Gabriel Milito nació en Buenos Aires en 1980. Formado en las inferiores de Independiente de Avellaneda, su debut con el Rey de Copas lo hizo en 1998 frente a Independiente Ferró. Sin embargo, años más tarde sufrió una grave lesión en la rodilla derecha que lo alejó de las canchas. A pesar de ello, El Mariscal, como fue conocido, no tardó en volverse ídolo de la defensa central del club que lo debutó. Portando la cinta de capitán y cobijado por la Barra del Rojo, logró coronarse campeón en 2002.
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Al año siguiente tuvo la oportunidad de emigrar al viejo continente. No pasó las pruebas necesarias para poder fichar con el Real Madrid, pues su antigua lesión parecía cobrarle factura. Muy a nuestro pesar, desde el punto de vista deportivo y humano, Real Madrid desestima la contratación de Gabriel Milito, declaraba entonces el club.
La oportunidad de jugar en Europa se la brindó el club Zaragoza, donde llegó a compartir el campo con su hermano Diego Milito. Ambos ganaron la Copa del Rey y la Supercopa de España. Paradójicamente, los Milito desempeñaron posiciones antagónicas en el futbol. Gabriel lideró la defensa y se encargó de comandar la salida del equipo, mientras que Diego fue un goleador nato. Aquella no fue la primera vez que los Milito compartieron el campo. Basta recordar el enfrentamiento entre los hermanos en un partido efectuado en 2003; Gaby del lado de Independiente y Diego de Racing. Los hermanos protagonizaron un altercado dentro del campo, Diego exigía la tarjeta roja para su hermano.
Con la Selección albiceleste, Gabriel Milito disputó la Copa Confederaciones en 2005 y al año siguiente la Copa del Mundo. Para 2007 participó en la Copa América. Ese mismo año Gaby Milito fichó por el FC Barcelona. La decepción no pasó desapercibida, pues pasó gran parte de su estancia en el club lesionado. Nuevamente su rodilla derecha fue la causa de su distanciamiento del campo. Su carrera en Europa terminaría en 2011 cuando decidiera regresar a al club que lo vio nacer, Independiente de Avellaneda anunciaba el regreso del mariscal. Para Gaby regresar a casa se había convertido en su prioridad y lo logró.
Tenía el deseo muy grande de regresar al país, de volver a mi casa, tenía la necesidad de volver a Independiente y finalmente se pudo concretar.
En el año 2012 el argentino decidió que a sus 31 años era el momento de retirarse. Las constantes lesiones fueron uno de los factores principales para la determinación, además Milito declaraba estar agotado mentalmente. A pesar de esta declaración, la relación entre Gabriel Milito y el futbol no terminaría ahí. En 2015 regresó como estratega de Estudiantes de la Plata, aunque solamente duró ocho meses en el cargo.
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Independiente de Avellaneda le abrió las puertas una vez más. En 2016 el club de sus amores lo nombró director técnico. La relación entre Independiente y Milito duró hasta septiembre de ese mismo año, cuando el argentino decidió dejar el cargo. Dirigió al club chileno O´Higgins y aunque su carrera como jugador estuvo marcada por lesiones, El Mariscal se ha mantenido con la firme idea de permanecer en el terreno de juego como entrenador.
Por José Macuil García