistas se tomaron la foto juntos, sin orden alguno.
El resultado fue 2-1 a favor de Irán. Sin embargo, al final del día el encuentro fue recordado como uno de los momentos más memorables en la historia del balompié, gracias a lo que sucedió antes de que el árbitro diera el pitido de inicio. Luego de caer derrotado, el defensa estadounidense Jeff Agoos resumió el encuentro en tan sólo unas cuantas palabras: “Hicimos más en 90 minutos que los políticos en veinte años”.
Por: Alberto Roman / @AlbertoRomanGar