Este texto es escrito por hombres y se dirige a los hombres, porque sobre lo que deben hacer las mujeres poco o nada podemos decir, pero sobre lo que debemos hacer los varones para detener la violencia machista, alguna idea podemos tener. Urge que hagamos consciente que existen expresiones en el futbol que son violencia machista, y que nosotros las reproducimos constantemente.
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El ocho de marzo es un momento para conmemorar la lucha de las mujeres en la conquista por sus derechos. Los espacios y lugares en los que son oprimidas o invisibilizadas son incontables. Uno de estos múltiples espacios es el deporte y, particularmente, el futbol. En nuestro país (y en muchos más) el balón está profundamente vinculado a la virilidad, y que una mujer juegue a la pelota suele generar resistencia, enojo, incomprensión, molestia o incomodidad.
Y es que justamente el ejercicio del cuerpo no suele ser muy bien visto cuando se trata de ellas: históricamente el patriarcado ha concebido que la mujer pertenece a otros lugares, pero no a las canchas, a la diversión, al goce de su cuerpo. Por esto es muy común escuchar múltiples expresiones machistas cuando una mujer salta a la cancha a jugar futbol. Aquí te dejamos algunas expresiones en el futbol que son violencia machista.
1.- «El futbol no es para ti»
¿Cuántas veces las mujeres habrán escuchado esta frase en su vida? La pudieron recibir –de boca de sus padres, madres, hermanos, hermanas, amigos, amigas, etc.– de pequeñas en la escuela cuando querían jugar futbol en los descansos, en la casa cuando quisieron ver un partido, en la cancha de futbol cada que se juega un partido de la Liga Mx Femenil… Que quede claro -la marcha del #8M es testigo de esto- la mujer pertenece al espacio que su libertad quiera ocupar, quiera conquistar, por ejemplo: un campo de futbol. El deporte no es exclusivo para hombres aunque la historia se haya construido así. Seamos mejores y compartamos la pelota -nuestros privilegios- con ellas.
2.- “En el futbol femenil no hay nivel”
Frase repetida hasta el hartazgo que lo único que deja de manifiesto es la poca voluntad de apreciar el futbol (y el deporte en general) femenil. Sólo se necesita entrar a YouTube y poner cualquier compilación para notar que esta afirmación es absolutamente falsa. Anotaciones como las de Aurora Galli contra Jamaica o Ajara Nchout contra Nueva Zelanda, por recordar sólo goles de Francia 2019, dejan de manifiesto que esta afirmación es completamente errónea.
Además, se debe hacer un cuestionamiento de fondo: ¿debe el futbol femenil replicar el estilo varonil? ¿No es acaso mejor que el futbol femenil busque sus propios caminos y dé sus propios resultados en todos los sentidos? Esperar que simplemente se calquen los aspectos tácticos o físicos, por nombrar dos ejemplos, es imponer modelos que no necesariamente funcionarán. Seguramente habrá elementos que valga la pena retomar, pero esto no significa que el futbol femenil se convertirá en un espejo del varonil.
3.- “El futbol es para hombres”
A estas alturas parece absurdo tener que explicar que no hay actividades exclusivas. Hay quienes dirán que desde sus inicios el futbol se creó para resaltar la “hombría” de los varones en los colegios ingleses. Esto puede ser verdad, pero hay una extraña negación de que las condiciones han cambiado. Si bien, esa pudo ser la intención original del juego, lo cierto es que se ha transformado de manera radical. Y no sólo eso, sino que el mundo mismo se transformó de manera gigantesca.
Pretender que el futbol es sólo para mujeres por sus orígenes es similar a pensar que hoy sólo la realeza puede vestir coronas porque originalmente para eso se hicieron. El futbol es para hombres porque desde pequeños nos lo inculcaron, de la misma manera que nos inculcaron que los hombres ‘no lloran’ o que debemos ser los ‘proveedores del hogar’. Estas nociones son testimonio de épocas pasadas. La pelota pertenece a quien quiera patearla, lo demás poco importa.
Checa nuestro documental sobre la Selección Mexicana Femenil de 1971, aquella que llegó a una final de la Copa del Mundo.
4.- “Si quieren ganar lo mismo, que generen lo mismo”
Esta línea es sumamente común. Aparece siempre que se quiere demeritar al futbol femenil. Acá el razonamiento es muy sencillo: durante casi cien años el futbol varonil recibió grandes facilidades de manera constante. Pero no sólo eso, sino que tiene casi un siglo de ventaja como industria, ya que mientras el futbol varonil nacía, el futbol femenil fue incluso prohibido en varios países. A lo anterior se deben sumar los prejuicios mismos contra el propio futbol femenil.
Es claro que el futbol femenil en sí mismo es un ejercicio que va contracorriente en las condiciones en las que surge. No hay una, ni dos deudas históricas contra las futbolistas (y las mujeres en general), sino que son demasiadas. No juegan en igualdad de condiciones, en ningún sentido. Se encuentran en clara desventaja. Señalarlas cuando buscan recortar las distancias que se les han impuesto parece, por decir lo menos, cínico.
Es claro que falta enumerar distintas violencias contra las mujeres cuando quieren encontrarse con la pelota. El ejercicio supone no sólo notar lo que se hace mal, sino reconocer que lo que falta por hacer es enorme y que es nuestra tarea -como hombres- repensar y cuestionar cada práctica, no sólo dentro del futbol, sino en general, para poder saldar una deuda histórica incalculable.
Después de una demanda colectiva realizada por jugadoras de la @USWNT por discriminación con respecto a la desigualdad salarial entre el equipo varonil en 2019, la US Soccer acordó ofrecer la misma remuneración a ambos equipos en juegos amistosos y torneos, incluido el Mundial. pic.twitter.com/fJ9jcQoWRz
— Apuntes de Rabona (@ApuntesdeRabona) February 22, 2022
Por: Apuntes de Rabona
Yo agregaría las expresiones de los cronistas del futbol: «párese, párese que esto es para hombres», cuando un jugador se queda tirado por un golpe; «no fue falta, es una jugada viril», cuando el choque entre jugadores fue fuerte, pero accidental. Y no se digan las expresiones en vestidores o de entrenadores…