Giovani es hijo de Geraldo Francisco dos Santos, mejor conocido como Zizinho, futbolista brasileño que militó en la liga de su país, después emigró a México, donde defendió los colores de América, León, Necaxa y Monterrey. Sus tres hijos desde muy pequeños iniciaron su carrera futbolística.
El mayor de ellos, Eder, no destacó. Logró llegar al América pero nunca logró consolidarse, por lo que su viaje como futbolista concluyó pronto. Por su parte, los otros dos hermanos, Giovani y Jonathan. iniciaron su formación como futbolistas en Monterrey en el equipo Caribú de la colonia Country la Silla. Destacaron desde pequeños y se probaron con Rayados pero no se concretó nada.
Con apenas 11 años de edad, Gio formó parte del representativo sub-12 de la selección mexicana en un mundial disputado en Francia, esto en el 2001. Ahí ganó el premio al mejor jugador del certamen, lo que llamó la atención de varios ojeadores, entre ellos, los del Barcelona. El club catalán no lo dudo e incorporó entre sus filas.
Tan solo cuatro años después, el mexicano logró llamar de nueva cuenta la atención del orbe futbolístico, esta ocasión tras brindar un juego majestuoso en la Copa del Mundo Sub-17 de Perú en 2005. En aquel torneo fue premiado con el Balón de Plata. Se convirtió en el líder del conjunto nacional junto a: Carlos Vela, César Villaluz, Héctor Moreno y Adrián Aldrete. La esperanza del TRI recayó en sus hombros y en los de Vela, ambos ya estaban en Europa iniciando su carrera como futbolistas profesionales.
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En las inferiores de Barcelona se le consideraba como un prospecto para el primer equipo y, de hecho, lo logró. Compartió banquillo con Ronaldinho (bueno, Gio lo veía desde fuera del campo), con un joven llamado Lionel Messi. Frank Rijkaard lo debutó en el primer equipo del Barça en julio del 2006.
Disputó el mundial Sub20 con el Tri, donde todo pintaba bastante bien. La selección mexicana venció a Gambia, Portugal y Nueva Zelanda, accediendo a octavos de forma invicta. En esta ronda eliminaron a Congo, pero en cuartos, Argentina una vez más, echó a México de una Copa del Mundo. En este torneo, Gio anotó 3 goles en 5 partidos jugados.
Su primer encuentro en La Liga fue en ese mismo año, entrando de cambio por Thierry Henry en un partido contra el Athletic Club. Tan solo unas semanas después, debutó en la Champions League contra el Olympique de Lyon.
Era difícil encontrar un lugar en el primer equipo, por lo que los culés lo traspasaron al Tottenham en mayo del 2008. Fue el francés Henry quien le recomendó fichar por los Spurs. “Cuando supe que el Tottenham era una opción para mí le pregunté a Thierry: ¿Qué pasa con el Tottenham?” Y él me dijo que sería bueno para mí venir aquí”
Se dice que la cifra fue de alrededor de 6 millones de euros. Un par meses después, el equipo londinense lo cedió al Ipswich Town para que tuviera más minutos. Fue convocado para la Copa Oro del 2009, donde anotó 2 goles, uno de estos en la final contra Estados Unidos en la que México ganó 5-0 y consiguió el máximo título de la Concacaf.
A un año del mundial de Sudafrica y con 20 años ya cumplidos, Gio necesitaba jugar más, así que buscó acomodo en la liga turca, con el Galatasaray, donde se reencontró con Rijkaard. Empezó a tomar ritmo y llegó en muy buena forma al Mundial del 2010. Disputó los 4 encuentros como titular contra Sudáfrica, Francia y Uruguay, pero no encontró la portería.
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Al término del cotejo mundialista, Giovani seguía siendo futbolista del Tottenham, pero las cesiones no paraban. Ahora jugaría para el Racing de Santander, donde se volvería clave para mantener la categoría con el equipo español. En la selección nacional encontraría lugar para acudir a la Copa América del 2011. Ahí jugó tres partidos, pero el combinado nacional brindó una penosa actuación, sobra decir que perdieron cada uno de los partidos. Tras esto, acudió a la Copa Oro, en la que se volvió famosa la frase: “Fírmala Gio”, por un golazo de vaselina en la final ante Estados Unidos.
Si bien Gio no estaba en la élite europea, ya era un indiscutible con la selección mexicana, tanto así que entró como refuerzo para los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Certamen en el que sin duda resultó sumamente determinante. Anotó 3 goles y consiguió la medalla de oro.
Sin embargo, aquellas actuaciones solo alcanzaron para que el Mallorca lo contratara. Y aunque se volvió pieza clave y figura del equipo, éste descendió en la última jornada. Tras la baja de categoría de su equipo, apareció el Villareal, club con el que mantuvo su nivel, sumado a una buena campaña del submarino amarillo.
El piojo Herrera lo convocó para Brasil 2014, donde Gio tuvo la responsabilidad de emular lo hecho en 2012 y romperla. México venció a Camerún, empató con Brasil y le ganó a Croacia. Si el gol de “Fírmala Gio” es memorable, en los octavos de final contra Holanda mostraría otra pincelada con un golazo desde afuera del área.
Pasó otro año con Villareal, para después terminar fichando por el LA Galaxy. Algo que ha atormentado a Gio, son esas lesiones en momentos claves, y jugando en la MLS no fue la excepción. A pesar de esto, le alcanzó para ser seleccionado y así encontrar lugar para Rusia 2018.
Regresó al Galaxy, y meses después se anunció que no seguiría. Su próxima oportunidad para dejar de ser algo más que solo momentos y trascender, la encontró con el América. Aunque aún hay que esperar, y ver si aquella promesa futbolística como la que se le conoció al inicio en algún momento sucede.
Por: Redacción