Desde tiempos inmemoriales, la figura del filósofo se asocia a la del sabio, una distinción que parece cosa del pasado. No es difícil ver una relación entre la filosofía y el entrenador. La filosofía desde sus orígenes ha resaltado el vínculo entre maestro y discípulo. Y no solamente en el caso de dos filósofos (como Sócrates y Platón), sino también en el caso de un filósofo como mentor de una persona dedicada a otras ocupaciones, como Aristóteles y Alejandro Magno.
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Pelé es un violín; Di Stéfano, la orquesta entera.
Hijo de emigrantes españoles, los inicios en la vida de Helenio Herrera son dignos de una novela del escritor francés Émile Zola. María Gavilán, su madre, fue vendida en el mercado de Gibraltar a una familia inglesa tras haberle mirado la dentadura como a los caballos. Paco el Sevillano, su padre, era carpintero. Debido a su ideal anarquista, se negó a poner a su hijo el nombre de un santo. Le llamó Heleno, en recuerdo del paganismo griego. Pero el cura, por ignorancia o venganza puso Helenio en el registro.
En 1906, a raíz del atentado contra los Reyes de España Alfonso XIII y Victoria Eugenia, abandonaron el país y se refugiaron en Argentina. 8 años más tarde nacía Helenio Herrera. Cuando Helenio cumplió 4 años, la familia se estableció en Casablanca y él se nacionalizó francés.
Es en Marruecos cuando inicia su carrera como jugador -primero en el Roches Noires y luego en el Raja Casablanca-, aunque su espectacular éxito mundial le llegaría como entrenador en Francia con CSM Puteaux y Stade Français. En España con Real Valladolid, Atlético de Madrid, Málaga, Deportivo de La Coruña, Sevilla y Barcelona. En Portugal con Os Belenenses e Italia con Inter de Milán.
De esta manera, impulsó un estilo único y revolucionario. Poca gente sabe que antes de saltar al campo, Helenio Herrera practicaba con sus jugadores sesiones de Tai-chi y de autosugestión oriental para motivar y prepararles antes del partido.
Helenio Herrera, padre del catenaccio
Helenio Herrera fue el inventor del famoso catenaccio italiano cuando entrenaba al Inter de Milán. Con esta táctica reforzaba la defensa -cuatro jugadores ayudados por un quinto, el líbero. A simple vista parecía que descartaba el juego ofensivo, pero lo que hacía es dejar abierta la posibilidad de los contragolpes con la rapidez de sus extremos. Don Helenio impuso un estilo más adaptado a un juego estático y que a veces parecía hasta de manual.
Siempre fue un caballero del futbol. Conocido como H.H. y apodado El Mago, fue un entrenador dotado de una extraordinaria personalidad y algunas de sus frases quedaron para la posteridad del balompié. Como: Pelé es un violín; Di Stéfano, la orquesta entera, Se juega mejor con 10 que con 11 o Ganaremos sin bajar del autobús.
Falleció el 9 de noviembre de 1997 en la localidad italiana de Venecia tras sufrir un paro cardíaco en Madrid. Para muchos, es, sin lugar a duda, el mejor entrenador de España.
En la actualidad, hay otros pensadores del balompié como el conocido técnico argentino Marcelo Bielsa -entrenador del Leeds United-, pero el que parece haber recogido de forma literal el testigo de Helenio Herrera como filósofo del fútbol es Josep Guardiola, entrenador catalán que revolucionó el fútbol moderno entrenando al FC Barcelona. Guardiola logró muchos éxitos y trofeos con su Jogo bonito gracias al famoso tiki-taka donde la posesión del balón, efectividad e incesante presión fueron su mayor arma. Dos estilos extremadamente opuestos -H.H. y Guardiola-, pero sinceramente dos auténticos genios y filósofos del futbol.
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Por Juan Carlos Gutiérrez / @juankyy