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Francia

Francia, el país donde todo comenzó. Han pasado 67 años desde que se instauró la Copa de Europa, hoy conocida como Champions League, y la edición 2021-2022 vuelve a sus orígenes. Contando la presente campaña, los franceses han recibido seis finales del torneo más importante del continente. Aquí repasamos cada una de ellas.

El inicio: Copa de Clubes Campeones Europeos 1955-1956

En estos momentos de la historia no era común ver partidos entre clubes de diferentes países, pero la instauración de la Copa de Campeones de Europa cambió las cosas para siempre. Esto gracias a Gabriel Hanot, editor de L’Equipe, quien desafió el orgullo de los ingleses que se proclamaban campeones del mundo. Él comenzó el proyecto para los duelos internacionales entre los mejores equipos europeos.

Para la final del primer torneo, el Saint-Étienne y el Real Madrid se vieron las caras. Los franceses se mostraron más sólidos en los primeros minutos del partido, haciendo valer la localía. El trofeo tenía que quedarse en Francia, no había otra opción, y como prueba de ello, el Saint-Étienne lograba imponerse 2-0, hasta que Alfredo Di Stéfano recortó los cartones, pues para los 30 minutos el marcador estaba 2-2.

Dos tantos más del Madrid le dieron la vuelta definitiva. Así empezó la historia de lo que conocemos como Copa de Europa. Los merengues conquistaron el torneo durante los primeros cinco años y comenzaron su reinado por el continente.

La instauración de los alemanes

1974 fue un año muy especial. En años anteriores, el futbol holandés comenzó a mostrarse internacionalmente, primero con el campeonato del Feyenoord y después con el tricampeonato del Ajax, club dirigido por Rinus Michels y comandado dentro del terreno de juego por Johan Cruyff. Pero, después de ello, los equipos alemanes comenzaron a brillar, y fue de la mano del Bayern Munich.

Los teutones mostraron su calidad. De la mano de Franz Beckenbauer, Sepp Maierr y Gerd Muller, los alemanes llegaron a la nueva edición para poner un punto y aparte en su historia.

Un año antes habían conquistado el torneo por primera vez ante el Atlético de Madrid, así que ahora tenían que revalidar el título para demostrar que llegaron para quedarse. Los campeones dejaron fuera al Saint-Etienne en la semifinal, privando al equipo francés de disputar la final en casa. Así que, en el duelo decisivo, los teutones volvieron a Francia para verse las caras con el Leeds United de Inglaterra.

La defensa del título parecía relativamente fácil, pero el futbol inglés, aunado a las lesiones de Bjorn Andersson y Uli Hoeness en el primer tiempo, hicieron del encuentro un martirio para los alemanes. Un Bayern metido en su área y un Leeds en constante ataque fue lo que marcó el partido, sin embargo, los intentos ingleses no pudieron romper la defensa de los bávaros, excepto por la anulación de un tanto de Peter Lorimer por un supuesto fuera de juego al minuto 62.

Con un rival y un estadio enardecidos por la decisión arbitral, el Bayern comenzó a mejorar y aprovechó el desconcierto para marcar el 1-0 por parte de Franz Roth nueve minutos después de la polémica. Gerd Muller terminó de poner los clavos en el ataúd 10 minutos después.

Gracias a ello, el Bayern Munich conquistó su segunda Copa de Europa, sí, con polémica y angustia, pero siempre con la convicción de no rendirse hasta el final. 

El dominio inglés

La final de la edición 1980-1981 estuvo marcada por el dominio inglés, la cual se caracterizó por tener seis campeones ingleses durante seis años consecutivos, una cosa nunca antes vista. De igual manera, fue la última vez que el Parque de los Príncipes recibió una final de la Copa de Campeones. 

El Liverpool puso a toda Inglaterra en los hombros, ya que el vigente campeón, el Nottingham Forest, fue eliminado rápidamente. Los reds hicieron lo suyo y consiguieron llegar a su tercera final en cinco años. Frente a ellos tuvieron a un Real Madrid que jugaba con más corazón que con calidad, así era el Real Madrid de los García.

A pesar de la historia del equipo blanco, los favoritos desde el inicio fueron los ingleses. La genialidad de los merengues no era comparable con la de los reds, simplemente era cuestión de tiempo para que el Liverpool se convirtiera en campeón.

La inexperiencia de los blancos les cobró factura y, después de que García Cortés falló al despejar el balón del área grande, Alan Kennedy rompió la portería por la mitad y marcó el 1-0 definitivo a falta de ocho minutos de que se terminara el tiempo reglamentario.

El árbitro pitó el final del encuentro y con ello llegó el tercer campeonato para el Liverpool, continuando la hegemonía de los equipos ingleses en el máximo torneo de clubes europeos, y reiterando que el club llegó a Europa para quedarse.

La primera final española

A partir de ese momento, el número de participantes en la competición aumentó de 24 a 32. Aunado a esto, los dos mejores de cada grupo pasaron a otra fase de grupos, para posteriormente pasar a los partidos de eliminación.

Para la final, Francia abrió sus fronteras para recibir un partido español: Real Madrid vs Valencia. Los blancos llegaron como favoritos después de eliminar al Bayern Munich en las semifinales, mientras que el Valencia se encargó de evitar El Clásico en el último duelo de la Champions League al dejar fuera al Barcelona.

Era un duelo de David vs Goliat. El Valencia se presentó a su primera final del máximo torneo de clubes europeos, mientras que los merengues buscaban el título por octava vez. La primera final del nuevo milenio sería la primera ocasión que dos equipos del mismo país se veían las caras.

Aunque el inicio del juego fue dominado por los ches, el rey de Europa fue haciéndose presente cada vez más en la cancha, hasta que por fin abrieron el marcador a los 39 minutos por parte de Fernando Morientes con un cabezazo imposible para el portero Santiago Cañizares.

Ese tanto fue lo que sepultó el partido. Ya arriba en el marcador, el Real Madrid no dio tregua y volvió a mover las redes con una volea de McManaman en la segunda mitad. A los 75 minutos, Raúl González marcó el 3-0. El nuevo milenio no fue un obstáculo para que el Madrid conquistara trofeos. 

El regreso del Barcelona

Arsenal y Barcelona llegaron hasta el duelo final. Los ingleses dejaron fuera al Real Madrid en rondas previas, mientras que el Barcelona se encargó del Chelsea. No solo era una final más, era una revancha entre Inglaterra y España.

En el duelo final, los ingleses comenzaron a atacar con todo lo que podían, pero la figura de Víctor Valdés les impidió marcar diferencia. Aunado a esto, a los 15 minutos el portero fue expulsado. Simplemente los catalanes querían alzar el título después de 12 años de ausencia en la final de la Champions League.

En el segundo tiempo los ingleses intentaron marcar diferencia a partir de contragolpes, pero de nuevo la figura del arquero no les permitió ampliar la ventaja y mantuvo al Barcelona dentro de la pelea por el título. A los 75 minutos las cosas cambiaron de rumbo. Cuando se veía más cerca la posibilidad del gol inglés, Samuel Eto’o empató el encuentro después de recibir el balón dentro del área en fuera de lugar.

A falta de 10 minutos, el marcador se movió por cortesía de Belleti, quien dejó el 2-1 definitivo y otorgó la segunda Champions League a los catalanes, en lo que fue la última temporada de Ronaldinho en el equipo culé.

Recuerdos de 1981

En la presente edición veremos de nuevo un Liverpool vs Real Madrid en Francia. Si la historia es cíclica, los ingleses deberían de imponerse una vez más, pero las revanchas en el futbol son sublimes, y los españoles tienen todo para vengarse.

Francia abrirá sus puertas para regresarnos a 1981, cuando, curiosamente, el último campeón fue un equipo inglés. Pero al mismo tiempo, nos permitirá ver cómo el presente de ambos titanes se baten a muerte por el mejor trofeo de Europa.

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Por: Miguel Bustamante

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