“Lo que ha hecho Jesús no es normal. Yo sabía que si volvía iba a batir todos los registros. Es un jugador con una capacidad de trabajo, con un modo de ser y un modus vivendi, difícil de encontrar”. Éstas son las palabras con las que se refirió Pablo Blanco, actual director de la cantera del Sevilla y visor que llevó a probar por primera vez a aquel pequeño Jesús Navas a las inferiores del conjunto andaluz; quien hasta ese momento ignoraba que ese niño, en un futuro, se convertiría en uno de los estandartes más importantes e históricos del club sevillista.
De Palacios para el mundo
El 21 de noviembre de 1985, el municipio español Palacios y Villafranca, en la provincia de Sevilla fue testigo del nacimiento de Jesús Navas Gonzáles. Fue en aquel lugar donde se desarrolló durante su niñez y también donde inició su gusto por el futbol.
La UD Los Palacios es el equipo de la localidad, pertenece a la Tercera División y fue donde inició el sueño a la edad de 11 años, cuando Jesús Navas pertenecía a los Alevines, la categoría infantil de aquel equipo.
Manuel Rincón Dieguez, quien fungió como presidente del club entre 1993 y 1997, mencionó que primero fueron visores del Betis, pero al final, Jesús, quien destacaba por su pequeño tamaño y gran velocidad terminó por irse al Sevilla.
La manera en cómo llamo la atención de los Blanquirrojos fue gracias a que un día Pablo Blanco fue a visorear a un portero de nombre Wilfred, para ello se dirigió al partido disputado contra los Diablos Rojos, la cancha se encontraba con muchos charcos debido a que la noche anterior cayó una fuerte lluvia y ahí fue cuando Blanco vio por primera vez a Navas.
“Yo hablaba en una esquina con Manolete, presidente de Los Palacios de aquella época, y cada vez que miraba hacia al campo había un extremo, de poca talla, más enjuto, le sobraba camiseta. Cada vez que encaraba hacía cosas… Centraba, cuando la pelota entraba en los charcos el único que la sacaba era él porque tenía una habilidad especial. Pensaba que sería su partido del año. El primer tiempo me cogió lejos y seguía insistiendo en lo que hacía. Una y otra vez. Pensaba que ese tío jugaba bien”. (https://realdetroitweekly.com/) (Pablo Blanco).
Sevilla como destino
Así fue como Jesús Navas recibió su invitación para ir a probarse al Sevilla, equipo que reconoció su talento y lo integró a su cantera a la edad de 15 años. Jesús rápidamente se adaptó, al año siguiente debutó en el equipo de reserva, Atlético Sevilla, y gracias a sus constantes grandes actuaciones para la temporada 2003-2004 fue ascendido al primer equipo.
El 23 de noviembre de 2003, dos días después de haber cumplido 18 años, Jesús Navas logró su sueño de debutar con el primer equipo de la mano del entrenador Joaquín Caparrós, durante la visita al Estadi Olímpic Lluís Companys, casa del RCD Espanyol y durante el resto de la temporada solo volvió a aparecer en cuatro ocasiones más.
Para la temporada 2004- 2005 fue ascendido de manera definitiva, terminando por hacerse un lugar con una mayor regularidad en el equipo de Primera División. Gracias a este primer torneo se ganó su primera convocatoria a la Selección de España sub-21 y fue considerado para representar a la Furia Roja en el Mundial sub-20 de 2005 realizado en Países Bajos, sin embargo, un fuerte trastorno de ansiedad le impidió su participación.
Ganar y perder
A pesar de los momentos difíciles que le hacía vivir este trastorno sus compañeros de equipo, José Antonio Reyes, Sergio Ramos y Antonio Puerta fueron quienes principalmente lo apoyaron, teniendo una relación más cercana. Esto sucedió durante el transcurso de la campaña 2005-2006, en la que su presencia por la banda derecha se daba a notar, pues Dani Alves le acompañaba y pusieron a temblar a los equipos de La Liga. Ambos generaron más de una decena de asistencias a lo largo de la temporada, y para el final de ella el Sevilla se proclamó campeón de su primera Europa League.
A partir de ese momento inició una época en la que fue un jugador clave y con el conjunto hispalense comenzó a ganar distintos trofeos, primero el 23 de agosto de 2006, se alzaron con la Supercopa de la UEFA; después al finalizar la temporada 2006-2007, consiguieron la Copa del Rey, llegaron nuevamente a la final de la Europa League proclamándose bicampeones y terminando esta seguidilla de campeonatos con la Supercopa de España del 2007 ante el Real Madrid.
Hasta este momento todo parecía un cuento perfecto tanto para Jesús Navas como para el equipo en general, sin embargo la vida les tenía preparados unos cambios radicales.
El 25 de Agosto de 2007, Sevilla se enfrentó al Getafe en la primera jornada de la temporada 2007-2008, aquel partido tuvo un inicio tranquilo con un gol de vestidor del Getafe al minuto 1, sin embargo, la tragedia dio inicio al minuto 28, cuando Antonio Puerta, jugador del Sevilla, que portaba la casaca número 16, sufrió un paro cardiorrespiratorio. Y, aunque logró reaccionar y salir por su propio pie, cinco minutos después sufrió varios desmayos en los vestuarios del estadio Ramón Sánchez Pizjuán y fue trasladado al Hospital Universitario Virgen del Rocío, donde estuvo internado hasta el 28 de agosto, fecha en la que falleció.
Aquel suceso fue crucial para la vida de Jesús Navas, reavivando aquel fantasma llamado trastorno de ansiedad que lo había frenado anteriormente, sin embargo fue el detonante que lo obligó a crecer y a madurar, ya que a partir de ahí empezó a tratarse y con el tiempo dejó esos fantasmas en el pasado.
Aquella temporada aunque Navas fue un jugador muy constante, no se consiguió ningún título, y debido a que el seleccionador de España tenía dudas respecto a su estado mental, no fue seleccionado para ir a la Eurocopa del 2008. Para la temporada 2009-2010 el también llamado Pajarito se hizo con su último título durante esta primera etapa con su Sevilla, al consagrarse campeón de la Copa del Rey ante el Atlético de Madrid.
Un nuevo partido
El 14 de noviembre de 2009, ya completamente estable en cuanto a la parte mental, fue convocado para representar a la Furia Roja en un partido amistoso ante la Selección Argentina. Sus convocatorias con la Roja siguieron siendo constantes, lo que llevó al Mundial de Sudáfrica 2010, en donde consiguió la máxima distinción a nivel selección alzándose como campeón del mundo ante la Selección de Países Bajos, partido en el que puso la asistencia a Andrés Iniesta para que marcara el único tanto.
Dos años después Navas también sería convocado para la UEFA Euro 2012 la que también terminó sumando a su palmarés.
No cansarse de ganar
En 2011 firmó un nuevo contrato con Sevilla, donde bajó su cláusula de rescisión, de 60 a 35 millones, debido a una crisis financiera que cruzaba el club y en el año 2013, el Manchester City pagó 20 millones de euros más 5 y medio en variables, por lo que dejó el club después de 10 temporadas.
Con los Citizens jugó solamente 4 temporadas. En la primera de ellas, 2013-2014, se alzó con la EFL Cup y fue parte de la plantilla que se proclamó campeona de la Premier League. Poco a poco su protagonismo en el club fue disminuyendo e incluso cuando Pep Guardiola tomó el mando del banquillo blue, Navas fue utilizado como lateral derecho.
Su salida del City llegó al finalizar la campaña 2016-2017, misma donde levantó nuevamente la EFL Cup y regresó a Sevilla, club dueño de su corazón y en el que portó la casaca número 16, en memoria a su amigo Antonio Puerta.
El regreso del hijo pródigo
Un mes después de su regreso, el 20 de septiembre del 2017, Navas alcanzó su partido número 400 defendiendo a la escuadra Blanquirroja y el 16 de diciembre de ese mismo año superó a Pablo Blanco como el jugador con más partidos como sevillista con 416 encuentros disputados.
Un año después, en octubre de 2018, la junta directiva del club decidió que el Viejo Nervión, estadio principal de la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios, pasaría a llamarse Estadio Jesús Navas, como reconocimiento a la carrera del futbolista.
El 16 de marzo de 2019, fue convocado a la Selección Española por última vez, hasta el momento, por el técnico Luis Enrique. Fue para disputar dos partidos, el primero contra Noruega, donde fue titular y jugó los 90 minutos y el segundo contra Malta cuando entró de cambio al minuto 65 y dio una asistencia a Morata.
Desafortunadamente para Jesús Navas, otro de sus grandes amigos, con quien compartió grandes alegrías dentro y fuera de las canchas, Antonio Reyes, falleció el 1 de junio de 2019 después de verse involucrado en un accidente automovilístico.
El ahora capitán del conjunto Nervión, alzó su primer título con él gafete en su brazo al conquistar por tercera vez desde su debut la Europa League.
Actualmente sigue siendo jugador de Sevilla, buscando sobreponerse a las lesiones y queda claro que ese club tan suyo lo sigue defendiendo con el mismo cariño que lo hacía que cuando era niño, aquel que fue descubierto mientras controlaba el balón en Los Palacios; y que después se convirtió en aquel joven que necesitaba del cobijo de su familia y amigos para superar sus crisis de ansiedad; el mismo que se transformó en un Duendecillo que al minuto 115 puso la asistencia que llenó de alegría el corazón de millones de españoles y que hoy en día. Y, por supuesto, con la pasión de aquel que sigue preservando la memoria de sus dos amigos que ya no pueden tocar el balón.
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Por: Fernando Ayala