Pasión en azul y negro del lado Querétaro, del de San Luis los colores son rojo y blanco, aunque a veces son azul y oro. Ninguno tiene títulos en Primera División, ambos fueron subcampeones en algún momento. Las ciudades se fundaron hace mas de 400 años y están unidas por la Carretera 57. Ambas desbordan pasión por su club, son dos estados que comparten algo mas que la huasteca.
Separadas por aproximadamente 200 km de distancia pero hermanadas por la historia, por la UNESCO y por el futbol. En ellas se lleva a cabo el “Clásico de la 57”, un partido de mucha rivalidad dentro del deporte, que a en ciertos momentos excede los limites del campo de juego y se lleva a otros terrenos.
Querétaro y San Luis: las tensiones
Es triste hacer un recuento de las veces que los terrenos aledaños al Alfonso Lastras o del Corregidora se han visto opacados por riñas sin sentido entre aficiones. Rocas y botellas que se convierten en proyectiles, niños pequeños de ambas aficiones que asustados lloran por aquel suceso, el sonido local pidiendo no caer en provocaciones.
Tuneros vs Gallos, Queretanos vs Potosinos, Rojiblancos vs Albiazules. Antes que nada, tenemos que hacer énfasis en que no debemos confundir una rivalidad deportiva de dos ciudades con actos de vandalismo como los del torneo pasado. En esta liga y en este país no hay lugar para la violencia, ni para generar terror o vivir la incertidumbre de no poder asistir con tu familia a un Estadio de Futbol.
Es lamentable entrar a redes sociales y percibir ese ambiente hostil que se va fraguando y que construye un pilar de violencia innecesaria. Comentarios que laceran la integridad social del rival desde el anonimato que otorga internet.
“Ya nos vamos a encontrar”, “Cuídate”, “Es mi ilusión volver a verte” entre otras frases es el común denominador que se genera en un partido donde a veces la materia deportiva pasa a segundo término.
Las redes sociales
Las redes sociales son armas poderosas, armas de doble filo. Ahí se encuentran perfiles de aficionados jóvenes y otros no tanto que buscan alguna forma de generar violencia con el rival. Se habla de “afanes” de “aguante” de “copar” o de “plantarse donde sea”. Aunque a veces carecen de ortografía o de coherencia, la idea se siembra y los problemas empiezan el día del juego, pues desde mucho antes se encienden las mechas de las bengalas.
También te puede interesar: Raúl Jiménez: El Lobo de Tepeji
Cuentas en Facebook que anuncian viajes para visitar al odiado rival, el escudo del rival literalmente de cabeza, barras que viajan alcoholizadas, etc. Van pendientes de alguna tienda de conveniencia carretera para parar y “surtirse” de productos de formas ilícitas. “Parate chofi”, le indican al operador de la unidad y comienzan la rapiña.
Haciendo una sumatoria de factores, esto da como resultante una ola de violencia entre barras. Se necesita hacer un análisis mayor y tener acciones concretas sobre este tema para poder avanzar en la erradicación de estos fenómenos, de otra forma tan solo es una falacia.
Los antecedentes
Lo que pasó el torneo Apertura 2019 en el Alfonso Lastras es una señal de lo que puede suceder en el Estadio Corregidora este domingo 23 de febrero. Es una receta del desastre. Las autoridades pueden prohibir el acceso a las barras rivales, montar dispositivos de seguridad, colocar filtros de revisión en los accesos principales del inmueble o tal vez blindar la zona.
Desgraciadamente sí ambas aficiones no entienden que la pasión por un equipo no debe desembocar en actos violentos o que lanzando objetos a otros individuos no lleva a nada bueno, no se va a generar un ambiente propicio para asistir de forma tranquila a ver un juego de futbol.
Es cierto, la rivalidad existe, mas allá de las temporadas o de los años que los Gallos Blancos pasaron en segunda división o de las múltiples franquicias que han estado en San Luis, mas allá del ascenso que los potosinos le ganaron a los queretanos en 2005 o de los jugadores que han militado para ambas ciudades. Tal vez Ariel “Apache” González o Israel “El Jagger” Martínez den cuenta de esas historias entre las dos urbes.
Las fallas
El proyecto del Atlético de Madrid en San Luis Potosí no ha logrado erradicar ese halo de odio que va mas allá de lo deportivo entre rojiblancos y gallos. De igual modo la directiva queretana ha carecido de mano firme contra aquellos barristas incitadores de violencia que se esconden partido a partido en la cabecera norte del Corregidora disfrazados de aficionados.
Se debe trabajar hombro con hombro entre la seguridad privada del inmueble, así como con los cuerpos policíacos municipales y estatales.Además de esto se debe buscar a los líderes de las barras, creando conciencia en un primer momento y después acciones correctivas como el veto de por vida a aquellos que violenten o comentan actos vandálicos en territorio de la Liga Mx..
No debemos generalizar. Tanto en la “Resistencia Albiazul” como en “La Guerrilla” existen aficionados leales, que van con su canto a dar lo mejor de si y a alentar al equipo. Se saben la alineación y disfrutan tranquilos del juego. Por otro lado, existen los menos, aquellos que van en estado inconveniente, que no tienen idea de lo pasa en el terreno de juego, que propician la violencia.
Hay barras que, aunque no se conozcan, de alguna forma se detestan. Se aborrecen y se saben antagónicas, aunque sus miembros vayan por trabajo a Querétaro o a San Luis. Aunque sean parte de una de las zonas económicas mas importantes del centro de México y piezas clave en el desarrollo industrial de la región.
Que ruede la pelota
Son tiempos difíciles para el país, se vive un ambiente tenso, de violencia en muchas regiones. Es por esto que no debemos crear apología del delito. En este caso, de una rivalidad que no debe llegar mas allá de lo deportivo, que sin importar que por San Luis se defienda el escudo del Atlético, de los Cachorros o del Real San Luis el resultado es el mismo al saber que del otro lado hay afición queretana, sin tener en cuenta sí son de la porra “Esperanza Blanca” de la “Resistencia Albiazul”.
Al final de día el partido va a terminar, el arbitro va a silbar el final y ganará San Luis o tal vez Querétaro. Sin lugar a dudas el mejor resultado será cuando podamos mirar a nuestro vecino de asiento con el jersey rival en el estadio y estrechar su mano haciéndole saber que ha sido un buen juego, que ha ganado el mejor y que afuera de la cancha somos socios comerciales regionales y ciudades hermana, deseándole un buen camino a casa. Sin duda el mejor resultado no va a estar en el marcador, va a ser cuando las autoridades decreten saldo blanco en el juego y podamos ir a casa en paz.
Carlos Eduardo Silva / @SAGA0003