2010 fue un año único para el futbol, el sistema ofensiva/defensiva, mejor conocido como catenaccio, estaba por salir de circulación y el tiki-taka español pasaría a dominar el mundo futbolístico, pero antes de que eso ocurriera el deporte le tenia reservado una alegría enorme a uno de los equipos más tradicionales del calcio italiano: el Inter de Milán, cuadro que terminó por conquistar algo de lo que pocos pueden presumir, un triplete.
El Inter de Milán, en aquél entonces dirigido por José Mourinho, apareció en el mapa cuando comenzó ganando ligas en el país del sur europeo, pero como todos los equipos italianos, siempre faltó ese plus para que pasaran de lo cotidiano a lo extraordinario. Sin embargo, de a poco, el club dirigido por “The Special One” mostró esbozos de algo diferente.
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Corría el año 2010, el Inter de Milán estaba buscando alcanzar el pentacampeonato en la Serie A y, debido a las grandes actuaciones del equipo dirigido por José Mourinho, tenía todo para conseguir algo que nunca se había logrado antes en el futbol italiano: el triplete; mismo que consta de la Liga, la Copa Doméstica y la UEFA Champions League.
Y llegó el Penta
Mourinho creó un equipo con personalidad, una escuadra que peleó jornada a jornada por el último campeonato en una década. Durante 38 fechas la squadra de Mou nunca perdió el liderato de la Serie A, en todo el campeonato solo perdió cuatro encuentros (ante la Sampdoria, la Juventus, la Roma y el Catania), empató 10 y ganó en 24 ocasiones, dejando al equipo de Francesco Totti a dos unidades del Scudetto.
Jugadores como Diego Milito, Javier Zanetti, Esteban Cambiasso y Wesley Snijder fueron vitales para todo lo que el cuadro de Lombardía consiguió en aquella temporada. Es imposible no mencionar lo que Milito aportó, pues se consagró como el goleador del equipo; en 33 encuentros marcó 22 tantos y se posicionó como segundo máximo anotador en la Liga Italiana. Siete goles delante de él se posicionó el delantero del Udinese, Antonio “Toto” Di Natale.
La Roma quedó en segunda posición, el Milán se conformó con la tercera posición (con 12 puntos de diferencia) y la Sampdoria firmó su mejor temporada con 67 unidades, lo que la llevó a volver a las competencias europeas tras su primera participación en 1991.
Llegó la sexta Coppa
El único que le dio la importancia al torneo doméstico fue el Inter de Mourinho, la meta era clara, el triplete estaba cerca pero el camino no fue fácil. Primero eliminaron al Livorno, después dejaron en el camino a la Juventus, en semifinales la Fiorentina no opuso resistencia y en la final la Roma de Totti se quedó corta.
El equipo del técnico portugués se apegó al libreto del viejo catenaccio italiano, defender bien, ser un equipo compacto y aprovechar el contragolpe; en pocas palabras, el Inter aprendió a vencer por la mínima diferencia y así “goleando 1-0” se llevó su sexta copa en la historia del cuadro neroazurro.
Se consuma el triplete: llega la Champions
El Inter en la Champions no la tuvo fácil, en la fase de grupos se enfrentó al Barcelona, al Rubin Kazán y al Dinamo de Kiev, aún así consiguió su pase a la fase de encuentros directos como segundo de grupo, solo dos puntos debajo del equipo español.
El cuadro de Mourinho llegó sumamente enchufado a la máxima competencia europea, en seis encuentros solo perdió uno: contra el Barcelona en el Camp Nou, dos victorias, tres empates. El siguiente paso los llevó a enfrentarse al Chelsea en octavos de final.
Luego de eliminar al equipo londinense, tuvo una de las aduanas más fáciles en cuartos de final: El CSKA de Moscú, equipo al que eliminaron sin complicaciones con un marcador global de dos goles por cero. En semifinales ya era evidente que a este equipo nadie lo iba a sacar la Champions, en San Siro, estadio que mantuvieron invicto en toda la competencia, vencieron 3-1 al Barcelona y terminaron la obra en el Camp Nou.
No hay que mentir, a Madrid llegaron como víctimas ante el Bayern Múnich, supieron hacerle partido, vinieron de atrás y un gol extremadamente dramático del argentino Diego Milito les dio algo que, ni siquiera la Juventus más dominante en la historia del deporte ha conseguido.
La envidia de la Vecchia Signora
Luego de que en la temporada 2010-2011 el AC Milan había levantado el Scudetto por penúltima vez, debido a que la Juventus dominó el futbol italiano en casi diez años y no hubo equipo que pudo arrebatarle la Serie A, finalmente se cambió la historia. En la campaña 2020-21, volvieron a conquistar la liga.
El equipo bianconero se gastó una infinidad de dinero en traer figuras para conseguir el campeonato continental que no ganaban desde 1997. Aunque sí se acercaron lo suficiente para ver cómo el Barcelona y Real Madrid se consagraron en el Olympiastadion de Berlín y en el Millenium Stadium de Cardiff, respectivamente.
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Por: Marcos Olvera / @MarcosOlvG