La historia del balompié mexicano tiene sus orígenes en la llegada de la comunidad inglesa a Hidalgo, pero también a través de ese fuerte vínculo que compartimos con España. Un claro ejemplo fue la gira que realizó la Selección Vasca de futbol durante el periodo de la Guerra Civil en 1937.
Inició por Europa, pero tuvo su desenlace en el continente americano, principalmente en México. Fue tan bien recibida que un año después logró consolidar un equipo en la Liga Mayor, antecedente directo de la liga profesional de futbol en nuestro país. La historia del Club Deportivo Euzkadi es un relato que describe cómo los conflictos bélicos en España propiciaron –aún sin quererlo– el crecimiento del balompié nacional, y cómo este deporte puede combatir -a su manera- problemáticas sociales.
Todo comenzó cuando el territorio vasco fue ocupado en su totalidad por las tropas del régimen franquista, en 1937. La situación obligó a muchos a refugiarse en el extranjero, aunque otros quedaron desprotegidos ya que no podían salir de la región donostiarra.
José Antonio Aguirre y Lecube, el primer lehendakari -tomó cartas en el asunto y decidió, además de evacuar a miles de niños vascos, recaudar fondos para poder ayudar a sus paisanos afectados por la Guerra. Pedro Vallana Jeanguenat fue un referente histórico del balompié español, y José Aguirre le encomendó la tarea de dirigir y entrenar a la selección de futbol de Euzkadi en su gira internacional que buscaba obtener recursos para los vizcaínos.
El recorrido dio comienzo el 25 de Abril de 1937 en el Parque de los Príncipes, frente al Racing de París. No fue sorpresa que el combinado español ganara este enfrentamiento pues el equipo era sólido, contaba con figuras del último campeón –antes de que suspendieran la liga– el Athletic Club de Bilbao y también grandes jugadores del Real Madrid.
La escuadra estaba conformada por Gregorio Blasco, Serafín Ahedo, Pedro y Luis Regueiro, Isidro Lángara, Ángel Zubieta, Emilio Alonso, Ignacio Aguirrezabala, Rafael Egusquiza, entre otros. La noticia del bombardeo de Guernica a la mañana siguiente causó un impacto profundo que alentó aún más a la Selección en sus encuentros. Tuvieron un éxito increíble por Francia, Polonia, Dinamarca, Checoslovaquia, Dinamarca y Noruega.
Pero el momento más emotivo sucedió en la Unión Soviética ya que acogieron la visita de un pequeño campamento de refugiados vascos, en su mayoría niños. La gira estaba cerca del minuto 90, era momento de regresar a España pero la Guerra Civil seguía su curso. Entonces el partido se fue al alargue, un tiempo extra se jugó en el continente americano, visitando México, Cuba, Argentina y Chile para continuar con la odisea. Se embarcaron en el puerto de Havre y emprendieron una nueva travesía.
Algunos ven el balompié como una oportunidad de romper fronteras, otros lo utilizan para olvidar sus problemas, como la oportunidad de viajar a una tierra utópica donde el balón es un amigo incapaz de fallar en momentos de apremio. Estos jugadores nunca imaginaron que el futbol les llevaría a emprender esta otra gran expedición para ayudar a Euzkadi, la tierra que los vio nacer.
En octubre de 1937 llegaron a México, donde tuvieron actuaciones impresionantes. Recibieron la invitación para enfrentarse con los clubes más grandes de Argentina: Boca Juniors, River Plate, Independiente, Racing y San Lorenzo.
Ya en Sudamérica los encuentros no pudieron llevarse a cabo debido a presiones de la FIFA y la influencia del régimen franquista. A muchos de los jugadores les propusieron quedarse a jugar en el balompié argentino pero su compromiso les hizo completar la gira, primero en Chile y después en Cuba para volver a México.
Las condiciones en las que permanecían viajando no eran las mejores así que con ayuda de don Ángel Urraza y su empresa, la Hulera Euzkadi, consiguieron inscribir al Club Deportivo Euzkadi dentro de la Liga Mayor del futbol mexicano. Disputaron la temporada 1938-1939 quedando en segundo lugar del campeonato, solo debajo del Asturias.
Con el fin de la Guerra Civil en España, algunos jugadores decidieron regresar a territorio vasco, otros aceptaron las ofertas en Argentina y algunos permanecieron en México como parte del Asturias y el Real Club España.
Sin duda la legión española mejoró el nivel futbolístico de la liga mexicana, Luis Regueiro, Serafín Ahedo, Leonardo Cilaurren, Isidro Lángara y Gregorio Blasco se decantaron por Argentina y luego volvieron a México, donde marcaron una época dentro del balompié.
Incluso algunos se nacionalizaron, otros como Regueiro tuvieron hijos que representaron a México internacionalmente. El Club Deportivo Euzkadi fue un equipo plagado de estrellas que jugaban por amor a este deporte y por amor a una nación, sin importar los problemas que sufrieran o las intenciones políticas que trataran de implicarles. Fueron pioneros del futbol mexicano y de la creación de la primera liga profesional.
Por Jorge Emilio Mendoza Piña @georgehatetweet