Más sombra que luz. Son las palabras adecuadas para describir el presente de Haití, que a pocos días de ser eliminada de las clasificatorias hacia Catar 2022 vuelve a sufrir con temas políticos y ambientales que terminan por agudizar una crisis de la que no se han podido levantar.
Aún así la Selección Haitiana enfrentará el día de hoy a las 18:00 horas (tiempo de México) a su similar de Bahréin de forma amistosa, esto con la consigna de conseguir una alegría a su pueblo en medio de tanta incertidumbre.
Este partido hace recordar al disputado en el 2013, cuando la España campeona del mundo encaró a la selección del Caribe en un duelo donde, por cada entrada vendida, se donó un dólar al país haitiano. En aquel partido al que asistieron 37.000 personas, los ibéricos vencieron 2-1 a su similar de Haití.
Sin embargo desde entonces las cosas han cambiado. El 6 de junio del 2013 se anunció que Haití bajó de puesto en el ranking mundial de la FIFA, quedando en el lugar 63, mientras que el día de hoy se posiciona en el 90.
Un pasado que choca con el presente
Naturalmente las complicaciones se han derivado desde hace varios años, y contrario a lo que podría pensarse, los terremotos del 12 de enero del 2010 (con magnitud de 7,3 grados) y del 15 de agosto del 2021 (con 7,2 de magnitud) no son necesariamente los grandes protagonistas.
Desde la rebelión de los esclavos en 1791 las dificultades han sido una constante en el día a día de una población que ha visto de todo. Tiranos, golpes de Estado, bloqueos, intervención externa, terremotos, tormentas y ataques de grandes enfermedades como el cólera, la tuberculosis, el VIH-SIDA y, recientemente, el SARS-COV 2, han sido algunas de las cosas que han presenciado.
Tan solo el pasado 7 de julio del 2021 el presidente de Haití, Jovenel Moïse, fue asesinado en su domicilio ubicado en la calle Peregrin 5, después de que un grupo armado irrumpió en su casa.
En la rama de la política la única constante que se puede notar es la inestabilidad de los diferentes gobiernos que se han querido implementar en la nación. Diversos cambios han sido notables en su constitución que llegó a permitir que el presidente pudiera elegir a su sucesor, hasta que una y otra vez el ejército y grupos armados destituyeran a la máxima autoridad.
Jean-Claude Duvalier tomó el poder a los 19 años gracias a que su padre lo eligió como sucesor. Durante su gobierno se le atribuyen la desaparición de 30 MIL personas y el desfalco de entre 300 y 800 millones de dólares.
Números que arrasan
Este tipo de detalles, aunados a que en el 2020 su nivel de corrupción llegó a los 18 puntos, colocándolos como uno de los países más corruptos, junto a que su PIB sea 14,332 millones de euros, un porcentaje de desempleo del 40,6% y los constantes conflictos armados han logrado que la esperanza de vida de sus habitantes sea de 64 años y que un solo dólar valga 96.98 gourdes haitianos.
Todas estas dificultades han logrado que desde el terremoto y la cólera del 2010, la inmigración haya aumentado, principalmente en Brasil y Chile, pues a partir de embarcarse hacia dichas naciones es que pueden comenzar el camino hacia Estados Unidos.
El balón como bálsamo
Finalmente, todo el peso termina por recaer en el futbol, deporte que no es rentable para nadie, además de las constantes huidas de diversos jugadores que llegan a disputar algunos partidos a otros países, como el pasado 14 de abril en el duelo entre el Cruz Azul y el Arcahaie.
Su selección actualmente tiene un valor de 4.95 millones de euros, siendo la 10ma selección más cara de la Concacaf, superando a Trinidad y Tobago con 4.40 pero muy atrás de Honduras con 11.93.
El valor de la Selección Mexicana de futbol es de 177.80 millones de euros, lo que la posiciona en la segunda posición de CONCACAF, siendo Estados Unidos la mejor valorada con 271.30 millones de euros.
Sin embargo el futbol ha salido al rescate de las sonrisas, como cuando lograron el pase a su primer y único Mundial en su historia (Alemania 1974) donde, a pesar de que perdieron sus tres partidos y recibieron 14 goles, lograron ganarse el cariño de la afición alemana.
Y justamente eso tratarán de repetir, que en 90 minutos puedan aliviar un poco el dolor de su lastimada nación, que encuentra en 11 futbolistas un respiro a los escombros, a la inquietud política, a la pobreza.
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Por: Miguel Ángel Bustamante Rosas / @MiguelB84441579