Recientemente El PAÍS ha publicado una investigación en la que nos muestra el desarrollo de la Liga Iberdrola, es decir el torneo femenil en España y cómo ha sido su exponencial crecimiento en aproximadamente 30 años, mismos en los que se ha impulsado el futbol femenil en el territorio ibérico. Por lo tanto es justo preguntarnos: ¿qué puede poner México sobre la mesa? Limitarnos a responder desde nuestra trinchera considero será reducirnos como siempre al mediocre «avanzamos a nuestro propio ritmo».
De igual forma, es pertinente que ubiquemos al futbol femenil en el plano internacional. Para efectos de este ejercicio nos referiremos al desarrollo de tres ligas: la francesa, la española y la mexicana. La razón de excluir a Estados Unidos es para salir del convencionalismo del futbol norteamericano como referente. Ambicioso, realista, o simplemente utópico, este es el camino que seguiremos en el desarrollo del texto.
España: crecimiento es sinónimo de éxito.
Comenzaremos con la liga que inspiró el presente texto. El futbol femenil en España está rindiendo frutos. Clasificadas al Mundial en selecciones mayores, finalistas en el último mundial sub 20 de este año y ganadoras en la euro sub-19 en la última edición 2017 – 2018. Ahora bien, si volteamos a la liga local, de acuerdo con EL PAÍS, el futbol femenil se ha afianzado y sobre todo profesionalizado por completo en los últimos tres años. Las pruebas presentadas por el portal arrojan los siguientes datos: en cuanto a las transmisiones por televisión, La Iberdrola se registra un promedio de 105 mil espectadores por partido, mismos que se dividieron en 105 partidos transmitidos, además de tener un notable récord de asistencia de 26 mil espectadores para el Athletic vs Barcelona, duelo disputado todavía en San Mames.
La Liga presume de haber incrementado el número de equipos en todas las divisiones, de hecho prácticamente todos los equipos ya cuentan con su filial femenina, y los 16 equipos que conforman la primera división tiene establecidas sus sedes y cuerpos técnicos. En cuanto a los estadios, su aforo es en promedio de 2 mil espectadores, siendo el de mayor capacidad el de E.D.F. Logroño que es para 16 mil personas. Por último, tanto la Federación como algunos de los equipos, argumentan que el crecimiento de la Liga se debe a la llegada de la inversión, pues ello ha generado una mayor exposición y la posibilidad para los clubes de negociar contratos. El siguiente paso del futbol femenil ibérico son los torneos internacionales, rubro donde Francia parece aventajar a España.
Francia: poderío galo
Para hablar del futbol femenil francés no es necesario analizar o cuantificar su liga. La División 1 Fémenine es una competencia local consolidada que es una de las mejores –sino es que la mejor—en el mundo. Tras 44 años de fundación, la liga francesa reúne a gran parte de las mejores jugadores del orbe, vamos, dos de las nominadas a la mejor futbolista juegan en Francia y pertenecen a Lyon, nos referimos a Ada Hegerberg y Dzsenifer Marozsán.
De hecho Lyon es el mejor ejemplo para resumir el éxito de la liga femenil en Francia, pues ha conquistado 5 Champions League. De hecho, ellas son actuales tricampeonas de Europa, además de tener una vitrina llena de ligas locales. Por si fuera poco, el club es catalogado como el mejor equipo del mundo. Aunado a esto, al menos dos de las mejores pagadas en este deporte juegan en tierras galas, es decir Laure Boulleau y Amandine Henry.
En resumidas cuentas, la liga francesa es el top en cuanto nivel y títulos. En sentido inverso a España, Francia espera consolidar a su Selección, tarea que no se muestra complicada. Ahora bien, llegó el momento de hablar de nuestro futbol.
México: el nuevo invitado
Desde su creación en 2016, la Liga Mx femenil fue tomada con agrado por la mayor parte de los aficionados, aunque con excepciones sobre todo en cuanto a la percepción de la futbolista. Por otro lado, el nivel mostrado por los clubes hasta el momento va de regular a bueno, pues debemos tomar en cuenta que algunos de los equipos no han logrado afianzar su proyecto deportivo, o bien, no cuentan con el apoyo necesario por parte de la institución a la que representan.
Justo en este punto es donde la Liga Femenil pierde ante las arriba mencionadas, pues nadie -a excepción de las jugadoras y los equipos- sabe a ciencia cierta cuál es salario de las jugadoras, aunque se presume que va de los 3 mil a los 15 mil pesos. El caso es que las condiciones de trabajo para las futbolistas aún no son propias de una liga profesional. Muchos dirán que la causa es que no produce los mismos ingresos que la liga varonil. Sin embargo esta visión es sesgada, pues a diferencia de España, en México la inversión se ha hecho presente casi desde la fundación de la Liga.
Por lo tanto, se espera una mayor retribución a las jugadoras, y no se trata de ambicionar, simplemente de profesionalizar al futbol femenil mexicano. Vamos, el nivel futbolístico está, y contrario a lo que se pueda pensar, la audiencia también se hace presente. Recordemos que en la final regia del torneo pasado se registró un aforo de 51 mil asistentes, lejos de los 26 mil que presumen en la liga española.
En cuanto al aporte de la Liga Femenil Mx en la selección tenemos que decir que claramente se ha notado, pues en el último mundial Sub 20 disputado en Francia, 11 de las 21 jugadoras se encontraban en la liga local, por obvio que esto parezca, es un gran avance si tomamos en cuenta que antes, prácticamente todas provenían de Estados Unidos, o eran amateurs. En vísperas del Mundial que también se jugará en Francia, la idea es que de nuevo la base sea la liga local, reforzadas por jugadores como Charlyn Corral.
¿Qué podemos concluir? Claramente que existen distancias entre las mejores ligas y México, pero curiosamente no se trata de audiencia, ni de nivel, pues ya mencionamos el récord que ostenta la Liga Mx Femenil. A eso hay que sumar que México cuenta con dos equipos dentro del top 16 de clubes en el mundo: Tigres (lugar 13) y América (lugar 15), en cuanto a la selección la en México el proyecto es claro, convertir a la liga local en el semillero de la selección. Por lo tanto, para una liga que no tiene el recorrido que la española y la francesa, resulta alentador el futuro.
Donde sí hay que mejorar es en lo administrativo. Ahí, tanto Federación como clubes tienen una cuenta pendiente con las futbolistas mexicanas, una deuda que esperemos salden pronto, pues solamente jugando en igualdad de condiciones podremos pasar del nuevo invitado en el plano del futbol femenil a un claro competidor internacional.
Por: José Macuil García