La temporada 2019/20 de la Premier League ha concluido. Tras meses de interrupción y no ver acción a causa de la pandemia. El torneo logró finalizar sus 38 jornadas programadas y pese a que siempre recordaremos esta campaña por lo acontecido con el COVID-19, hubieron grandes momentos dentro de la cancha que volvieron a demostrar por qué esta es la liga de futbol más atractiva y competitiva del planeta. 

Fuimos testigos de la cifra más alta en goles de un mexicano en una temporada de Premier League; el regreso de Jose Mourinho al banquillo; las sorprendente actuación del Sheffield United (equipo recién ascendido); la debacle de Guardiola y su Manchester City; un desastre llamado Arsenal y, principalmente, el ansiado primer título de Premier del Liverpool. 

Con la temporada ya finalizada tan solo quedaba el pendiente de las premiaciones individuales y saber quién sería el acreedor de la estatuilla al mejor jugador de la temporada. Viéndolo en retrospectiva, realmente este año no había un claro favorito o un futbolista que haya sido un total dominador de la competencia como lo fueron Virgil Van Dijk o Mohamed Salah la campaña,y al ser un año tan parejo en las actuaciones individuales la intriga aumentaba por conocer al MVP de la temporada.

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La semana pasada se entregó el premio que asignan los escritores y concordaron que el jugador más destacado de la temporada fue el mediocentro inglés Jordan Henderson. Una decisión extraña y sorprendente, ya que en ningún momento de la temporada el mediocampista del Liverpool sonó como un favorito para cualquiera de las dos estatuillas mencionadas. Ni siquiera tuvo una temporada tan destacada como para premiarlo individualmente: completando el 85% de sus pases, generando 5 asistencias y contando con 4 dianas en un total de 30 partidos disputados.

Pese a que los números son pasables, no fue crucial o clave en la conquista del título de los Reds, es más ni siquiera recuerdo un partido en donde haya estado formidable, como sí lo estuvo en encuentros de las pasadas dos temporadas. Incluso Klopp pudo reemplazarlo con facilidad cuando estuvo lesionado, utilizando futbolistas como Naby Keita, Oxlade Chamberlaine y James Milner. El equipo supo funcionar con o sin él y ni siquiera logró ganar ningún jugador del mes esta temporada. 

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Y es que si vemos las temporadas de otros futbolistas nos cuesta trabajo entender el criterio de la FWA. Por ejemplo: Kevin de Bruyne, quien demostró ser el mediocampista más completo del momento anotando 13 goles y empatando el récord Thierry Henry de haber asistido en 20 ocasiones en una temporada. Además de 136 balones recuperados y pases claves en 35 partidos disputados. Para darnos una idea, tiene un promedio de casi 4 ocasiones de peligro creadas por partido. No solo fue el más determinante del City, sino que también sus números son irreales. 

O qué decir del joven Trent Alexander Arnold, que jugó los 38 partidos de la temporada, fue el segundo mejor asistidor de la liga, el tercero que más oportunidades en la liga y al igual que De Bruyne, demostró que hoy en día no hay nadie mejor que él en su posición. A parte de esa manera tan sutil de cobrar tiros libres. 

Hasta pienso que Raúl Jimenez era un candidato más digno de portar el título de “mejor jugador de la temporada” que el mismo Henderson, aunque se me tache de exagerado y patriota. 

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No quiero decir que Henderson sea un futbolista malo, simplemente se le está premiando en un año donde su protagonismo fue mínimo. Un gran capitán que se deja siempre el corazón en la cancha y de esos mediocampistas que no son muy elegantes, pero siempre procuran jugar el balón de la manera más sencilla. Pieza clave dentro del éxito del Liverpool de Jurgen Klopp y un jugador que se ha convertido en emblema de la modernidad red, pero pese a lo que sudado y sangrado no lo hace un justo portador del título de “mejor jugador de la temporada” de la Premier League. Esperemos que la mancuerna de ganar el FWA y posteriormente el PFA no suceda por el bien de la justicia y por el bien del balompié.